México D.F. Jueves 6 de mayo de 2004
Preocupa a la empresa perder sus privilegios en Florida, donde gobierna Jeb Bush
Bloquea la
compañía Walt Disney la distribución del nuevo
filme de Moore
No
hay remedio, se estrenará este verano porque EU aún es
舠un país libre舡, dice el autor
DAVID
BROOKS Y JOM CASON CORRESPONSALES
Nueva York y Washington, 5 de
mayo. La nueva película
documental de Michael Moore, al parecer, es demasiado peligrosa para
los intereses del poder en este país y Walt Disney Company
está ordenando que su división Miramax no la distribuya
en Estados Unidos, a pesar de que ha sido seleccionada para la
competencia del festival de cine en Cannes.
Moore, ganador del Oscar por Bowling
for Columbine, y autor best seller de libros como Estúpidos hombres blancos, está finalizando la edición de su nueva
película documental, Fahrenheit 911, la cual trata de las extensas relaciones entre la
familia Bush y las familias ricas de Arabia Saudita, incluida la del
ahora famoso clan de los Bin Laden, durante las últimas tres
décadas, la evacuación de familiares de Bin Laden de
Estados Unidos después del 11 de septiembre y entrevistas con
algunos soldados en Irak en las cuales expresan su desencanto con la
guerra.
La idea era estrenarla
aquí este verano, al crecer el interés por los asuntos
políticos en este año de elecciones presidenciales, pero
la Walt Disney Company teme que podría dañar sus
intereses.
舠Hubiera esperado que ahora
podría presentar mi trabajo al público sin tener que
experimentar los profundos obstáculos de la censura que
frecuentemente parece que enfrento舡, escribió Moore hoy en un
correo electrónico al hablar del asunto. 舠Casi durante un
año esta lucha ha sido una lección sobre qué tan
difícil es crear una obra de arte en este país que
pudiera irritar a los que están a cargo舡, señala.
Pero la decisión de
Disney de bloquear a su división de Miramax (antes una empresa
de cine independiente) para distribuir esta película 舑parte de
la siempre controversial obra de Moore舑 ha tenido un efecto contrario e
indeseado por la enorme empresa de medios y parques de
atracción: la disputa se publicó en la primera plana del New York Times hoy, un
gol de publicidad gratuito para Moore.
Peor aún, el Times cita al agente de
Moore, quien dice que los ejecutivos de Disney lo habían
presionado el año pasado a fin de anular el contrato con
Miramax, ya que entre las preocupaciones de Disney estaba que la
distribución de esta cinta podría poner en riesgo las
reducciones impositivas que goza la empresa por parte del gobierno
estatal de Jeb Bush en Florida en operar Walt Disney World en Florida,
junto con sus hoteles y otros negocios ahí.
Pero otro ejecutivo de Disney
comentó al Times que la película es considerada adversa a los
intereses de la empresa por razones políticas, ya que Disney
intenta ofrecer productos para familias de todas las tendencias
políticas. 舠No está en el interés de ninguna
empresa mayor ser arrastrada a una batalla política partidaria
de alta carga舡, dijo.
Moore, entrevistado por el Times, declaró que
舠en algún momento se tiene que preguntar si esto debería
estar ocurriendo en una sociedad libre y abierta donde, esencialmente
los intereses adinerados deciden todo en torno a qué
información se le permite ver al público舡. Rechazó
el argumento de los ejecutivos de Disney de que la película es
partidaria. 舠Si fuera así, sería partidaria del lado de
la gente pobre y trabajadora de este país, que son la carne de
cañón para esta máquina de guerra舡.
Moore advirtió en su
correo electrónico difundido hoy a La
Jornada, y otros medios, que 舠algunas
personas podrían tenerle miedo a esta película por lo que
se podrá demostrar. Pero no hay nada que pudieran hacer ya que
está terminada, es tremenda, y si yo tengo algo que decir al
respecto, la verán este verano; porque después de todo,
esto aún es un país libre舡.
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