México D.F. Martes 15 de junio de 2004
Lista, la sofisticada caza de migrantes
en EU
La operación ABC desplegará aviones con
alta tecnología; ONG temen más muertes
ALONSO URRUTIA ENVIADO
Altar,
Son. En los próximos días entrará en operación
la segunda fase, la más agresiva, del denominado programa de Control
Fronterizo en Arizona (ABC, por sus siglas en inglés). Aviones no
tripulados tipo Hermes 450 -cuyo costo supera los 4 millones de dólares-
reforzarán la vigilancia en la frontera Arizona-Sonora.
Con un complejo equipo de radar, cámaras de rayos
infrarrojos y de video de alta definición, conectadas a estaciones
terrenas, las aeronaves enviarán señales a la Patrulla Fronteriza
sobre el ingreso de grupos de migrantes y su localización. Todo
ello para reforzar el trabajo de 2 mil miembros de la corporación
y helicópteros para completar las operaciones antinmigrantes.
¿Qué se espera del ABC?
El responsable de la frontera norte de la Comisión
Pastoral de Movilidad Humana, de la Iglesia católica, René
Castañeda, vaticina sin dudar: "espero más muertes, más
xenofobia, más racismo y el fortalecimiento de aquellos grupos minoritarios,
aunque a veces mayoritarios, que van en contra de la migración".
No se quiere comprender el origen, dice. "Lo que expresa
este fenómeno creciente de migración es el reflejo de una
economía neoliberal desestabilizada que no ha funcionado, que beneficia
a un grupo muy reducido, mientras la mayoría se sumerge en la pobreza."
Los antecedentes avalan su dicho. Hace una década
que Estados Unidos puso en práctica sus programas de militarización
fronteriza con la entrada en vigor del Operativo Guardián,
cuya meta era controlar el ingreso por California. El saldo en los primeros
cinco años de vigencia fue el aumento de 400 por ciento en las muertes
de indocumentados.
Para el presidente del Colegio de la Frontera Norte, Jorge
Santibáñez, el contexto en que se despliega el ABC es el
de un fenómeno desbordado de migración entre Sonora y Arizona.
Un fenómeno previsto por las autoridades estadunidenses desde que
se puso en marcha el Operativo Guardián, porque sabían
que sólo induciría los cruces por otras zonas y ahora busca
controlarlos con estas acciones, que se contraponen con la insuficiencia
de los programas migratorios nacionales.
"Lo
preocupante es que nos van a acercar cada vez más al modelo de traficante
en Europa, esto es, que ante la complejidad de los cruces, el crimen organizado
desplazará a los actuales polleros. Un crimen organizado
que requerirá de una mayor red de complicidades, de una infraestructura
que eventualmente podría relacionarse más con otras formas
delictivas, como el narcotráfico."
ABC
En marzo, Asa Hutchinson, secretaria de Seguridad Fronteriza
y Transporte, del Departamento de Seguridad Interna, anunció un
ambicioso programa de control fronterizo federal y estatal, cuyo objetivo
es frenar el ingreso de migrantes. En las metas fijadas se persigue también
combatir el incremento de los índices de criminalidad, que asocian
a la migración, así como reducir las presiones a los servicios
sociales en Arizona. De igual forma incluye un paquete de recompensas para
combatir al crimen organizado con base en las listas de los traficantes
más buscados.
Quizá lo más emblemático del programa
sea lo que en los próximos días entrará en operación:
los vuelos no tripulados de los aviones tipo Hermes 450. Estas aeronaves
son ligeras, con un peso no superior a media tonelada, pero que alcanzan
velocidades cercanas a los 130 kilómetros por hora.
Cada uno está provisto de varias cámaras
instaladas para poder ser "tripulados" a control remoto desde una estación
terrena. Con una autonomía de vuelo hasta de 20 horas, según
algunas descripciones sobre sus capacidades, tuvieron su origen en misiones
militares y han sido utilizados -ya en operaciones de vigilancia e inteligencia-
por Israel en los territorios palestinos. Originalmente, los vuelos no
tripulados se iniciarían el primero de junio, pero se reprogramaron
para la segunda quincena del mes.
Por lo pronto, ya se ha incrementado la flota de helicópteros,
de camionetas y de personal -que alcanzará 2 mil efectivos-, en
un programa cuyo costo es millonario para controlar los más de mil
kilómetros de frontera que hay entre Sonora y Arizona.
Entrevistados
por separado, Santibáñez y Castañeda tienen una coincidencia
básica: no hay frontera en el mundo -donde haya paz- que tenga los
controles militarizados como los que existen entre México y Estados
Unidos.
Santibáñez advierte que el ABC es como una
secuela natural del Operativo Guardián. Documentos internos,
no confidenciales, del Servicio de Inmigración y Naturalización,
desde entonces advertían que los migrantes escogerían otras
rutas. De hecho, se asumía que serían más peligrosas
y con más riesgo para los migrantes.
Se sabía que únicamente habría un
redireccionamiento del flujo migratorio. Diez años después,
el ABC complicará los cruces por la zona. Para Santibáñez,
frente a esta política avalada por el Congreso estadunidense, debería
ser inadmisible para México mantener un discurso de socios y amigos,
cuando los controles migratorios amenazan con más muertes. Incluso,
tendría elementos para acudir a las cortes internacionales y denunciar
una política de control fronterizo que se abstrae de los costos
humanos.
Sin embargo, señala que el silencio mexicano obedece,
en cierta medida, a que "no estamos haciendo nuestra parte; los programas
son insuficientes para enfrentar el fenómeno en Sonora, donde diversos
actores se han visto involucrados y favorecidos con la migración.
Hay toda una industria que se beneficia de esto, e incluye transportes
aéreo y terrestre, hoteles, polleros, que viven de la migración".
Con el ABC -añade- se refuerza en Estados Unidos
la asociación de los migrantes con la delincuencia y toda la carga
que ello implica. En teoría, México debería buscar
sacar de la agenda de la seguridad estadunidense el tema de la migración,
lo paradójico es que después del 11 de septiembre, tratar
con Estados Unidos sólo puede hacerse a partir del tema, así
es que debe aprovecharse ese interés para retomar el asunto migratorio.
Fortalecerán
a grupos xenofóbicos
Para Castañeda, la aplicación del ABC convertirá
en más riesgoso el paso por Sonora y, seguramente, a futuro trasladará
los flujos migratorios hacia otras zonas, como sucedió con el Operativo
Guardián, "cuando comenzó a militarizarse la frontera".
Esta es la zona más riesgosa, justo el territorio de la reservacióin
indígena de los tohono, y no se necesita ser profeta para anticipar
que habrá más muertes ahora.
Sostiene: la Iglesia respeta el derecho de las naciones
a vigilar y controlar sus fronteras, pero cuando se ejecuta con programas
que agudizan los riesgos de muerte y favorecen los abusos de las autoridades,
se vuelve totalmente inhumano. No hay frontera en el mundo que tenga estos
controles, insiste.
Al abundar sobre la xenofobia, advierte que los grupos
antinmigrantes, los rancheros de Douglas que no entienden de la desesperación
de la gente que la obliga a migrar, verán reforzadas sus visiones
de asociarlos con la delincuencia, estigma que se cuelga a todos los indocumentados.
El anuncio de la instrumentación del ABC ha generado
ya reacciones en contra. Movimientos ecuménicos han comenzado a
exigir que cesen las muertes. Refiere Castañeda que algunas organizaciones
ecuménicas que conforman la agrupación Fronteras Compartidas,
pretenden reproducir la idea del Movimiento Santuario, por el que algunos
templos estadunidenses fueron convertidos en refugios durante la convulsión
social de los años 80 en Centroamérica.
Acá ofrecen apoyos a migrantes, de colocación
de barriles de agua en zonas estratégicas, pero la ley en Estados
Unidos es muy dura, " tú puedes darle agua a un migrante por humanidad,
pero si reproduces esa acción, entonces la autoridad te identifica
como promotor de la migración ilegal. Esa es la realidad".
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