Se aumentó el salario y el de la alta burocracia rusa

En hollywoodesca ceremonia, jura Putin para un segundo periodo

JUAN PABLO DUCH CORRESPONSAL

Moscu, 7 de mayo. Con derroche de recursos más propios de una superproducción hollywoodesca, que tuvo varios momentos culminantes como un gigantesco coro que entonó el Gloria, de Mijail Glinka, numerosos cañones que dispararon 30 salvas en su honor o un desfile militar en medio de las catedrales del Kremlin, Vladimir Putin to-mó posesión este viernes como presidente de Rusia hasta 2008, en su segundo periodo consecutivo en el cargo.

En la pomposa ceremonia ?concebida como un espectáculo para magnificar la figura del jefe de Estado, más allá de cualquier proporción razonable y sin faltar el decorado de opulencia que disfrutaron los zares frente a la miseria de sus súbditos en la época imperial?, el mandatario ruso hizo el juramento de rigor.

Pero lo hizo no en una sesión conjunta de los diputados de la Duma y los senadores del Consejo de la Federación, como establece la Constitución, sino en presencia del reducido círculo de los elegidos que merecieron acceso a la sala San Andrés, del Gran Palacio del Kremlin, de acuerdo con la jerarquía que ocupan en la cúspide de la pirámide de poder.

La mayoría de los mil 700 invitados a la ceremonia tuvo que contentarse con aplaudir al mandatario a su paso, quien realizó un triunfal recorrido por el palacio, de sala en sala, hasta que la alfombra roja lo llevó al podio donde lo esperaba el presidente de la Corte Constitucional rusa, Valeri Zorkin, con el ejemplar de la Carta Magna para jurar.

Cumplido el requisito, Putin pronunció un breve discurso, en el cual se comprometió a lograr en su segundo periodo presidencial "un salto cualitativo del nivel de vida" de la población, y fijó como meta alcanzar "un crecimiento importante" del bienestar de sus compatriotas.

Por lo pronto, con los precios del petróleo rondando los 40 dólares por barril y la estabilidad de la economía rusa asentada en este factor coyuntural, adoptó hace poco una decisión coincidente con una de las primeras medidas de su colega mexicano, con quien ?dicho sea de paso? podrá conversar el próximo 7 de junio en la ciudad de México, en el contexto de la visita de Estado de Putin que se convino realizar en esa fecha.

Igual que Vicente Fox, Putin se asignó a sí mismo un sensible aumento salarial, sin dejar al margen de este generoso estímulo a sus ministros y otros miembros de la alta burocracia local. El presidente ruso llegó a decir que, con ello, pretende que sus subordinados "roben menos".

Mientras se combate de esa peculiar ma-nera la corrupción, uno de los sectores más castigados de esta sociedad, los jubilados, sigue padeciendo carencias de todo tipo.

Muchos de los pensionados, en estos días de fiesta, no podrán celebrar ?del modo que merecen su victoria en la Gran Guerra Patria, como se sigue llamando aquí a la gesta del pueblo soviético en la Segunda Guerra Mundial.