México D.F. Jueves 6 de mayo de 2004
El sector evangélico, factor que lo impulsó a ganar el
gobierno de Texas y la Casa Blanca
Bush explota imagen
religiosa para obtener triunfos electorales y políticos
Difícil
saber cuándo la fe del mandatario es 舠genuina o calculada舡, dice
uno de sus asesores
JIM
CASON Y DAVID BROOKS/II Y ULTIMA CORRESPONSALES
Washington y Nueva York, 5 de
mayo. George W. Bush se volvió a
Jesucristo para superar su adicción al alcohol, pero su
resucitada fe también fue clave en las campañas
electorales para ganar la Casa Blanca.
Al volverse cristiano
evangélico 舑alguien que cree que la Biblia es versión
literal de la palabra de Dios舑 también logró establecer
un vínculo con un poderoso movimiento político: unos 70
millones de evangélicos estadunidenses, que constituyen una de
las fuerzas políticas y sociales más influyentes en este
país. Hoy, esa cifra significa uno de cada cuatro ciudadanos.
Algunos analistas calculan que un 40 por ciento de los que depositaron
su voto en favor de Bush en 2002 eran cristianos evangélicos.
Aunque todos saben de que Bush tuvo 舠problemas舡 con
el alcohol en el decenio de 1980 (y algunos dicen que con las drogas
también), y que la fe religiosa y sus organizaciones han
rescatado a muchos alcohólicos, esa fe también ha sido
clave en la vida pública de este miembro de una de las
dinastías políticas más importantes del
país.
En su primera incursión
en la política, el joven Bush fracasó en el intento de
elegirse al Congreso. Pero unos años después de 舠aceptar舡
a Jesucristo, en los ochenta, se dio cuenta de que su fe también
le abría las puertas de un sector político en
expansión.
Poco después de
refrendar su fe, el joven Bush empezó a movilizar al que ahora
era su sector en apoyo a las ambiciones presidenciales de su padre,
George H. W. Bush, quien hasta 1988 había sido un fiel servidor
de Ronald Reagan como su vicepresidente. En un principio el padre del
actual mandatario enfrentó problemas en su campaña
electoral, y quedó en tercer lugar en las primarias republicanas
de Iowa, detrás del senador Bob Dole y del reverendo
fundamentalista Pat Robertson. Nadie pensaba que Robertson
quedaría último, pero todos buscaban su apoyo.
Pero Bush padre, que pertenece
al credo episcopal y es miembro de la cúpula de esa iglesia en
el país, no lograba apoyo entre los evangélicos.
Así pues, contrató un asesor, Doug Wead, para lograr un
vínculo con este sector estratégico del electorado
republicano, y Wead pronto entendió que Bush hijo, tres
años después de convertirse en cristiano renacido, era la
persona para establecer esta relación.
Wead comentó, en
entrevista con un programa de televisión de la cadena PBS, que
la participación de este sector fue clave en la elección
de Bush padre: una sola agrupación evangélica
envió 20 millones de piezas de propaganda, y otra
distribuyó 35 millones de panfletos en las iglesias. 舠Ganamos la
elección en 1988 con el mayor porcentaje del apoyo
evangélico jamás tenido en la historia estadunidense舡,
declaró Wead.
Con estos votos Bush padre fue
el primer candidato que ganaba la Casa Blanca sin tener la
mayoría del voto católico, latino y judío. Wead
agregó: 舠el mensaje era claro: por Dios, puede ganarse la Casa
Blanca con los puros evangélicos舡.
Al trabajar en la
campaña presidencial de su padre, Bush hijo se dio cuenta, dice
Wead, que 舠yo podría hacer esto en Texas: podría hacer
que esto funcione en Texas舡. Bush hijo empezó a sentar las bases
de su campaña y a principios de los 90 fue electo gobernador de
su estado. Empezó a consolidar su base evangélica,
derogando leyes que prohibían el financiamiento público
de programas sociales religiosos, empleando lenguaje bíblico en
documentos de su gobierno y hasta citando himnos de la Biblia y
proclamando oficialmente el 10 de junio como 舠día de la Biblia舡
en Texas.
Toda esta labor brindó
una base firme para la campaña presidencial de Bush en 2000.
Antes de lanzar esta campaña, Bush convocó a un grupo de
reverendos en Austin a una reunión para orar por su
aspiración presidencial. En una serie de señales
destinadas a los evangélicos, entre ellas su declaración
de que Jesucristo era su filósofo político favorito y de
que su fe en Jesús había cambiado su vida, Bush
consolidó el apoyo de ese sector.
Pero también fue
cuidadoso en no enajenar a sectores tradicionales republicanos mientras
lograba el apoyo de los evangélicos, y así
inauguró su consigna de 舠conservadurismo comprensivo舡.
La táctica
funcionó, más o menos, aunque algunos evangélicos
opinan que Bush podría haber ganado de manera decisiva si
hubiera concentrado su estategia en ese sector. No obstante, entre los
electores que participaron en la elección de 2002, votaron por
Bush dos tercios de los que asisten a servicios religiosos por lo menos
una vez a la semana.
Como presidente, Bush ha
continuado su relación con los evangélicos, insertando
frases de la Biblia en sus discursos presidenciales y en sus
expresiones retóricas de que el mundo está dividido entre
los 舠buenos舡 (Estados Unidos) y los 舠malos舡 (Al Qaeda, Irak,
etcétera). La Casa Blanca también ha promovido todo tipo
de legislación diseñada para satisfacer a esta base
electoral, inclusive restricciones al aborto, más fondos
federales para programas sociales patrocinados por iglesias,
iniciativas de educación en abstinencia sexual en escuelas y,
por supuesto, la prohibición del matrimonio gay.
舠Mi relación con Dios a
través de Cristo me da significado y dirección舡,
declaró el presidente en un discurso reciente en el que
explicaba su fe. Pero esa fe, reconoció el asesor
político Doug Wead, también es parte de una estrategia
política calculada: 舠No hay duda de que la fe del presidente es
real, que es auténtica, que es genuina. Y no cabe duda de que es
calculada. Sé que eso suena como una contradicción, pero
eso siempre será así para una figura pública舡.
En una entrevista con el
programa Frontline, de PBS, Wead añadió:
舠Diría que no sé cuándo es sincero y cuándo
es calculado. Y un reportero de Frontline tampoco lo sabría.
George W. Bush no sabe cuándo está operando por un
sentido genuino de su fe, y cuándo por cálculo. Y tiene
que haber áreas grises entre ambas cosas. Creo que opera por
instinto舡.
Que Dios nos ampare.
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