México D.F. Lunes 24 de mayo de 2004
Como dirigente agrario combinó la lucha
política y la autodefensa popular
Incumplidos, los ideales de Rubén Jaramillo
a 42 años de su asesinato
Salió una y otra vez en defensa de las conquistas
populares y enfrentó a los cacicazgos
A la memoria de Alvaro Ríos, precursor de la
lucha armada por el socialismo en nuestra patria e incansable luchador
agrarista.
* Al pueblo de Morelos.
Al pueblo de México.
A los pueblos del mundo.
Hace 42 años, Rubén Jaramillo fue asesinado
arteramente por el Ejército federal. Fue asesinado él y fue
asesinada toda su familia. La orden infame y criminal llegó de arriba,
de los poderosos de siempre, a través del presidente en turno y
su grupo de incondicionales.
Rubén Jaramillo fue el único oficial del
Ejército Libertador del Sur que volvió a tomar las armas
después que concluyera oficialmente la Revolución Mexicana.
Y no tomó de nuevo las armas porque le gustara la guerra; lo hizo
como dirigente agrario que necesitó de combinar la lucha política,
la autodefensa popular y la lucha armada. Fue un dirigente que salió,
una y otra vez, en defensa de las conquistas populares y en contra de las
injusticias cometidas por los cacicazgos viejos y nuevos que, después
de la revolución, siguieron asolando al pueblo de Morelos. Pero
Rubén Jaramillo, sereno y optimista, confió en la palabra
de los poderosos, dejando de protegerse en el poder popular que estaba
construyendo. Y eso le costó la vida.
Después de un traidor abrazo presidencial, Rubén
Jaramillo y su familia fueron aprehendidos el 23 de mayo de 1962. El recurso
de amparo que Jaramillo portaba, por su condición de pueblo, no
le valió de nada. El y su familia fueron secuestrados, torturados
y asesinados cobardemente en la zona arqueológica de Xochicalco,
Morelos, poniéndose de manifiesto que los poderosos no tienen palabra,
que para ellos las leyes valen menos que nada, y que la vida humana, si
no les sirve para incrementar su riqueza y su poder, carece en absoluto
de sentido.
Hoy los restos de Rubén Jaramillo descansan en
su natal Tlaquiltenango, Morelos, mas no así sus justos ideales.
Así lo hacen ver la resistencia y la rebeldía
de nuestro pueblo ante la más grande contrarreforma neoliberal de
nuestros tiempos. Contrarreforma que ha venido a negar como nunca antes
las necesidades humanas más profundas y a despojar al pueblo mexicano
de las conquistas agrarias, laborales y sociales que tanto sufrimiento
costaron a nuestros antecesores.
Así lo hacen ver la organización y la movilización
popular contra la pandilla de mafiosos reaccionarios que mediante fraudes
y engaños consiguieron treparse en el poder para continuar entregando
el país en manos de los poderosos nacionales y extranjeros.
En efecto, si bajo el régimen priísta los
mexicanos creíamos haberlo visto todo, si creíamos que el
priísmo había arrastrado ya a la cosa pública hasta
el fondo de la corrupción, y si nos sentíamos cada vez más
despojados de nuestra capacidad de asombro e indignación ante la
abyección de la política, el foxismo neoliberal y la burguesía
más conservadora y recalcitrante llegaron al poder para mostrarnos
cuán grande era nuestra equivocación.
El foxismo ha mostrado que, bajo la hegemonía imperialista,
la degradación política y moral de la función pública
no tiene límites. Ha mostrado, como nunca antes, el estúpido
e impúdico servilismo que ha caracterizado a los presidentes del
periodo neoliberal.
Pero eso no parece importarle al señor Vicente
Fox, más preocupado por garantizar la continuidad del neoliberalismo
y cubrir sus vínculos con la execrable industria del narcotráfico
que en cumplir sus ya lejanas promesas de campaña.
Escándalo tras escándalo, el foxismo ha
pretendido transformar a la nación en una empresa privatizada y
rentable, abriendo las puertas de nuestro país al capital extranjero.
Y, golpe tras golpe, ha pretendido liquidar en el huevo cualquier proyecto
de nación que suponga una amenaza al proyecto empresarial y pro
imperialista que representa.
Y sólo porque no hemos perdido la capacidad humana
de asombro nos parece increíble e indignante la manera en que el
señor Vicente Fox se desgarra las vestiduras para defender, a capa
y espada, a los gobiernos corruptos y criminales de los Estrada Cajigal,
de los Loyola Martínez, de los Romero Hicks, de los Ramírez
Acuña y de toda la canalla panista en el poder.
Insistimos, sólo porque no hemos perdido la capacidad
humana de asombro nos parece increíble e indignante la manera en
que el foxismo transa con la podredumbre del priísmo corrupto y
asesino, defiende como perro guardián los intereses del imperialismo
estadunidense, prohija la infamia de mandar el Ejército Mexicano
a las aventuras imperiales, oculta su indiferencia para aclarar los crímenes
de la guerra sucia, tira por la borda la tradicional política internacional
de respeto a la autodeterminación de los pueblos, pretendiendo seducirnos
con un discurso optimista creyendo que todos somos idiotas.
Nos asombra e indigna el cinismo con que la pandilla de
narcotraficantes y ladrones de Sergio Estrada Cajigal deshace el estado
de Morelos, y la incapacidad del Congreso para poner término a esta
situación. Nos asombra e indigna observar que nuestro estado sólo
crece en centros comerciales, changarros, centros turísticos privatizados,
alcoholismo, drogas y prostitución, queriéndonos hacer creer
que esto supone un desarrollo económico favorable para la región;
observar que las escuelas a las que acuden nuestros hijos están
en el abandono, que los hospitales e instituciones de educación
superior mueren de inanición y que el campo ya no produce más;
observar el terrorismo de Estado y la brutal represión policiaca
con que los poderosos han pretendido acallar el descontento y la lucha
popular aquí en Morelos; observar, incluso, que mientras en su helicóptero
del amor viaja Sergio Estrada Cajigal, gobernador del estado y rey
del narcomenudeo morelense, piensen que nadie, absolutamente nadie
en esta tierra, la tierra de Zapata y Jaramillo, alzaría la voz
para decir: ¡Basta ya de tanta corrupción, impudicia y represión!
¡Que ninguna fuerza honesta se sorprenda ante este
grito de protesta que es el que nos han dejado como opción! ¡Fuera
Sergio Estrada Cajigal y su pandilla de delincuentes y narcotraficantes
del gobierno de Morelos! ¡Fuera corruptos e ineptos políticos;
que se vayan todos!
¡Tierra y Libertad!
¡¡¡Democracia, justicia y ley!
Comando Jaramillista Morelense 23 de Mayo (CJM-23 de Mayo).
*COMUNICADO EMITIDO CON OCASION DEL 42 ANIVERSARIO
DEL ASESINATO DE RUBEN JARAMILLO
''... El pueblo, y más las futuras
generaciones, no podrán vivir esclavos y será
entonces cuando de nueva cuenta nos pondremos en marcha, y aunque estemos
lejos los unos de los otros no nos perderemos de vista y llegado el momento
nos volveremos a reunir. Guarden sus fusiles cada cual donde lo pueda volver
a tomar..."
(Rubén Jaramillo, 1918)
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