México D.F. Lunes 7 de junio de 2004
El cargo es un delito grave, por lo que le fue
negada la libertad bajo fianza al empresario
Dictan auto de formal prisión a Carlos Ahumada
por el fraude en Tláhuac
Aparente regaño del inculpado a sus abogados
por el nuevo dictamen en su contra
SUSANA GONZALEZ G.
Las
pruebas documentales y testimoniales -entre ellas, las declaraciones de
la titular de la delegación Tláhuac, Fátima Mena y
otros funcionarios de la demarcación-, dejaron al equipo de abogados
del empresario Carlos Ahumada Kurtz imposibilitado para evitar que ayer
recibiera su segundo auto de formal prisión, esta vez por el fraude
genérico de más de dos millones de pesos cometido en perjuicio
de dicha demarcación y el cual es considerado como delito grave.
El titular del juzgado primero, Manuel Alvarado Lara,
consideró que las evidencias aportadas por el Ministerio Público
de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF)
fueron suficientes para determinar que el empresario debe permanecer encarcelado
en el Reclusorio Norte como medida preventiva, mientras dura el proceso
penal en su contra y se le dicta sentencia.
La resolución tomó por sorpresa tanto a
Ahumada Kurtz como a sus abogados, los hermanos Juan y Antonio Collado
y José Enrique Díaz Sosa, quienes durante el desahogo de
pruebas y audiencias realizadas el viernes y sábado pasados, se
mostraron confiados de que en este caso lograrían la libertad bajo
fianza para su cliente. Cuando ayer, luego de que a las 17:30 horas el
juez y sus secretarios de acuerdos leyeran el auto de formal prisión,
el enojo apareció en los rostros de Ahumada y sus defensores, desplazando
las sonrisas y serenidad de horas antes (el viernes, por ejemplo, el empresario
aseguró en un comunicado que se sentía "tranquilo").
Tanta fue la contrariedad del empresario y sus defensores
que mientras la lectura del auto de formal prisión por parte del
juez y su secretarios llevó 10 minutos, el inculpado tardó
casi media hora en hablar con sus abogados a través de la rejilla
de prácticas. La deliberación sobre las nuevas estrategias
a adoptar entre el empresario y su equipo legal parecían más
el regaño de éste por lo ocurrido, pues mientras Ahumada
no dejaba de manotear y hablarles al oído a sus defensores para
evitar ser escuchado por alguno de los seis custodios que lo trasladaron
desde su celda, los Collado apenas emitían palabra y en cambio se
cruzaban de brazos, se tocaban la barbilla, se acomodaban el cabello o
de plano, agachaban la cabeza.
A su salida, Juan Collado manifestó que en lugar
de apelar la determinación del juez solicitarán amparo ante
los juzgados federales -como ocurrió con el auto de formal prisión
que Ahumada recibió por el fraude de 31 millones contra la delegación
Gustavo A. Madero por el undécimo juzgado penal-, pues dijo que
el juez Alvarado Lara no tomó en cuenta las pruebas presentadas,
como los recibos de entrega del material de construcción hecho por
la Comercializadora Austral, una de las empresas de Grupo Quart, propiedad
de Ahumada.
"Tenemos todas las pruebas pertinentes para que no se
hubiera dictado este auto, principalmente un acta notarial de la asamblea
donde se especifica que Ahumada ya no es administrador de la sociedad de
Austral. Además se entregó la mercancía: ¿dónde
está el engaño o el fraude? Aquí no hay nada de eso
(...) Esperamos que con la justicia federal tengamos un resultado favorable.
En términos jurídicos, debió haber recibido auto de
libertad", dijo el abogado y reconoció que su cliente estaba muy
molesto, pero descartó que estuviera inconforme con el trabajo de
su defensa.
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