Analizan el tema académicos de ambas naciones

Faltan programas efectivos para incentivar el regreso de migrantes mexicanos al país

JOSE GALAN

Los programas de empleo temporal para mexicanos en Estados Unidos no pueden, por sí solos, remplazar una cultura de trabajo que ha aceptado el trabajo ilegal desde hace más de cuatro décadas. Los programas efectivos deben ofrecer incentivos para regresar a México y enfrentar la realidad de que no todos los migrantes van, o deben, regresar.

Este será un punto de discusión en la reunión a celebrarse el martes próximo entre expertos en migración de la Universidad de Georgetown, de Estados Unidos, y la Universidad Iberoamericana, de México. El borrador de la agenda de discusión, del cual tiene copia este diario, sostiene también que el incentivo principal para el empleo legal en Estados Unidos es reducir las oportunidades de empleo ilegal, por lo que procedimientos de control de la migración indocumentada se deben aplicar con efectividad.

Producto de las discusiones de la mesa redonda sobre Migración Temporal México-Estados Unidos, celebrada en el campus de la Universidad de Georgetown en marzo de 2004, el borrador considera para discusión que los patrones que otorguen empleos temporales en Estados Unidos deben tener incentivos para contratar trabajadores mexicanos, o desarrollar nuevas estrategias y tecnologías de producción como alternativa para un suministro limitado de mano de obra barata.

Además, los trabajadores deben tener incentivos para regresar, sean financieros o en forma de "derechos misceláneos", y se deben crear mecanismos eficientes y puntuales para que sea posible la permanencia del migrante, cuando esto sea para beneficio de las comunidades, patrones, trabajadores y sus familias.

Por otro lado, el documento insiste en que, aun si la migración "se detuviera mañana", habría gran número de trabajadores mexicanos en Estados Unidos. Incluso entre los inmigrantes indocumentados existen personas con fuertes lazos en Estados Unidos. El número de mexicanos que residen de manera legal y permanente, y de ciudadanos naturalizados en el vecino país, es muy importante, y ha crecido de forma significativa en los últimos años.

Un número cada vez mayor de migrantes mexicanos se encuentran en sitios diversos de Estados Unidos y en las comunidades que tenían pocos, si es que los había, antes de la década de los 90. Además, las mujeres y sus familias se han convertido en un porcentaje importante de la totalidad de los migrantes, lo que constituye patrones "que crean retos importantes".

Otro de los temas se refiere al acceso a los servicios de salud y atención médica. La situación de los migrantes los expone a ellos, a sus familias y a sus hijos a notables riesgos de salud a ambos lados de la frontera.

Reconoce que si bien los servicios de salud en México y en Estados Unidos atienden a los migrantes, los métodos no son totalmente adecuados. Con frecuencia, los proveedores de salud y de otros servicios no están capacitados para atender a los migrantes temporales, y las clínicas muchas veces carecen de los recursos para satisfacer adecuadamente sus necesidades en diferentes periodos de su vida. La falta de acceso a seguros médicos impide, aún más, el acceso a la atención médica, pero también impone una carga a los gobiernos locales de Estados Unidos.

"La propuesta de George W. Bush de un programa temporal que reúna a 'trabajadores disponibles y patrones demandantes' ha revitalizado el debate actual sobre la reforma migratoria", añade el documento, y advierte que, "desafortunadamente", no cubre toda la gama de retos para el manejo exitoso de la migración temporal. De hecho, agrega, es claro que el desarrollo de políticas bilaterales de cooperación regulatoria, administrativa y de aplicación de la ley, necesarias para una migración segura, legal y verdaderamente temporal, "tomará mucho tiempo". No obstante, advierte que este es un asunto urgente para ambas sociedades y para millones de personas, "por lo que las acciones concertadas deben iniciarse lo antes posible".

Agrega que una parte importante del debate actual se centra en propuestas específicas de programas, sin considerar la gama de reformas que facilitarían el funcionamiento de los mismos. Es necesario discutir y atender un gran número de temas antes de proceder al diseño de programas.