México D.F. Lunes 24 de mayo de 2004
Pretende recuperar recursos que obtuvo de Cremi
y Unión, pero que nunca pagó
Cabal abrió 14 juicios contra el IPAB; reclama
$114 mil millones
Usó a varios allegados para reclamar pagos por
supuestas aportaciones a fideicomisos constituidos en Banco Unión
en 1991 El erario pagó 51 mil millones por sanear los bancos del
empresario
ROBERTO GONZALEZ AMADOR
A través de personas de su círculo cercano
y de empresas en las que es o ha sido accionista, Carlos Cabal Peniche,
el empresario que huyó del país en septiembre de 1994 acusado
de un fraude de 700 millones de dólares, ha iniciado al menos 14
juicios contra el Instituto para la Protección al Ahorro Bancario
(IPAB) en los que reclama devoluciones multimillonarias que llegan a cantidades
inimaginables de hasta 114 mil millones de pesos.
La
semana anterior, el IPAB dio cuenta de dos casos en los que Cabal y sus
asociados reclaman una devolución de 3 mil millones de pesos. Pero
ambas demandas son apenas un eslabón de una larga cadena tendida
por el ex propietario de los bancos Cremi y Unión, quien -en un
caso que raya en el absurdo- pretende recuperar recursos que obtuvo a través
de préstamos de ambas instituciones, pero que además nunca
pagó.
Un alto funcionario del IPAB al tanto del proceso judicial
reveló que entre 2002 y 2003, una vez que el ex banquero había
comenzado a librar en tribunales las acusaciones de fraude levantadas en
su contra por el gobierno del ex presidente Ernesto Zedillo, Cabal Peniche
emprendió una ofensiva para tratar de obtener recursos mediante
demandas al IPAB en las que a través de varias personas de su círculo
cercano reclamaba pagos por supuestas aportaciones a fideicomisos constituidos
en Banco Unión en 1991.
''Carlos Cabal Peniche no ha presentado contra el IPAB
ninguna demanda, pero estos 14 juicios han sido iniciados por su gente'',
indicó el funcionario. En uno de los procesos, el demandante es
Jesús Eugenio Ortiz Martínez, a quien abogados involucrados
en el proceso identifican como uno de los choferes de Cabal Peniche.
En 1991, antes de lograr que el gobierno del ex presidente
Carlos Salinas de Gortari le entregara los bancos Cremi y Unión
-que formaron parte del conjunto de 18 instituciones bancarias reprivatizadas
entre 1991 y 1992- Cabal Peniche formó un fideicomiso en Banco Unión.
Cómo comprar bancos sin tener dinero
Según la trama documentada por el IPAB, cuando
Cabal obtuvo los bancos ''tomó'' préstamos de las propias
instituciones, que depositó en los fideicomisos. Esos recursos los
usó para pagar al gobierno el precio de la privatización,
pero nunca pagó los créditos. Es decir, adquirió los
bancos sin tener dinero, usó recursos de los propios bancos, pero
quedó a deberlos, y ahora reclama esas aportaciones a los fideicomisos.
Cuando huyó del país en el otoño
de 1994, Cabal Peniche fue acusado por el gobierno de un fraude contra
los bancos Cremi y Unión por 700 millones de dólares. El
daño al patrimonio público derivado del saneamiento financiero
de las instituciones alcanza 51 mil millones de pesos.
La semana pasada se puso al descubierto que Cabal Peniche,
a través de personas de su círculo, pretendía cobrar
al IPAB 3 mil millones de pesos. Esta cantidad se deriva, de acuerdo con
la demanda del empresario, de la actualización e intereses de dos
aportaciones realizadas en 1991 a los fideicomisos 2588/4 y 2944-9, por
sumas de 80 y 53 millones de pesos. El IPAB se amparó contra la
decisión de la tercera sala del Tribunal Superior de Justicia del
Distrito Federal que falló a favor del ex banquero.
El arte de defraudar
Pero la estrategia de Cabal no termina allí. El
IPAB reveló que existen otras ''12 o 13'' demandas más. Se
encuentran en diferentes fases del proceso legal. En nueve de ellas la
parte demandada es el IPAB y el Banco Unión (que se encuentra en
proceso de liquidación y es administrado por el instituto). En las
otras la parte demandada por el empresario es sólo Banco Unión.
Los montos originales reclamados en esas ocho de las 14
demandas es de 350 millones de pesos. En las otras el monto no ha sido
determinado. En las demandas se pide, además del pago de esa suma,
la respectiva actualización por intereses, más ''daños
y perjuicios''.
''Es preocupante y absurdo al mismo tiempo, pero las prestaciones
(pagos) que estas personas están reclamando son en algunos casos
de 114 mil 788 millones de pesos, pero hay otro caso en el que piden 700
mil millones de pesos'', reveló un importante funcionario del IPAB.
La deuda de todo el rescate bancario es de 720 mil millones de pesos.
''Nosotros no vamos a ocultar la verdad o a minimizar
los riesgos, pues sí hay que tomar en cuenta que hay ciertas aportaciones
(que se harán), pero no esa locura de cantidades'', dijo.
La estrategia del IPAB para evitar hacer los pagos al
empresario acusado por el anterior gobierno de corrupción se basa
en impugnar legalmente todas las resoluciones de los jueces, lo que puede
retrasar por años los procesos. Pero también buscarán
que las reclamaciones se hagan al Banco Unión, que está en
quiebra. De manera que como la institución se encuentra quebrada,
si Cabal ganara los casos de manera definitiva entonces tendría
que ''pasar a formar fila'' entre todos los acreedores de Unión
que esperan un pago. Así, el monto que en realidad se le tendría
que entregar estaría tasado en ''moneda de quiebra'', es decir a
una fracción de la cantidad decretada por el juez (puede ser, por
ejemplo, de uno a 10 centavos por cada peso, pero eso se determina al final
del proceso).
Si finalmente el IPAB no tiene todo el éxito en
su estrategia, el Congreso debe asignar una partida especial en el presupuesto
del instituto para liquidar el costo de las demandas.
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