México D.F. Miércoles 14 de abril de 2004
Condenarla significaría obedecer a una elite subordinada a EU, advierten académicos
Votar por Cuba en la ONU reivindicaría el oscuro registro de Fox en política exterior
En este sexenio la política internacional mexicana ''ha flaqueado peligrosamente''
KARINA AVILES
Un voto de México en contra de Cuba en la Comisión de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU) representaría para el gobierno foxista perder la oportunidad ''histórica'' de reivindicar el ''oscuro registro de su huella'' en nuestra política exterior, coincidieron los especialistas Víctor Flores Olea, Horacio Labastida, Oscar González y el legislador Jesús González Schmal, al advertir que si la administración federal condena a la isla caribeña ese ''voto no será del pueblo mexicano, sino de una elite política subordinada a los intereses opresivos'' de Estados Unidos.
El escritor e investigador Horacio Labastida y el diputado de Convergencia Jesús González Schmal consideraron que el presidente Vicente Fox debe cumplir con el mandato de la Constitución y si no lo hace tiene que ser ''sometido a juicio político'' por ''desacato flagrante'' a nuestra Carta Magna.
Durante su participación en el foro Cuba y la postura de México en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, organizado por este diario y Casa Lamm, Labastida realizó una reflexión sobre el significado de los derechos humanos, no sin antes recordar los marcos conceptuales, como la declaración francesa de los derechos del hombre y las enmiendas de 1792 a la Constitución de Estados Unidos, que ''fundamentalmente son una declaración a favor de la libertad''.
En este sentido recordó que desde hace años, académicos universitarios advirtieron que tanto la declaración estadunidense como la francesa tienen un problema central: ''Dicen que el hombre es libre, pero entre las libertades agregan que el hombre es libre para tener propiedad privada", para explotar, obtener y gozar los frutos de la misma. El efecto de esto es evidente: mantener una estructura desigual. En otras palabras, añadió, ''el hombre puede ser libre, pero no necesariamente justo''.
Recordó uno de los planteamientos del filósofo estadunidense de origen alemán, Herbert Marcuse, quien expresó que junto a la libertad de pensar, escribir y creer debe haber otra más: la libertad de la economía, la cual, explicó Labastida, refleja la tesis de la necesidad de unir la justicia con la libertad.
Planteó: ''ƑCuál es entonces la grandeza de Cuba? Es que, a partir de 1959, en lo que se llamó la Ley Fundamental -primer texto constitutivo de la Cuba revolucionaria-, se declaró la desaparición de la libertad privada de los bienes de la producción como un punto de partida para lograr la libertad de la economía''. En ese instante, la isla se vuelve ''una negación dialéctica de los grandes intereses capitalistas, porque negar la propiedad privada es negar la esencia misma del capitalismo industrial, monopolista y financiero de nuestro tiempo''. Y esta es la explicación de la persecución encarnada por Estados Unidos en contra de ese país del Caribe desde hace más de 40 años.
Opinó que si el gobierno de Fox condena a Cuba estará en contra de los sentimientos de la nación, además de que violará la Constitución. En un texto leído por Fernando Sánchez, el investigador de la UNAM Víctor Flores Olea manifestó que para cualquier país con un mínimo de dignidad y sentido de independencia resulta prácticamente imposible seguir a Estados Unidos, país que en su sentido más ''cínico e inmoral'' utiliza el tema de los derechos humanos como moneda de presión y ataque político.
Por ello destacó que ''nuestro rechazo al bloqueo de Cuba y la construcción de renovadas relaciones con la isla, sobre bases de reciprocidad e igualdad, pero también de trato objetivo y fundado en derecho, exigen perentoriamente al gobierno de Fox no volver a caer en la ridícula trampa de pronunciarse a favor de una resolución'' como la impulsada por Washington.
Con Vicente Fox, añadió Flores Olea, la política internacional mexicana ''ha flaqueado peligrosamente''. De manera que un voto a favor de Cuba por parte de nuestro país en Ginebra sería otro caso -junto con el del rechazo a la invasión a Irak- ''de un rescate a la dignidad de México en materia internacional, además de que inevitablemente significaría una reivindicación tan necesitada por nuestro actual gobierno''.
En su turno, el académico de la Universidad de la Ciudad de México, Oscar González, también coincidió en que si el gobierno foxista quiere y puede todavía rectificar ''el oscuro registro de su huella en la trayectoria de nuestra política exterior, el presidente Vicente Fox deberá decir no a la iniciativa adversa a Cuba''. Si México no corrige este grave error, advirtió, perderá la ''oportunidad histórica'' de enderezar una clara equivocación que pesará sobre la administración panista.
Subrayó que resulta ''aberrante y vergonzoso'' que representantes de gobiernos y funcionarios internacionales ''en vez de apuntar el índice contra el más obvio y encarnizado violador de los derechos humanos de nuestros días, Estados Unidos, pretendan volver a hacerlo contra Cuba''.
Por su parte, Jesús González Schmal ofreció impulsar en la Cámara de Diputados ''la posibilidad de abrir un juicio político'' contra el Presidente de la República en caso de que su gobierno condene a la isla.
La línea de Bush, manifestó, no representa más que ''la fuerza, la brutalidad, el despojo, la ocupación y la voracidad insaciable'', por lo que de alinearse a estas ''fuerzas retrógradas'' también tiene el riesgo de ser susceptible a las venganzas por parte ''de quienes sienten son sus enemigos''. Cuba representa la esperanza de otros países latinoamericanos para volver a tener la voluntad de crear nuestro propio futuro, finalizó.
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