México D.F. Martes 8 de junio de 2004
En un documento estipulan que el presidente
"tiene autoridad" para su aprobación
Abogados militares de EU justifican desde 2003 la tortura
a prisioneros
La obtención de datos de inteligencia "es vital
para la seguridad", sostiene el Pentágono
Rechaza el ejército que en Guantánamo
se hayan autorizado el abuso o las vejaciones
REUTERS, DPA Y EFE
Nueva
York, 7 de junio. Abogados del Departamento de Defensa elaboraron en
2003 un informe que justifica la tortura a prisioneros de guerra con el
argumento de que el presidente George W. Bush no está obligado a
cumplir leyes internacionales que prohíben esa práctica y
que los agentes estadunidenses que recurren por órdenes presidenciales
a técnicas de interrogación forzosa, no son sujetos de persecución
del Departamento de Justicia.
La justificación jurídica fue presentada
en un informe elaborado para el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld,
cuando los mandos militares en la base naval estadunidense de Guantánamo,
Cuba, se quejaron a finales de 2002 de que no podían obtener suficiente
información de los prisioneros de la guerra de Afganistán
por medio métodos convencionales, reportó este lunes el diario
The Wall Street Journal.
En reacción a ese informe, el Pentágono
aclaró que la tortura no ha sido autorizada contra prisioneros en
la base naval de Guatánamo. "La idea de que existe algún
subterfugio que permite torturar en estos procedimientos es realmente falsa,
y se puede demostrar", dijo a Afp el vocero del Departamento de Defensa,
Larry DiRita.
El informe de los abogados militares fue divulgado en
momentos en que la Suprema Corte de Justicia de Estados Unidos estudia
un caso de defensa de los derechos de presos extranjeros en Guantánamo.
El gobierno estadunidense sostiene que los extranjeros presos en Guantánamo
no tienen derechos constitucionales y no pueden desafiar su detención
ante los tribunales. Los jueces tienen que decidir este mes si la sede
militar ubicada en el extremo sureste de la isla caribeña y alquilada
a Cuba desde 1903, es territorio extranjero o de jurisdicción estadunidense,
para determinar qué leyes son válidas.
Los abogados del Pentágono -señaló
el Journal- argumentan que las restricciones establecidas en leyes
estadunidenses y tratados internacionales pueden quedar en un segundo plano
por "razones de seguridad nacional o por tecnicismos legales".
Cerca de 600 presuntos combatientes talibanes o de Al
Qaeda de 40 países, la mayoría capturadas en Afganistán
a finales de 2001, están detenidos en Guantánamo sin haber
sido procesadas por un tribunal y sin tener derecho a un abogado. Algunos
de los convictos son menores de 18 años.
El diario informó que el documento de los juristas
militares es un borrador del 6 de marzo de 2003, pero aclaró que
el informe final no tuvo cambios sustanciales, aunque sí algunas
modificaciones menores.
"La obtención de información de inteligencia
es vital para la protección de miles de ciudadanos estadunidenses"
es lo más importante y por esa razón, los límites
legales para extraer información con torturas no son válidos
en este caso, señaló el reporte del Pentágono.
En
el documento se afirmó que en su calidad de comandante en jefe de
las fuerzas armadas, el presidente de Estados Unidos tiene la autoridad
de aprobar cualquier acción física o sicológica durante
los interrogatorios, incluso la tortura.
Se desconoce si Bush vio el reporte alguna vez, pero Estados
Unidos ratificó en 1994 la Convención contra la Tortura de
la Organización de Naciones Unidas, en la que se estipula que esa
práctica no puede ser justificada por ninguna circunstancia excepcional
y que no se pueden invocar por órdenes superiores para cometer esos
actos.
Un funcionario del Pentágono entrevistado por The
Wall Street Journal dijo que algunos abogados militares se opusieron
a algunos métodos de interrogación, pero finalmente firmaron
el reporte en abril de 2003, poco después de que empezó la
guerra contra Irak.
Algunos de los métodos utilizados en la base del
Caribe -donde se registran temperaturas sofocantes en ciertas horas del
día- incluyen la privación del sueño hasta por 96
horas continuas, el forzamiento a posiciones estresantes, la negación
de alimentos y ropa, según fuentes del Servicio Secreto estadunidense,
citadas por el diario.
Militares estadunidenses han sido acusados hasta ahora
de haber cometido torturas contra prisioneros en Guantánamo y en
Irak.
Sin embargo, hasta ahora sólo hay seis soldados
procesados en Estados Unidos.
Los abusos cometidos en Guantánamo han sido denunciados
por organismos internacionales como Amnistía Internacional y el
Comité de la Cruz Roja Internacional, los cuales han señalado
la violación a las convenciones de Ginebra, que regulan situaciones
en conflicto para civiles y militares.
Pero además, un británico liberado este
año de la base en la isla de Cuba denunció los abusos cometidos
en su contra durante los dos años en que estuvo preso. Los detenidos
en Guantánamo son acusados de formar parte de Al Qaeda y el talibán.
Jamal Harith, británico de 37 años, de origen
árabe y jamaiquino, reveló en marzo que las torturas que
le aplicaron tenían el objetivo de "quebrarte sicológicamente".
El prisionero, liberado después probar que no tenía
vínculos con organizaciones antiestadunidenses establecidas en Afganistán,
afirmó que en repetidas ocasiones los militares estadunidenses le
dijeron: "aquí no tienes derechos".
Por lo que toca a los casos de tortura en Irak, hasta
ahora sólo hay seis militares procesados.
Uno de ellos es Jeremy Sivits, quien fue el que torturó
al iraquí que apareció en la fotografía publicada
por la revista The New Yorker, en mayo, donde se le muestra desnudo,
encapuchado y parado sobre una caja con alambres conectados a los dedos
de sus manos, pies y pene.
Sivits fue sentenciado por un tribunal militar el 19 de
mayo a un año de cárcel y la expulsión del ejército.
Otro de los procesados es la soldado Lyndie England, quien
apareció en una foto donde se le ve sosteniendo una correa atada
al cuello de un prisionero.
La prensa estadunidense dio a conocer el 11 de mayo que
existen al menos 250 fotografías de abusos cometidos en Abu Ghraib,
a las afueras de Bagdad.
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