México D.F. Lunes 3 de mayo de 2004
MEXICO SA
Carlos Fernández-Vega
Fox celebró el
Día del Trabajo con dinosaurios, no con trabajadores
Festejó
con funcionarios y aderezó con apologías
Feliz se
mostró el inquilino de Los Pinos en la fecha conmemorativa del
Día del Trabajo porque en México, dijo, 舠cerramos el
capítulo de las redes clientelares y de las decisiones
autoritarias; eliminamos del diccionario político el
sometimiento y la imposición舡.
Para sustentar lo dicho por el presidente Vicente Fox, las
siempre independientes, democráticas y representativas CTM y
CROC destinaron algunos de sus escasos centavos para publicar
desplegados en la prensa nacional y declararse en contra de los
derechos de los trabajadores del Instituto Mexicano del Seguro Social
(IMSS), en línea con los patrones y a favor de la 舠saludable
propuesta舡 del gobierno federal para modificar el régimen de
pensiones y jubilaciones.
La actitud de las 舠centrales obreras舡 es una muestra fehaciente de
lo mucho que se ha avanzado en la 舠nueva relación entre el
gobierno y los trabajadores舰 basada en el diálogo, el respeto y
la corresponsabilidad舡, como la definió el guanajuatense.
Como las rechiflas no son de su agrado, el presidente Fox celebró en
Los Pinos el Día del Trabajo sin trabajadores, pero sí
con los dinosaurios de
las organizaciones laborales caracterizadas por sus prácticas
clientelares, sus decisiones autoritarias y su política de
sometimiento e imposición.
Tantos cambios ha promovido el ídem que el
Presidente de la República comparte foro y credibilidad con un
porro como Víctor Flores Morales, quien no
sólo mantiene su 舠liderazgo舡, sino que se da el lujo de hablar
en nombre de los trabajadores como presidente de un congreso que dice
agruparlos, acompañado por el democrático cuan
carismático Leonardo Rodríguez Alcaine (舠sano y
cumplidor舡) y el siempre sensible 舑socialmente hablando舑 representante
de la cúpula empresarial, el ex dirigente de los banqueros
Héctor Rangel Domene, en una postal que dibuja la metamorfosis democrática que vive el país.
Todos juntos para avalar lo dicho por el presidente Fox y aplaudir el
placer que provoca ser trabajador en este país y bajo la
guía de la administración del 舠cambio舡. Como bien lo
describió La Jornada (Fabiola
Martínez): 舠Nuevamente, en la casa presidencial no hubo
trabajadores ni cuestionamientos, sólo un festejo de
funcionarios y líderes con los infaltables tropiezos verbales de
Víctor Flores y la apología de las cifras del gobierno en
el ámbito social舡.
El 舠cambio舡 democrático
que promueve la administración Fox permitió que esa
trilogía 舑gobierno federal, 舠líderes obreros舡 y patrones舑
se congregara para aplaudir los logros obtenidos en materia laboral, en
un país en el que 舑según cifras oficiales舑 21 por ciento
de la población económicamente activa (casi 9 millones de
mexicanos) sobrevive en el desempleo y el subempleo (porcentaje similar
al registrado 12 años atrás), sin considerar los poco
más de un millón 200 mil paisanos expulsados que en los
primeros tres años del actual sexenio tomaron la ruta del norte
para buscar la vida en otra parte. Este es un logro inobjetable, que
por una casualidad no fue referido en el acto oficial de Los Pinos.
Celebraron, también, que
en tres años de gobierno foxista el poder adquisitivo del
salario se ha 舠recuperado舡 4.5 por ciento 舑cifras oficiales舑, dejando
atrás una pérdida acumulada en este renglón
superior a 75 por ciento, según los cálculos más
conservadores, y dejando para mejor ocasión el hecho de que en
México 10.3 por ciento de la población
económicamente activa (proporción que abarca 4 millones
275 mil mexicanos) sobrevive con menos de un salario mínimo
diario (43.3 pesos diarios como promedio).
Dijo el presidente Fox que su gobierno ha 舠revertido la tendencia de
deterioro en el empleo舡, olvidando que cuando él llegó a
Los Pinos, aquel primero de diciembre de 2000, la tasa oficial de
desempleo abierto era de 1.9 por ciento de la población
económicamente activa (en ese tiempo de 40.2 millones de
habitantes) y que ahora dicho indicador roza el 4 por ciento (con una
PEA de 41.5 millones), lo que quiere decir que entre una fecha y la
otra alrededor de 900 mil mexicanos perdieron su trabajo, sin incluir
en esta operación los que se fueron al norte (alrededor de un
millón 200 mil, según cifras oficiales).
De acuerdo con datos del INEGI, entre los logros laborales del
舠cambio舡 se cuenta que 48.2 por ciento de los que en este país
se encuentran desempleados pasaron por instituciones de
educación media y superior, mientras que aquellos sin
instrucción escolar representan uno por ciento de dicho
universo, lo que da una idea de la calidad de los empleos que llegan a
generarse.
El Banco de México en su informe 2003
contribuye a la celebración: el modesto crecimiento que ese
año experimentó la economía nacional
propició que se redujera el empleo formal. Ello, a pesar del
repunte cíclico que mostró la actividad económica
en el cuarto trimestre del año. En este contexto, la tasa de
desocupación mostró una tendencia ascendente, lo que es
indicativo de que el subempleo y el sector informal no pudieron
compensar en el año la debilidad de la demanda de trabajo del
sector formal. Así, la generación suficiente de puestos
de trabajo para satisfacer el doble objetivo de reponer los que se
perdieron y de acomodar los nuevos entrantes a la fuerza laboral,
continúa siendo uno de los principales retos de la
economía mexicana en el futuro inmediato.
El escenario, apunta el Banco de México, no avizora la
reactivación de las fuentes internas de crecimiento que pudieran
traducirse en una recuperación vigorosa de la inversión.
De hecho, las estimaciones de crecimiento y de generación de
empleos distan de ser las necesarias para combatir con eficacia la
pobreza y otros rezagos sociales.
Para cerrar con broche de oro, el presidente Fox dijo que 舠antes
pagamos los costos, pero conservamos la estabilidad, la certidumbre y
la fortaleza económica; nunca caímos en la
tentación de soluciones fáciles, nunca rehuimos nuestra
responsabilidad舡, sin darse cuenta que el 舠antes舡 está ahora
más presente que nunca.
Las rebanadas del pastel:
En política exterior, un error tras otro: la ruptura con Cuba, es el peor
yerro histórico que puede haber cometido el ya de por sí
errático gobierno de Fox.
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