México D.F. Sábado 8 de mayo de 2004
Ante evasivas de los secretarios, legisladores
preguntan: ¿quién nos va a decir la verdad?
Vapuleados en el Congreso, Creel y Derbez caen en contradicciones
Las acciones de los "agentes" cubanos en México
serán del conocimiento público en 12 años más
ANDREA BECERRIL Y GEORGINA SALDIERNA
Después de cinco horas de agrias críticas
por la crisis diplomática con Cuba y de la exigencia constante de
senadores y diputados de la mayoría de las fuerzas políticas
de que se les informara sobre las actividades de los funcionarios cubanos
que supuestamente pusieron en peligro la soberanía nacional, los
secretarios de Gobernación, Santiago Creel, y de Relaciones Exteriores,
Luis Ernesto Derbez, optaron por evadir la respuesta o de plano negarla.
Incluso, Creel advirtió que será hasta dentro
de 12 años cuando se desclasifique el expediente sobre las actividades
de José Antonio Arbesú Fraga y Pedro Miguel Lobaina Jiménez.
Por ello, casi al final de la larga comparecencia, la diputada del Partido
Revolucionario Institucional (PRI) María Esther Sherman preguntó:
¿quién nos va a decir la verdad?, ¿dónde está
el piloto?, ¿quién conduce este país?
La negativa de los dos funcionarios de dar a conocer la
información que aseguraron tener sobre la injerencia del gobierno
cubano en asuntos internos del país provocó la advertencia
de los legisladores de que no esperarán 12 años y que la
situación en el país puede empeorar.
El perredista Gilberto Ensástiga dijo al titular
de la política interna: "O usted no tiene información o la
Secretaría de Gobernación se está convirtiendo en
una fábrica de mentiras", y los priístas Dulce María
Sauri, Manlio Fabio Beltrones y María Esther Sherman advirtieron
que la actitud de esconder la verdad lo único que provocará
es más especulación y más rumores sobre un complot
impulsado desde las alturas del poder.
La comparecencia de los dos funcionarios ante integrantes
de la Comisión Permanente se convirtió en un ajuste de cuentas
de los legisladores con el titular de Gobernación, contra quien
se dirigieron la mayoría de las críticas y los cuestionamientos,
algunos de ellos ríspidos. La constante fue el reclamo a Creel por
haber señalado un día antes que el Congreso invadía
facultades del Ejecutivo y por su rechazo a aclarar qué acciones
injerencistas llevaron a cabo los cubanos en territorio nacional.
Derbez también fue cuestionado, aunque no con la
intensidad que el titular de Gobernación, toda vez que Creel asumió
una actitud dura que contrastó con el tono conciliador del canciller,
tanto que priístas, perredistas y petistas resaltaron el doble discurso
gubernamental, como expresó Manlio Fabio Beltrones, quien advirtió
también que la "mano extendida" del canciller difiere del "puño
cerrado" del responsable de la política interior del país.
El diputado del Partido del Trabajo (PT), Oscar González
Yáñez, pidió a los dos funcionarios ponerse de acuerdo,
aunque con sorna señaló que comprende que "es difícil
hacer política en pareja".
Los constantes llamados a aclarar qué acciones
de Cuba fueron tan graves para motivar la casi ruptura de las relaciones
se repitieron en la comparecencia a la que asistieron 40 diputados y senadores
miembros de la Comisión Permanente.
El primer orador, el senador del PRI Carlos Chaurand,
exigió a Creel aclarar la declaración que un día antes
formuló el funcionario ante integrantes de la Fundación Rafael
Preciado, en la que aseguró que el Congreso invadió facultades
del Ejecutivo, al exhortarlo -durante la sesión del miércoles-
a normalizar las relaciones con Cuba. "¿Pretende usted abrir con
ello otro flanco de disputa y confrontación del Ejecutivo con el
Legislativo?", cuestionaron al secretario.
Creel respondió con una exposición casi
académica en la que incluyó puntos de vista de juristas,
pero sin ir al detalle en el cuestionamiento, por lo que en la réplica,
Chaurand le dijo: "no venimos a recibir clases de derecho constitucional
a esta reunión", y le insistió que respondiera de manera
puntual, pero el funcionario no lo hizo.
Los senadores y diputados del Partido Acción Nacional
(PAN) asumieron ayer la práctica que tanto criticaron a los priístas:
la de defender a ultranza y sin argumentos la postura gubernamental. Marco
Adame llegó al extremo de fustigar a quienes tratan de beneficiar
a "un gobierno extranjero" y preguntó a Creel qué tratamiento
se dará a esa información reservada sobre los supuestos "agentes"
cubanos.
La pregunta a modo hizo que el secretario de Gobernación
se explayara y advirtiera que de acuerdo con la Ley de Transparencia y
Acceso a la Información oficial, el expediente en torno a las actividades
en México de los dos miembros del Partido Comunista Cubano a los
que se acusa de intervenir en asuntos internos
de México, se mantendrá "clasificado" -fuera
del conocimiento público- durante un periodo de hasta 12 años,
con el objetivo de proteger un "bien superior, que tiene que ver con la
funcionalidad del Estado mexicano" y toda vez que "el gobierno de Cuba
cometió conductas intervencionistas, violentando con ello la Constitución".
Ese fue el tono de las respuestas de Creel, quien la mayor
parte del tiempo mantuvo el rostro enrojecido y crispado, en contraste
con Derbez, que hasta contestó con una sonrisa a la senadora del
Partido Verde Ecologista de México, Sara Castellanos, quien le dijo
que si la política exterior de Fox fuera llamada a una consulta
siquiátrica "seguramente se le diagnosticaría un severo problema
de esquizofrenia".
El secretario de Gobernación en cambio no ocultó
el malestar por las muchas preguntas que en todos los tonos le formularon
en torno a las actividades de los dos funcionarios cubanos. El perredista
Pablo Gómez lo puso en aprietos cuando pidió aclarar si la
lista de personajes mexicanos que se reunieron con los enviados cubanos
forman parte de esa información reservada. Creel adujo que no se
metería en esa discusión, pues quien hizo "la delación
fue el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba".
La senadora Dulce María Sauri hizo notar que siendo
presidenta del PRI se entrevistó en dos ocasiones con los señores
del Partido Comunista de Cuba y no acepta por ello que se le considere
traidora a la patria. En tono jocoso preguntó si Arbesú y
Lobaina querían invadir México o buscar que alguno de los
estados de la República se separaran de la nación o tramaban
un atentado contra el presidente Vicente Fox o los líderes de las
cámaras del Congreso. ¿Qué fue eso tan grave que realizaron?,
interrogó.
La diputada Sherman secundó la ironía e
inquirió al titular de la Secretaría de Gobernación:
"a la mejor venían a impedir la Semana Nacional de Vacunación
contra el sarampión".
El también priísta Manlio Fabio Beltrones
exigió que se exponga la verdad y advirtió que no van a esperar
12 años "para conocer la información que ustedes dicen tener
en su poder y que animó al gobierno federal a tomar una grave decisión
de casi llegar a la ruptura de relaciones con un gobierno extranjero".
Recordó que de acuerdo con la Ley de Transparencia,
el gobierno federal tiene la obligación de colocar en un índice,
que no será reservado, de dónde provino esa información
con la que dicen contar, para lo que tampoco esperarán los seis
meses que establece la legislación para que los funcionarios presenten
informes sobre todo aquello que mantuvieron en el rango de clasificado.
Otro priísta, el diputado Carlos Jiménez
Macías, señaló a Creel que están en un callejón
sin salida, porque no tiene sustento la acusación contra los cubanos.
Exigen deslindarse de Estados Unidos
La senadora Dulce María Sauri pidió al canciller
Luis Ernesto Derbez el compromiso formal de deslindarse, por medios diplomáticos,
del plan del presidente George W. Bush encaminado a derrocar al gobierno
de Fidel Castro. "No seamos el Judas Iscariote de la política internacional
y sí el san Judas Tadeo, o sea, el patrono de las causas desesperadas
y difíciles como parece ser la reconstrucción de la relación
con Cuba". También demandó explicaciones de por qué
no se ha enviado una nota diplomática en relación a las declaraciones
de Roger Noriega, funcionario del Departamento de Estado para América
Latina, con el propósito de que quede perfectamente aclarado que
no "aceptamos posiciones que involucren a México en asuntos claramente
injerencistas".
Derbez respondió que ya el presidente Fox se deslindó
de ese plan y que habrá una nota diplomática en la que se
deje en claro que México no apoya ese proyecto contra la isla. En
otras intervenciones reiteró que la política de derechos
humanos es la misma para todos los países. Pese a todo, el canciller
salió bien librado. Al final de la prolongada comparecencia una
legisladora comentó que terminó como torero, es decir, partiendo
plaza. Y es que al terminar la reunión se quedó a saludar
a cada uno de los legisladores y bromeó con algunos, mientras Creel
salió presuroso del recinto.
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