México D.F. Martes 8 de junio de 2004
Acepta que narcos y secuestradores dirigen
bandas organizadas aun encarcelados
El cártel de los Arellano Félix
fue desarticulado: Macedo de la Concha
EU ofrecía recompensa millonaria por dos de los
gatilleros detenidos el pasado 3 de junio
JESUS ARANDA
El cártel de los Arellano Félix quedó
"desarticulado", luego de la captura de dos de sus principales gatilleros
y siete integrantes más de la banda que encabeza Eduardo Arellano
Félix, El Tigrillo -quien se encuentra prófugo-, aseguró
ayer el titular de la Procuraduría General de la República
(PGR), Rafael Macedo de la Concha, quien reconoció que los líderes
de bandas de narcotraficantes y secuestradores recluidos en la prisión
de máxima seguridad de La Palma continúan operando sus organizaciones
desde la cárcel, pese a los esfuerzos de las autoridades.
El secretario de la Defensa, Ricardo Clemente Vega, destacó
la labor de los cuerpos de inteligencia del Ejército y de la PGR
que están desplegado en todo el país, ya que su labor ha
sido fundamental para la captura de integrantes de cárteles
de la droga en lo que va de la presente administración.
Ambos generales ofrecieron ayer una "madrugadora" conferencia
de prensa (a las 7 de la mañana) en la que informaron sobre la captura,
el pasado 3 de junio, de Efraín Pérez Pasuengo, El Efra,
y Jorge Aureliano Félix, El Macumba, quienes son considerados
por la PGR los números 1 y 2 de la estructura de mando del cártel
de los Arellano Félix, sólo por debajo de El Tigrillo.
Asimismo dieron a conocer la captura de otros siete integrantes
de la misma organización delictiva: Alfonso Escobedo Villalbazo,
El Rambo; Francisco Ocho Castillo, Enrique López Ruiz, José
Luis Núñez Avelar o René Gaume Geraldo, José
Manuel Ayala Mora, Alberto Antonio Gómez (ex agente de la Policía
Judicial Federal) y Antonio Gutiérrez Atienzo.
Cabe señalar que El Efra y El Macumba
están acusados penalmente por los delitos de violación a
la Ley Federal contra la Delincuencia Organizada y contra la Salud en su
modalidad de tráfico de cocaína y mariguana.
Pese a que las autoridades de Estados Unidos otorgaban
una recompensa de 5 millones de dólares a quien ofreciera datos
fidedignos para su captura, por estar acusados de los delitos de detención
conspiración y narcotráfico, y a que los dos delincuentes
tienen solicitud de detención con fines de extradición, Macedo
precisó que primero tendrán que ser juzgados y cumplir sus
sentencias en México.
Se trata de un grupo de narcotraficantes especialmente
violento
El procurador destacó la importancia de las detenciones,
toda vez que el grupo delictivo que opera en Tijuana preocupa a las autoridades
mexicanas por las acciones "particularmente violentas" que ejecuta, producto
de la lucha interna por el control de la organización, sobre todo
a partir de la muerte de Ramón Arellano Félix (febrero de
2002) y la detención de su hermano Benjamín, ocurrida un
mes después en la ciudad de Puebla.
Además, por los enfrentamientos con los grupos
que encabezan Ismael El Mayo Zambada y Joaquín, El Chapo,
Guzmán Loaera por el control de la venta de droga en el norte
del país.
En otro orden, el general Macedo reconoció que
actualmente preocupan al gobierno "todas las regiones del país",
porque "por un lado está la vulnerabilidad de la frontera sur, donde
por medio de la vía aérea, por mar o tierra, existe la pretensión
permanente de los narcotraficantes de llevar las drogas a su destino final:
Estados Unidos".
En el centro del país, agregó, "tenemos
el problema de que la droga se paga con droga, con un mercado interno preocupante
y narcomenudeo".
El funcionario federal añadió que los principales
cárteles de la droga operan en prácticamente todo
el territorio nacional, y cuando alguno de sus líderes es detenido
"surgen nuevos elementos que se integran a estas organizaciones criminales
con el fin de asumir liderazgos".
Vega García acotó que la demanda de drogas
fluye del sur hacia el norte, lo que obliga a las autoridades a no dejar
de trabajar un solo día en el combate al narcotráfico.
Macedo concluyó que pese al golpe asestado en Tijuana,
actualmente "no hay una influencia determinante de ningún cártel
de la droga, sino que todos pretenden y se confrontan entre sí,
para lograr espacios de impunidad".
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