La elección de edil en Tijuana, centro de atención

Arrancan las campañas en BC para candidatos a alcaldes y diputados

JORGE ALBERTO CORNEJO CORRESPONSAL

Tijuana, BC., 23 de mayo. Este domingo se iniciaron las campañas con miras a los comicios del próximo primero de agosto, en los que se renovarán las cinco alcaldías y el Congreso estatal. La mayor atención se centra en la elección para presidente municipal de Tijuana, en la que el panista Jorge Ramos Hernández intentará dar a su partido un sexto periodo en el gobierno local al vencer al candidato del PRI, Jorge Hank Rhon.

Con lemas de campaña muy similares, Ramos Hernández solicita el voto con la frase "por el bien de Tijuana", mientras el priísta asegura que un sufragio a su favor es "para que estés bien".

Según especialistas en temas electorales del Colegio de la Frontera Norte (Colef), Ramos Hernández tiene en su contra el desgaste de 14 años de gobiernos panistas en Tijuana, durante los cuales se han presentado diversos casos de corrupción, además de que las administraciones panistas no han logrado satisfacer las demandas de una ciudad que anualmente recibe 50 mil nuevos habitantes.

Hank Rhon es heredero de una fortuna que asciende a 500 millones de dólares y encabeza un corporativo que incluye empresas asentadas en 19 estados de la República, así como en 15 países. Sus negocios comprenden casas de apuestas, hoteles y centros comerciales.

Jorge Hank se promueve como un político dispuesto a darlo todo sin pedir nada a cambio. Recientemente declaró a la prensa local que de ganar la elección no cobraría salario como alcalde.

El patrimonio de Ramos Hernández, quien ha sido empleado público durante los últimos 14 años, cosnta de una casa que no ha terminado de pagar y dos vehículos.

Ambos pretenden convencer a un electorado cada vez menos participativo. Para el investigador del Colef Tonatiuh Guillén López, el principal reto de los candidatos será vencer el abstencionismo.

La afluencia de votantes en los comicios locales de Baja California cayó a partir de 1992. Ese año el abstencionismo incluyó a 21.5 por ciento de los casi 822 mil ciudadanos incluidos en el padrón. En la siguiente votación, por la gubernatura -que ganó el panista Héctor Terán Terán-, no acudió a las urnas 37.5 por ciento de los un millón 41 mil 587 posibles votantes registrados.

En las elecciones locales de 1998 el padrón registraba un millón 235 mil 148 personas con derecho al voto, y 53.5 por ciento de los cuales omitieron sufragar. En 2001, de un millón 492 mil 24 empadronados 63.5 por ciento decidió abstenerse.