México D.F. Viernes 14 de mayo de 2004
Existen más de 40 mil embriones congelados "cuyo destino será la muerte", dicen
Lamenta la Iglesia que los legisladores no hayan prohibido "claramente" la clonación
Llama la CEM al presidente a que insista ante el Congreso para que se adopte la medida
JOSE ANTONIO ROMAN
Aunque no existe oposición a la puesta en marcha del Instituto Nacional de Medicina Genómica (Inmigen), decisión que incluso fue calificada de "positiva", la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) denunció que existen en el país entre 40 y 60 mil "embriones congelados" cuyo destino será, seguramente, la muerte.
En su postura oficial con respecto a la creación del Inmigen, la Iglesia católica lamentó "profundamente" que los legisladores no hayan dejado asentado por escrito y de manera explícita la prohibición legal de utilizar células madres provenientes de embriones vivos y de practicar la clonación. "Detrás de esta decisión se encuentran muchos intereses económicos que quieren que se haga aquí lo que en sus países está prohibido."
Acompañado por el presidente de la Comisión Episcopal para la Familia, Rodrigo Aguilar Martínez, y varios asesores más en la materia, el secretario general del Episcopado Mexicano y obispo de Texcoco, Carlos Aguiar Retes, aclaró que la Iglesia no se opone a la creación del instituto ni al desarrollo de la investigación científica para lograr una mejor calidad de vida para las personas, mediante la cura de algunas enfermedades.
No obstante, señaló la necesidad de que estas investigaciones sean guiadas por "sólidos principios morales", entre los que destaca el respeto a los derechos humanos, de los cuales "el primero y fundamental es el derecho a la vida y el respeto a la dignidad e integridad de cada persona humana, desde su concepción hasta su muerte natural".
Al dar lectura a la declaración episcopal, el obispo Aguilar Martínez lamentó profundamente que en las modificaciones a la Ley General de Salud, mediante las que se crea el Inmigen, el Senado haya eliminado la cláusula que prohibía la clonación, llamada también trasplante o transferencia nuclear, y la utilización de células madres provenientes de embriones vivos, la cual había sido aprobada por la Cámara de Diputados.
Expresó su beneplácito porque el secretario de Salud, Julio Frenk, haya declarado que entre las actividades del instituto no se encuentra la clonación. "Esa declaración nos satisface, pero queremos que quede por escrito", dijo el obispo Aguilar. "Por ello más nos extraña el empeño que prevaleció en las cámaras para eliminar sorpresivamente esa cláusula", señala la declaración, suscrita por el presidente del Episcopado, José Guadalupe Martín Rábago.
Los obispos Aguiar y Aguilar apelaron al presidente Vicente Fox a que retome el tema e insista, en un periodo legislativo futuro, en incluir dicha prohibición, aunque señalaron que no corresponde a la Iglesia católica pedir al Ejecutivo el veto de dicha reforma legislativa. Pero sí pidieron a la sociedad en general que ejerza estricta vigilancia para que en el loable desarrollo de la investigación científica siempre se observen los principios morales y jurídicos que parten del respeto a los derechos humanos.
En la sesión de preguntas, Pilar Calva Mercado, asesora médica del Episcopado, señaló que en el país existen entre 40 y 60 mil embriones congelados, principalmente en instituciones médicas privadas, donde pueden ser "guardados" durante años, y cuyo destino final será seguramente la muerte. Hizo un llamado a actuar con responsabilidad, pero sobre todo, con estricto sentido ético.
Al igual que en el comunicado del Episcopado, la especialista recordó a los católicos el derecho y obligación que tienen de oponerse a participar en cualquier investigación que no respete principios morales. Incluso, el comunicado sugiere que los católicos pueden interponer objeción de conciencia para no participar ni colaborar, siquiera indirectamente, en investigaciones con células troncales humanas provenientes de embriones vivos u obtenidas mediante trasplante nuclear.
El texto episcopal, suscrito también por los obispos responsables de la Comisión de Pastoral Familiar y del Departamento de la Vida, recuerda que para la investigación de diversas terapias con células madres o troncales queda abierta la posibilidad lícita, desde el punto de vista ético, de aislarlas de tejidos y órganos adultos, como son el condón umbilical, la médula ósea y la placenta. Por esta vía quedan abiertas muchas posibilidades como son la creación de bancos de cordones umbilicales, aseguró.
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