México D.F. Lunes 7 de junio de 2004
Simulan autoabastecimiento y venden la energía;
el gobierno, indiferente, advierte
Denuncia el SME comercio ilegal de electricidad hecho
por trasnacionales
A los inversionistas extranjeros se les subsidian costos
y tienen una tarifa de porteo baja
PATRICIA MUÑOZ RIOS
Compañías
transnacionales del sector eléctrico están incurriendo en
comercio ilegal de este energético, ya que simulan que lo que generan
es para autoabastecimiento y lo están vendiendo cuando no lo tienen
permitido, violando la ley y ocasionando daño patrimonial grave
a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y a Luz y Fuerza del
Centro (LFC).
El Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) apunta lo
anterior en un informe entregado a la prensa, en el que establece que de
los 60 permisos de autoabastecimiento que se entregaron a empresas extranjeras
en fechas recientes, en 13 de ellos se logró demostrar que realizan
comercio ilegal con el fluido y sin embargo el gobierno no ha tomado medidas
para sancionar estos actos.
El documento precisa que en lo que se refiere a los 35
permisos de cogeneración de electricidad que actualmente se tienen
vigentes, igualmente se ha detectado que realizan acciones no permitidas
de venta de energía y a pesar de ello no se les retiran los permisos
por parte del gobierno.
Añade que, por si fuera poco, se han entregado
seis permisos de exportación de energía eléctrica
por 2 mil 430 megavatios, que conllevan diversos riesgos que afectan la
seguridad nacional, al permitir la maquila de electricidad con gas importado
y la extensión del sistema eléctrico estadunidense en territorio
nacional.
Además, a estos inversionistas extranjeros se les
están subsidiando costos, ya que se les dio una tarifa de porteo
muy baja. El precio por kilovatio-hora que se les cobra es tan bajo que
sólo permite cubrir una parte de los costos reales en los que incurren
CFE y LFC, ocasionando también daño financiero a ambos organismos
descentralizados.
Según explica el informe, todos estos datos forman
parte de la denuncia de hechos presentada el 2 de junio de 2003 por el
senador Manuel Bartlett Díaz, presidente de la Comisión de
Puntos Constitucionales del Senado de la República, y el diputado
Salvador Rocha Díaz, presidente de la misma comisión en San
Lázaro, ante la Auditoría Superior de la Federación
(ASF).
Se evidencian en esta demanda las diversas irregularidades
y violaciones en contra de la ley y la Constitución cometidas por
la Secretaría de Energía, la Comisión Reguladora de
Energía y la Comisión Federal de Electricidad, al otorgar
240 permisos de autoabastecimiento, cogeneración, producción
independiente, importación y exportación de energía
eléctrica.
La principal argumentación de los denunciantes
es que los 225 permisos a extranjeros para participar en este sector dejan
en sus manos 54 por ciento de la capacidad de generación del sector
eléctrico nacionalizado.
Incluso, bajo la figura de productor independiente de
energía, se han concedido 17 permisos que representan 19 por ciento
de la capacidad de generación de CFE, y todos los permisionarios
son empresas extranjeras de capital español, francés, estadunidense
y japonés.
Dicho estudio determina que ''de continuar la tendencia
promovida por el gobierno de Vicente Fox, para 2011 el sistema eléctrico
nacional tendrá instalados 63 mil 214 megavatios, de los cuales
alrededor de la mitad estarán en manos de empresas extranjeras,
''generando como consecuencia el estancamiento y desaparición progresiva
de CFE y LFC''.
Para el Sindicato Mexicano de Electricistas, el informe
de la Auditoría Superior de la Federación demuestra que se
está privatizando a marchas forzadas, llegando al extremo de tener
ya comprometida con inversiones privadas extranjeras la generación
necesaria hasta el año 2008, y reduciendo a una mínima participación
la generación de la CFE.
Del mismo modo, señala que la Comisión Reguladora
de Energía ha otorgado permisos sin los debidos fundamentos y motivación
que exige la Ley Federal de Procedimiento Administrativo, por lo que son
nulos de origen; además, ha concedido permisos a asociaciones de
consumidores ficticias y ha autorizado la venta de energía bajo
la figura de autoconsumo simulado.
Además, se han autorizado permisos sin estudio
de impacto ambiental; colocan en México plantas contaminantes para
exportar a Estados Unidos, donde sí protegen su medio ambiente,
y autoridades y funcionarios del sector han impulsado la privatización,
violando la ley, la Constitución, favoreciendo simulaciones, aceptando
la descapitalización del sector y dañando financieramente
a la entidad; lo más grave es que se ha argumentado públicamente
que la CFE no es viable, cuando las auditorías concluyen que sí
lo es.
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