México D.F. Lunes 24 de mayo de 2004
Tres civiles perdieron la vida en los ataques
aéreos de las fuerzas invasoras en la ciudad sagrada
Bombardeos en Najaf y combates en Kufa dejan más
de 30 muertos
Irrumpen soldados ocupantes en una mezquita que "milicianos
usaban como base militar"
Emboscan cerca de Fallujah a efectivos estadunidenses;
dos perecen y cinco quedan heridos
JUSTIN HUGGLER THE INDEPENDENT
Bagdad, 23 de mayo. Fuerzas estadunidenses realizaron
ataques aéreos este domingo contra la ciudad sagrada chiíta
de Najaf e irrumpieron en una mezquita en Kufa, y 34 personas murieron
en el peor combate librado hasta ahora entre tropas estadunidenses y milicianos
chiítas leales al clérigo radical Moqtada Sadr. Por lo menos
tres civiles estaban entre los muertos, según informes de médicos.
Imágenes
de televisión mostraron un largo hilo de sangre en el piso de la
mezquita de Kufa, por donde llevaron a rastras a un herido. El rastro termina
en un charco de sangre en los baños de la mezquita.
Ese templo fue escenario de la peor batalla ocurrida hasta
ahora entre los estadunidenses y el ejército Mehdi de Sadr. La violencia
ha continuado incluso después que los milicianos se retiraron de
la otra ciudad sagrada, Kerbala, entre rumores de que se había alcanzado
un acuerdo con las tropas de ocupación. Pero las batallas en Kufa
y Najaf parecen haber sido la respuesta de los estadunidenses a una oferta
de Sadr de retirar a su milicia de Najaf si los ocupantes hacían
lo mismo.
Las fuerzas estadunidenses han prometido capturar o matar
a Sadr, quien emcabezó un levantamiento contra la ocuapación
en abril.
Se cree que hasta 20 milicianos del Mehdi perecieron en
la batalla en la mezquita de Sahla. La ornamentada puerta de la mezquita
sufrió daños, sus mosaicos decorados quedaron destrozados
y la mampostería que los sostiene se desmorona. La profanación
del sitio sagrado provocó indignación entre los chiítas;
una enfurecida multitud se congregó allí este domingo y juró
resistir a la ocupación.
Los estadunidenses afirmaron que sólo atacaron
la mezquita porque el ejército de Sadr la utilizaba como base militar.
Testigos refirieron que las fuerzas de ocupación
bombardearon primero los alrededores del templo con artillería y
ataques aéreos. Luego, a eso de la una de la mañana, hora
local, unos 100 soldados de tierra irrumpieron en el templo. Los tanques
se abrieron paso por la puerta principal. "Me sentí humillado",
declaró a la agencia Reuters Ali Wasi, uno del centenar de pobladores
que se reunieron allí esta mañana para protestar.
"Nuestra santidad ha sido violada", añadió
Wasi ante los reporteros. "Las casas de oración son lo más
valioso que poseemos los chiítas. Los resistiré hasta la
última gota de mi sangre."
Un hombre estaba tan colérico que gritaba incoherencias
mientras se daba golpes en la cabeza. Kufa es el bastión de Sadr,
y muchas personas de la localidad están entre sus más ardientes
partidarios. Frente a Kufa, al otro lado del río Eufrates, se levanta
la ciudad sagrada de Najaf, donde el propio Sadr se ha ocultado desde hace
semanas... pero allá él es mucho menos popular.
La artillería castigó los alrededores del
vasto cementerio de Najaf, donde todo chiíta aspira a ser sepultado.
El ejército Mehdi ha utilizado tácticas guerrilleras contra
las fuerzas estadunidenses en los estrechos callejones del cementerio.
Aviones estadunidenses llevaron a cabo ataques aéreos
en la zona que se extiende al norte de la ciudad. Alrededor de 14 personas
murieron en esas acciones, entre ellas por lo menos tres civiles, posiblemente
más. Los médicos señalaron que 14 cadáveres
fueron entregados a un hospital cercano, y que el ejército Medí
rara vez lleva allí a sus muertos.
Entre los muertos se encontraban también oficiales
de la policía iraquí, que perecieron cuando el cuartel principal
de policía de Najaf fue atacado.
Najaf está construida alrededor de la capilla del
imán Alí, el prominente santo islamita, y la furiosa embestida
estadunidense en esa ciudad causa indignación en todo el mundo chiíta,
sobre todo en Irán, donde se han realizado constantes manifestaciones.
Entre los chiítas iraquíes existe también
rabia contra Sadr por haber provocado combates en las ciudades sagradas,
y los estadunidenses parecen estar capitalizando el hecho de que los chiítas
culparán a Sadr y no a ellos. Pero están corriendo un riesgo
mayúsculo, sobre todo después de la oferta de Sadr de retirarse.
Este domingo permanecía en el misterio la retirada
del ejército Mehdi de Kerbala.
Todas las evidencias indican que los estadunidenses han
llegado a un trato, aunque lo niegan. Tanto las fuerzas del Pentágono
como las milicias de Sadr han salido de la ciudad después de la
oferta del clérigo de sacar a sus combatientes si los estadunidenses
hacían lo mismo.
Líderes locales iraquíes han tratado de
negociar una retirada. Las fuerzas locales de seguridad patrullaban las
calles este domingo, como ocurrió tras la retirada de los estadunidenses
de Fallujah, conforme a un trato mediante el cual fuerzas iraquíes
comandadas por un antiguo general del ejército de Saddam Hussein
se hicieron cargo de la seguridad en esa ciudad.
Sin embargo, el mayor David Gercken, vocero de la primera
división blindada estadunidense, insistió: "No hubo en Kerbala
ningún cese del fuego, ningún acuerdo. No hacemos ni haremos
tratos con milicianos o criminales". Y los ocupantes reiteraron que sus
tropas no se retiraron de Kerbala, sino sólo cambiaron posiciones.
Es posible que los estadunidenses deseen evitar una impresión
semejante a la que produjo entre los iraquíes su retirada de Fallujah,
de que la resistencia los había dejado mal parados.
Sea cual fuere la verdad, este domingo se produjeron los
primeros indicios de que la precaria tregua en Fallujah probablemente no
será duradera. Dos soldados estadunidenses fueron muertos, y cinco
heridos, en una emboscada cerca de la ciudad por insurgentes que utilizaron
una bomba y granadas lanzadas con cohetes. Fue el primer ataque contra
fuerzas de ocupación en la zona desde el acuerdo en Fallujah.
© The Independent
Traducción: Jorge Anaya
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