México D.F. Martes 8 de junio de 2004
Se deslinda la Sedena de declaraciones de sociedad
de ex cadetes
Señora directora: Por este medio le envío
un cordial saludo y aprovecho esta oportunidad para hacer una aclaración
acerca de las notas "Piden militares decisiones duras y enérgicas
al presidente Fox" y "Las fuerzas armadas deben quedar fuera del tobogán
del escándalo", escritas por los señores Gustavo Castillo
García y Enrique Méndez, respectivamente, que fueron publicadas,
la primera, el 6 de junio, y la segunda ayer.
En síntesis, dichas noticias citan declaraciones
emitidas por el general de división retirado Fernando Pámanes
Escobedo y por el doctor Alfonso Kramer Iglesias, presidente y secretario
de una organización denominada "Sociedad de ex Cadetes del Heroico
Colegio Militar", relativas, entre otras, a que el titular del Poder Ejecutivo
federal debe "tomar decisiones duras y enérgicas" para enmendar
el camino y superar la crisis del país, así como que desarrollarán
actividades que permitan impulsar acciones cívicas y económicas
en favor de militares retirados.
Asimismo, se menciona que tales declaraciones motivaron
reacciones de malestar en diputados del PRI, quienes se pronuncian porque
el Ejército mexicano y el personal militar retirado sean claros
en su postura sobre el particular.
Al respecto, deseo manifestarle que esta institución
castrense se deslinda totalmente de cualquier comentario realizado por
la sociedad en comento, que por ser de carácter civil carece de
reconocimiento oficial por parte de -y ante- la Secretaría de la
Defensa Nacional, que sólo acepta como organización con personal
afiliado de militares retirados a la Asociación del Heroico Colegio
Militar, cuyo presidente es el general de división DEM retirado
Gonzalo Castillo Ferrera.
Al considerar que ese prestigiado diario es reconocido
no sólo por su ética y su veracidad, sino también
por su respeto al derecho de réplica, agradeceré que sea
publicada la presente aclaración, de conformidad con lo previsto
en los artículos 21 y 27 de la Ley de Imprenta.
General brigadier DEM Efrén Martínez
Guzmán, director general de Comunicación Social de la Sedena
Piden celeridad en las investigaciones sobre desaparecidos
políticos
Querida Carmen: Agradeceremos como siempre la publicación
de esta carta.
Vivimos tiempos convulsos. El torbellino en el que hoy
se desenvuelve el mundo hace que dejemos pasar pequeños eventos
de inmensa importancia.
Hoy escribimos esta carta para recordar a los desaparecidos
políticos de nuestro país. Recordar es traerlos de nuevo
al corazón. Nuestro padre, Rafael Ramírez Duarte, es un desaparecido
político. Son ya 27 los años que hemos tenido que vivir sin
él. Durante el mismo tiempo hemos visto envejecer a nuestra abuela
en el sufrimiento de la ausencia de su hijo; en el mismo tiempo hemos aprendido
el amor con ausencia en la persona de nuestra madre, que aún lo
espera porque aún lo ama.
Hemos crecido rodeados de las doñas, madres de
los desaparecidos, con su increíble fuerza y dignidad, con su ejemplo
inquebrantable en la defensa de los derechos de la humanidad a través
del amor que sienten día a día por sus hijos, que no están.
Y es una historia maravillosa que no queremos vivir ni un día más.
Pasan los días, convulsos, llenos de horas y sucesos
sin duda importantes, y los encargados de ejercer la justicia en nuestro
país dejan pasar el tiempo, haciendo como que buscan a los responsables
de las desapariciones de más de 500 mexicanos, mientras utilizan
las instituciones de justicia de este país a discreción y
de una manera tan sesgada que raya en lo grotesco.
La famosa "fiscalía especial" fue creada hace ya
varios años y al día de hoy no hemos visto mayor resultado.
Lo que es peor: ha pasado un tiempo precioso que no les pertenece. "La
detención de Nazar Haro", dirán algunos; a lo que habrá
que responder: "hagan ustedes el seguimiento de la noticia y sabrán
que ese señor esquiva su pena apoyándose en amparos que,
caritativamente, suelen otorgar", "ese señor que ni siquiera está
preso como debería, sino oculto en algún hospital privado
de Monterrey, con todos los favores de algunos jueces y un poco más".
En este tiempo hemos visto pasar fiscalías, discusiones
sobre la mal llamada guerra sucia y pertinencia del Estado para
proveer y garantizar los derechos humanos (no fue guerra, sino una represión
brutal), firmas de convenciones interamericanas con sus aberrantes declaraciones
interpretativas, presidentes que fallecen sin haber pagado por el dolor
y los crímenes que cometieron, así como la impunidad y el
cinismo de los que siguen vivos.
Y en todo este tiempo, y todas estas actuaciones, nos
atrevemos a hacer una pregunta, mínima, pero apenas justa, sin duda:
¿y si siguen vivos? Nosotros tenemos la certeza de que sí,
pero incluso los que lo dudan deben aceptar que es una posibilidad.
Es imprescindible que los proveedores de justicia hagan
su trabajo desde la premisa de tal pregunta.
Ese tiempo que dejan pasar como burócratas, apilando
los casos de desapariciones como papeles que pueden esperar a mañana,
es tiempo valiosísimo: tiempo vital.
Basta ya de largas y malos tratos a las madres de los
desaparecidos, basta de dejar pasar el tiempo, basta de falacias y promesas
que son obligaciones sin cumplir.
Este gobierno lleva más de mil 500 días
sin resolver un solo caso de desaparición forzada. Es el gobierno
de las mentiras, los acuerdos en lo oscuro, el cinismo y la complicidad.
¡Vivos los llevaron, vivos los queremos!
Papá: te recordamos y te queremos, y queremos que
sepas que, entre muchos otros, nosotros no dejamos de luchar por tu libertad.
Tania y Pável Ramírez Hernández
El
Correo Ilustrado
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