La fotografía muestra el paisaje lacustre característico del barrio de Santa Anita durante los primeros años del siglo XX. Este viejo canal, de origen prehispánico, fue vital para la comunicación entre los pueblos de Xochimilco y Chalco con el centro de la ciudad. Las numerosas canoas transportaban no sólo pasajeros, sino mercancías que abastecían a los habitantes de la capital. La desecación paulatina de los lagos llevó a la gradual desaparición del canal; con él se fue también su célebre paseo.
* Información tomada del libro La ciudad de México transformada, editado por la Delegación Cuauhtémoc, en 1997
 
 

El propósito hispano de desecar el valle de México fue heredado a la cultura actual. El canal de la Viga se comenzó a desecar hacia la década de los 20. Veinticinco años más tarde, el gobierno de la ciudad concluyó su entubamiento para integrarlo al sistema de drenaje. Sobre su lecho se construyó una avenida que lleva el mismo nombre del canal y que corre desde Churubusco hasta la calle de Corregidora, en el centro de la ciudad.
A pesar de las transformaciones del entorno, aún es posible identificar, por el trazo de la calle asfaltada, la antigua vía lacustre.