México D.F. Sábado 8 de mayo de 2004
Coloquio sobre industria farmacéutica
en la UAM
Favorece a trasnacionales la Ley de Patentes de México
Carece de incentivos para investigadores nacionales,
lo que beneficia a firmas extranjeras, afirma Jaime Aboites
JOSE GALAN
La Ley de Patentes de México está diseñada
por y para las trasnacionales, en detrimento de los investigadores y la
industria mexicanas. El 17 de noviembre de 2003 la actual administración
obligó a la adopción forzada, de autoría 100 por ciento
extranjera, de la reforma que liga o interconecta las patentes con los
registros sanitarios, "encajada violentamente" en el Reglamento de Insumos
para la Salud, afirmó Jaime Uribe de la Mora, director general de
la empresa privada Probiomed.
Al
participar en el coloquio Los desafíos de la industria farmacéutica
de los países en desarrollo en el contexto de las políticas
de propiedad intelectual, organizado por la Universidad Autónoma
Metropolitana (UAM), consideró dicha reforma como inconstitucional,
debido al derecho exclusivo que se confiere a los registros sanitarios
como consecuencia de ligarlos a una patente que ampare "el ingrediente
o sustancia activa", en su mayoría en manos de compañías
extranjeras, como prerrequisito para la obtención del registro sanitario.
Para el empresario, los acuerdos comerciales internacionales
suscritos por México, incluyendo la participación en la Organización
Mundial del Comercio, han constituido un obstáculo para la investigación
y el desarrollo de nuevas patentes en México, porque la industria
nacional se ha enfrentado a las argucias de las trasnacionales.
Jaime Aboites Aguilar, investigador de la UAM, expuso
que después de que surgió la nueva Ley de Propiedad Industrial,
entre 1991 y 1993, la evidencia empírica muestra que, de acuerdo
con los registros del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial, la
actividad inventiva de las empresas nacionales decreció.
Subrayó que de las casi 600 solicitudes de patentes
por año registradas en la década pasada, disminuyeron a 400
en 2002, "lo que significa que en 10 años se presentó un
deterioro en la actividad inventiva". Sostuvo que esa ley carece de incentivos
para los inventores e investigadores mexicanos, lo que genera mayor número
de solicitudes de patentes de extranjeros.
Por su parte, la investigadora Alenka Guzmán, también
de la UAM, subrayó que la industria de las medicinas en México
está dominada por las grandes firmas trasnacionales, cuyos productos
representan 80 por ciento de las ventas totales en ese campo, y agregó
que que la participación de 10 de las principales empresas extranjeras
aumentó de 28 por ciento a finales de los años 80 a 34 por
ciento en 2003.
Mencionó que en nuestro país sólo
5 por ciento de las empresas farmacéuticas se clasifican como "gran
industria", y subrayó que las empresas medianas o pequeñas
constituyen 50 por ciento del total de establecimientos farmacéuticos,
caracterizadas por su rezago tecnológico e incapacidad para elevar
con rapidez sus volúmenes de producción.
La investigadora citó cifras de la encuesta industrial
anual del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e
Informática: de 97 establecimientos, sólo 38 realizan investigación
y desarrollo. De ellos, 22 son nacionales y 16 extranjeros.
"Esta situación es crítica, porque tanto
las empresas nacionales como las trasnacionales -sobre todo éstas-,
invierten poco en investigación", agregó. "En el caso de
las transnacionales, el magro gasto en investigación y desarrollo
en nuestro país realmente está destinado a la presentación
y comercialización de sus productos, pero no al descubrimiento de
nuevos fármacos".
Guzmán, catedrática del posgrado en Economía
Social de la UAM, mencionó que 99 por ciento de las patentes concedidas
en México de 1980 a 2002 corresponden a extranjeros, y uno por ciento
a mexicanos residentes en el país. Agregó que las solicitudes
de patentes de no residentes se incrementaron 2.7 veces entre 1991 y 2002;
en cambio, las patentes locales disminuyeron de 38 a 18 en el mismo periodo.
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