Al menos 22 mil son niños que laboran ilegalmente

Casi 2 millones de personas mueren cada año en accidentes de trabajo

PATRICIA MUÑOZ RIOS

Cada año mueren cerca de 2 millones de hombres y mujeres por accidentes de trabajo y enfermedades profesionales, ya que a escala mundial más de 270 millones de obreros y empleados sufren anualmente algún tipo de siniestro, así como 160 millones tienen padecimientos relacionados con su labor, aseguró ayer la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Esta organización señaló que cada 28 de abril el movimiento sindical mundial recuerda a las víctimas de accidentes y enfermedades relacionadas con el trabajo y llama la atención sobre la importancia de crear una cultura de la seguridad en todo el mundo, para impedir que se continúen generando estas tragedias en las que al menos mueren 5 mil trabajadores cada día.

La OIT da cifras dramáticas. Indica por ejemplo, en su informe dado a conocer ayer, que cada año mueren 22 mil niños en accidentes de trabajo cuando en la práctica ni siquiera deberían laborar.

Expone además que la mitad de las muertes por accidentes de trabajo se produce en el sector agrícola, rubro que emplea a su vez a 50 por ciento de los trabajadores del mundo, por lo que la incidencia es altísima.

Además de la pérdida de vidas, esta organización estima que el daño económico por el costo de las ausencias de trabajo, los tratamientos de enfermedades, las incapacidades y las prestaciones de sobrevivencias que originan las lesiones, las muertes y las enfermedades de los trabajadores asciende a "4 por ciento del producto interno bruto (PIB) mundial, equivalente a un billón 251 mil 300 millones de dólares estadunidenses."

Añade que las pérdidas en el PIB resultantes del costo de las muertes y de las enfermedades de la fuerza laboral son 20 veces superiores a toda la ayuda oficial al desarrollo.

En el informe se establece que en 2004, el Día Mundial Sobre Seguridad y Salud en el Trabajo se centra en tres de las muchas áreas de preocupación de la OIT, que son: los riesgos químicos, la violencia en el trabajo y las enfermedades profesionales del aparato respiratorio.

En cuanto a los riesgos químicos indica que las sustancias peligrosas matan al menos a 440 mil trabajadores cada año y que tan sólo un producto -el amianto- cobra unas 100 mil vidas.

De la violencia en el trabajo, precisa que pese a no ser un fenómeno nuevo, no se consideraba hasta hace poco un riesgo potencial para la salud y la productividad, sin embargo, se ha tenido que adoptar un repertorio de recomendaciones prácticas, como un instrumento para impedir que se produzcan, y en cuanto a la enfermedades profesionales del aparato respiratorio comenta que cientos de muertes son causadas por la exposición al polvo de amianto, sílice y otras sustancias peligrosas y estas son más trágicas porque se podrían evitar si se adoptaron las medidas adecuadas.