México D.F. Jueves 27 de mayo de 2004
Exigieron que la organización rectifique
públicamente su propaganda a Monsanto
La FAO se ha convertido en publicista de los transgénicos,
denuncian campesinos
Destacaron que la verdadera solución al hambre
se debe encontrar en el plano político
Ni los campesinos ni los pequeños productores agrarios
necesitan una "alta tecnología" que incluya riesgos incontrolables
como lo es la producción de organismos genéticamente modificados,
asentaron la Unión Nacional de Organizaciones Regionales Campesinas
Autónomas (UNORCA) y Vía Campesina.
En
un comunicado que enviaron a la Organización de las Naciones Unidas
para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés)
ambas agrupaciones exigieron a dicho organismo que rectifique públicamente
la "propaganda que en el ámbito internacional hace en favor de Monsanto
y Syngenta", trasnacionales que imponen la adquisición de transgénicos.
Advirtieron que mientras la FAO no rectifique públicamente,
la "continuación del diálogo con ese organismo es inútil,
ya que hará que la sociedad civil sea cómplice de una política
promotora de los transgénicos, tecnología en la cual no vemos
ninguna solución y contra la cual fortaleceremos nuestra lucha y
resistencia".
El informe anual la FAO -abundaron ambas agrupaciones-
"resultó ser una propaganda para Monsanto y Syngenta, las cuales
imponen la adquisición de transgénicos contra la voluntad
de los campesinos y consumidores, con ello apoya el falso argumento de
que la ingeniería genética puede desempeñar un papel
crucial en la solución del problema del hambre en el mundo".
UNORCA y Vía Campesina recordaron que Monsanto
controla alrededor de 90 por ciento de la superficie sembrada con transgénicos
en el ámbito mundial, y Syngenta impone en el mercado el maíz
Bt, sin considerar las preocupaciones y propuestas de campesinos.
En la década de los 60, la FAO promovió
la revolución verde como una solución tecnológica
al hambre, pero el número de "hambrientos" a escala mundial aumentó
hasta 880 millones, se ha incrementado la marginación de los habitantes
de las zonas rurales y los expulsados de sus tierras.
Las trasnacionales que antes vendían pesticidas,
semillas y fertilizantes a los campesinos, ahora pretenden controlar la
producción alimentaria con las patentes y los transgénicos,
pero según la FAO el hambre será solucionada con inversión
dirigida a la biotecnología y a la ingeniería genética,
asentaron.
Destacaron que el hambre es un problema político
que requiere de la voluntad de los gobiernos para crear mercados estables
para los pequeños productores y dar a la gente mayor acceso a la
tierra y otros recursos productivos. "Esa es la única manera válida
de producir más y mejores alimentos, y de suprimir la pobreza en
las zonas rurales", aclararon a la FAO.
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