México D.F. Jueves 22 de abril de 2004
Prepararán cena de gala para la noche
anterior a la boda del príncipe Felipe y Letizia Ortiz
Juan Mari Arzak y Ferrán Adriá cocinarán
para la realeza española
Arzak visita cada año nuestro país para
disfrutar del sabor expresado en los mercados mexicanos
Difícil pensar en un menú para 400 personas,
pues nuestra cocina es artesanal y para pocos, dice
AFP
Madrid, 21 de abril. Dos de los más destacados
chefs de la península Ibérica, el catalán Ferrán
Adriá y el vasco Juan Mari Arzak, prepararán la cena de gala
que el 21 de mayo la familia real española ofrecerá a los
más cercanos invitados que, al día siguiente, asistirán
a la boda del príncipe Felipe y Letizia Ortiz.
Un portavoz de la Casa Real indicó que Arzak fue
elegido para la ocasión por que es "una gran figura consagrada internacionalmente"
de la cocina vasca, mientras la selección de Adriá responde
a que es "la gran revelación" de la gastronomía catalana.
A la cena, que se servirá en el palacio de El Pardo,
asistirán los miembros de las casas reales invitadas a la boda del
heredero de la corona española, que tendrá lugar el sábado
22 de mayo en la catedral madrileña de La Almudena.
Los dos chefs trabajarán codo a codo para
que de sus mutuos conocimientos surja el menú que degustarán
unos 400 comensales y cuya composición aún no ha sido decidida,
según la Casa Real.
Arzak, de 61 años, es una de las figuras más
conocidas de la nueva cocina española de los años 70, mientras
Adriá, de 41 años, ha sido consagrado recientemente por la
prensa internacional como líder de la gastronomía mundial
más innovadora.
Tres estrellas en la guía Michelin
Los dos cocineros, cada uno con tres estrellas en la prestigiosa
guía Michelin, ya han efectuado tareas conjuntas, en especial
en Estados Unidos, en la promoción de la cocina española,
en general, y de sus propias empresas, en particular.
"La
verdad es que estoy muy orgulloso. Es una comida que será para todas
las monarquías y los jefes de Estado del mundo. Ayer se dio a conocer
la noticia; comimos con los príncipes y hablamos del tema de la
boda, lo que querían que cocináramos; les vamos a presentar
una serie de platillos y ellos decidirán", comentó el vasco
a Jacobo Zabludovski en su noticiario de la radio.
Agregó: "Cuando Ferrán y yo hacemos algo
juntos, escogemos cada uno un platillo y luego opinamos sobre quitar esto
o poner lo otro. Tenemos que pensar en un menú para 400 personas,
lo que para nosotros no es tan sencillo porque nuestro tipo de cocina es
artesanal y para poca gente."
-¿Cómo se cobra?, preguntó Jacobo
al chef.
"A mí me gustaría regalarlo, pero hay una
serie de gastos que ellos pagan y no permiten en lo absoluto un regalo
para tanta gente; les podemos hacer un obsequió aparte, porque ha
sido un honor para nosotros", respondió.
El chef dijo que alguno de esos platillos lo incluirá
después en el menú de un restaurante de México. "Les
llamaré y les diré que lo integren, porque no iré
este año (a México), sino hasta febrero, como hago todos
los años.
"Suelo creer que llaman a alguien de una tierra que produce
buenos cocineros, pero como yo hay muchos que son unos monstruos", precisó.
Uno de los amigos y de las influencias que acepta Arzak
es la de Ferrán Adriá, titular del célebre restaurante
El Bulli. "Desde hace 18 años Ferrán propuso una cocina de
vanguardia y todo el mundo comenzó a hablar de él. Acudí
a su restaurante, entré a la cocina y me di cuenta de que no entendía
casi nada de lo hecho allí, pero lo que alcanzaba a comprender estaba
muy bien hecho. Entonces supe que era indispensable ponerse las pilas,
entender los nuevos gustos, las sensaciones progresistas y la evolución.
Desde entonces, gracias a ese contacto, nos hicimos grandes amigos y hoy
somos como hermanos", expresó Arzak a La Jornada a principios
de este año, cuando visitó nuestro país.
"De manera que mientras Ferrán -agregó Arzak-
busca por método romper con todo y luego reconstruir a su estilo
la cocina, por mi parte trato de mantenerme abierto a todo, de no tener
prejuicios gastronómicos. Para mi alegría, hace poco, cuando
le hicieron una entrevista, Adriá dijo que su futuro estaba muy
claro: si yo, dijo él, tenía 40 años dedicado a la
cocina y mantenía la imaginación de un niño, él,
que era un poco más joven, tenía el futuro resuelto".
En la calle, la base de la creación
Para Arzak "toda la base de la creación está
en la calle. Es necesario salir al mundo con ojos de cocinero".
Como se dijo, cada año, sin falta, el chef
vasco cruza el Atlántico para visitar el renacimiento del sabor
expresado en términos, ni más ni menos, de los mercados mexicanos,
y en particular de uno singularísimo: el de Oaxaca: "Es la pera",
dice, a modo de abarcar el concepto entero y redondearlo.
Arzak gusta de acudir, y documentado está, a mercados
gentiles como el de San Juan, del cual recuerda: "Ahí está
concentrado el sabor del país. Siempre que uno va al mercado central
de una ciudad encontrará la esencia del gusto, de la gastronomía
y de los aromas del sitio".
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