México D.F. Jueves 27 de mayo de 2004
Miguel Marín Bosch*
Cumbritis
El mundo atraviesa por un momento muy complicado y los próximos 15 días nos servirán para medir la voluntad política de algunos de los principales actores internacionales. Desde el lunes pasado el Consejo de Seguridad de la ONU viene examinando un proyecto de resolución presentado por Estados Unidos y el Reino Unido con miras a "internacionalizar" su ocupación de Irak y ayudarlos a sacar al buey de la barranca.
Mañana se inicia en Guadalajara la tercera cumbre de la Unión Europea (UE) y América Latina y el Caribe y no parece haber indicios de que sus resultados vayan más allá de la retórica ya muy conocida desde las cumbres de Río de Janeiro de 1999 y Madrid de 2002. Se hablará del tema de la cohesión social y de la necesidad de establecer una alianza estratégica entre las dos regiones. La UE está bien organizada y trae un equipo con 10 jugadores adicionales. América Latina y el Caribe, en cambio, aún no ha logrado ponerse de acuerdo sobre qué tipo de relación quiere con la UE. La cumbre de Guadalajara será eclipsada muy pronto por otras cumbres. De hecho estamos pasando por una época de cumbritis aguda.
El 6 de junio habrá un encuentro masivo en Normandía para conmemorar los 60 años del desembarco de los aliados. Fue el principio del fin de la Segunda Guerra Mundial y de las potencias del eje. Cada 10 años los dirigentes de los países que participaron en esa epopeya han encabezado las ceremonias. Para muchos veteranos, ya octogenarios, quizás sea la última a la que acudan. Pero para los estadunidenses tendrá un significado especial, ya que se llevará a cabo una semana después de la inauguración del monumento dedicado a los que lucharon en la Segunda Guerra Mundial. No deja de ser extraño que Washington, ciudad repleta de monumentos, haya tardado tanto en reconocer su esfuerzo. Hace años que los que combatieron en Corea y Vietnam tienen sus monumentos.
Otro aspecto importante de la ceremonia en Normandía será la presencia de Gerhard Schroeder y Valdimir Putin. Es la primera vez que los dirigentes de Alemania y Rusia han sido invitados. Los tiempos han cambiado.
Además, del 8 al 10 de junio se llevará a cabo en Sea Island (en el estado de Georgia) una cumbre más del G-8. Unos días antes, el 3 de junio, habrá una sesión de la OPEP para examinar lo que está ocurriendo en los mercados de petróleo. A ver si los demás miembros de esa organización hacen caso de la propuesta de Arabia Saudita encaminada a bajar el precio de la gasolina en este año en que el presidente Bush busca su relección.
El intento de involucrar a la ONU en Irak es una confesión de que la ocupación de ese país ha sido un fracaso, además de un escándalo mayúsculo para quienes se ostentan como los grandes defensores de los derechos humanos. También es un esfuerzo por encubrir la ilegalidad de la invasión de hace un año. El desprecio por el derecho internacional de la administración del presidente Bush, en particular de su secretario de Defensa, es en parte el producto de una confusión jurídica muy generalizada. Un ejemplo: hace unas semanas el Senado de Estados Unidos ratificó a John D. Negroponte embajador ante el gobierno de Irak. Y aquí aparece Kafka (u Orwell, si se quiere). Cuando se quiere enviar a un embajador a un país, lo primero que se hace es consultar si la persona que ocuparía el cargo es aceptable para el gobierno receptor. Esto se hace discretamente por la vía diplomática. Pues bien, Ƒa qué gobierno se le consultó el nombramiento de Negroponte?
El derecho internacional simplemente no es un referente válido para Washington. De ahí que Rumsfeld afirme que los convenios de Ginebra de 1949 no se pueden aplicar en Irak. De ahí también que Estados Unidos insista en que su personal en ese país no puede acabar en la Corte Penal Internacional. A 15 meses de la invasión y a un año de que el presidente Bush proclamara el fin de la fase armada de la ocupación, el proyecto sometido al Consejo de Seguridad "determina que la situación en Irak sigue constituyendo una amenaza a la paz y seguridad internacionales". ƑCómo es posible que, tras una invasión militar relativamente fácil, "la situación en Irak" esté tan enredada? Y ahora quieren que la comunidad internacional aporte una fuerza multinacional, contingentes militares, personal civil y muchos fondos para la reconstrucción de Irak.
Así que la próxima quincena pinta entretenida. Se irá definiendo la llamada transición en Irak. Varios dirigentes europeos se la pasarán viajando: primero a Guadalajara, luego a Normandía y otro brinco trasatlántico para llegar a Sea Island. Para algunos será cosa de sonreír mucho mientras guardan su distancia de Washington o aceptan un reacomodo.
En Guadalajara veremos cómo los países ricos de la UE dirán que los fondos de que disponen se irán hacia los de reciente ingreso antes que a otras regiones. En Nueva York veremos hasta dónde países como Rusia, Francia, Alemania y España (ahora con Rodríguez Zapatero) están dispuestos a echar la mano a la coalición encabezada por Estados Unidos en Irak. Veremos también hasta dónde la OPEP está dispuesta a propiciar la relección de Bush. Y veremos a Bush, rodeado de otros jefes de Estado o de gobierno, recordando (y quizás envidiando) la hazaña del 6 de junio de 1944, para luego encontrarlo en Sea Island, encabezando otra reunión de los países más ricos y digiriendo lo que pasó o dejó de pasar en el Consejo de Seguridad de la ONU y en la reunión de la OPEP.
* Ex subsecretario de Relaciones Exteriores e investigador de la Universidad Iberoamericana
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