El gobierno de Vicente Fox y el Partido Acción Nacional realizaron ayer dos actos de masas -uno en su propia sede y otro en el Palacio de los Deportes- para presentar algo así como un frente campesino y una estrategia claramente orientada a obtener votos del agro en las elecciones de 2006.

En el edificio partidista se dio a conocer, ante un millar de campesinos acarreados al más puro estilo priísta, un Programa de Acción Rural (Plantar) orientado, según el presidente nacional panista, Luis Felipe Bravo Mena, a organizar en una expresión política a los "cientos de miles de campesinos y hombres del campo e indígenas que son panistas".

En el consejo de Plantar quedaron integrados los secretarios de Desarrollo Social, Josefina Vázquez Mota; Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Javier Usabiaga, y de la Reforma Agraria, Florencio Salazar.

Por otra parte, en el recinto deportivo se conformó la Unión Nacional Integradora de Organizaciones Solidarias y Economía Social (Unimoss). Según Josefina Vázquez Mota, secretaria de Desarrollo Social y "madrina" de la nueva asociación, Unimoss "nace independiente", aunque se reclama de la ideología panista, surge alabando al gobierno de Fox y es presidida por Javier Eduardo López Macías, quien hasta el mes pasado fungió como director general de Operación Regional del Fondo Nacional de Apoyo para las Empresas Sociales (Fonaes) de la Secretaría de Economía, dependencia que aportó una ayuda sustancial a la organización del acto inaugural en el Palacio de Los Deportes. Además de Vázquez Mota, la reunión tuvo por "padrinos" al secretario de Economía, Fernando Canales Clariond, y al subsecretario de Agricultura, Antonio Ruiz García.

No hay nada criticable, en principio, en la decisión panista de ensanchar su influencia y su presencia en el agro, presencia que tradicional e históricamente se ha limitado a los "pequeños" propietarios del Bajío y a los empresarios agrícolas como la familia Fox y el propio Usabiaga. El partido tiene todo el derecho de disputar el sufragio campesino a otros institutos políticos y es con ese propósito que inventó y dio a conocer su programa Plantar y su central campesina Unimoss. Incluso puede resultar digno de encomio que la dirigencia blanquiazul haya realizado, ayer, un perceptible esfuerzo para hacerse a la idea de que en nuestro país existen pueblos indios y que éstos son un factor de gran importancia en el ámbito agrario.

Lo que resulta inaceptable, en cambio, es la evidente utilización de posiciones en la administración pública -las secretarías mencionadas en los párrafos anteriores- para impulsar la creación de entidades clientelares y corporativas de clara filiación panista. Diríase que, con tal de llevar al agro la ideología blanquiazul, Acción Nacional recurre a tácticas emblemáticas del viejo priísmo, como el establecimiento, desde el poder político, de organizaciones de masas destinadas a respaldar la perpetuación de sus "benefactores" en el control del gobierno.

Desde esa perspectiva, la súbita y febril actividad "campesina" de integrantes del gabinete foxista y de dirigentes de Acción Nacional es, ni más ni menos, una típica práctica de partido de Estado y una nueva expresión de incongruencia del que todavía se denomina a sí mismo "gobierno del cambio".