México D.F. Miércoles 16 de junio de 2004
Los funcionarios responden que en esa lucha
el Congreso también tiene responsabilidad
Legisladores señalan falta de voluntad
de Gertz y Ebrard para combatir el crimen
ANDREA BECERRIL
Los secretarios de Seguridad Pública federal y
del Distrito Federal, Alejandro Gertz Manero y Marcelo Ebrard Casaubón,
respectivamente, rechazaron las acusaciones de senadores y diputados del
PRI -quienes incluso hasta les pidieron la renuncia- de no tener voluntad
para frenar la delincuencia organizada, de manera especial el secuestro,
y resaltaron la responsabilidad del Congreso para crear un marco legal
que ayude a combatir la inseguridad en el país.
Durante
la reunión con integrantes de la Comisión Permanente, ambos
funcionarios evitaron la confrontación con los legisladores y dejaron
claro que hay coordinación entre las dos instancias de gobierno.
El único roce lo protagonizó Gertz, al parar las acusaciones
del senador priísta César Camacho, quien acusó a los
invitados de evadir sus responsabilidades y de manejar cifras alegres frente
al "aumento galopante del secuestro" y a la conformación de "una
auténtica industria del crimen en las grandes ciudades".
"¿Tendremos que seguir escuchando ardides y justificaciones,
cuando no insultantes teorías que hablan de maquinaciones políticas
para disimular o distraer su probada ineficacia?", insistió Camacho
Quiroz, y preguntó luego si no sería conveniente que tanto
Gertz Manero como Ebrard "cedan el lugar a quienes sí acrediten
oficio, mayores luces y mejor disposición".
Gertz Manero le dijo a Camacho Quiroz que le contestaría
en la misma forma que preguntó, y le recordó entonces que
cuando fue gobernador interino del estado de México -de 1995 a 1999-
el total de delitos en esa entidad pasó de 160 mil a 180 mil, una
elevación de dos puntos porcentuales respecto a la media nacional.
Rechazó que las cifras que dio en su presentación
choquen con la realidad. En su exposición inicial indicó
que la incidencia delictiva en la red federal de carreteras disminuyó
en más de 60 por ciento debido al programa nacional de seguridad
en la materia, y la Policía Federal Preventiva (PFP) "ha dado ejemplo
de lo que es afrontar sus propias responsabilidades", pero reconoció
que "no se han podido reducir los índices delictivos que la sociedad
demanda".
Por ello, en la respuesta al senador Camacho Quiroz, el
titular de la SSP refutó que haya rehuido sus responsabilidades.
"Las estamos enfrentando", señaló, y aludió luego
a la colaboración necesaria del Congreso.
Aunque la réplica de Camacho Quiroz fue virulenta
y acusó a Gertz de poco profesional, de "necedad y contumacia",
el funcionario evitó entonces el roce con el senador priísta;
tampoco lo hizo con la senadora Martha Tamayo y la diputada también
priísta María Esther Schermann, quienes insistieron en la
posibilidad de que tanto él como Ebrard dejen sus cargos y los acusaron
de incompetentes.
Ambos funcionarios, sin embargo, advirtieron que la inseguridad
es un problema que requiere la participación de los tres órganos
de gobierno y que todos cumplan su responsabilidad, entre ellos el Congreso.
Gertz Manero aludió a la necesidad de unificar criterios legales
mediante un Código Penal único, un solo Código de
Procedimientos Penales, una Ley de Justicia Cívica, una de Prevención
y Readaptación Social y una de menores.
Ebrard Casaubón, a su vez, resaltó que en
el combate a la delincuencia "voluntad sobra", y defendió también
las cifras que antes había desglosado, en el sentido de que se redujeron
en 6 por ciento, en lo que va del año, los robos, y en 27 por ciento
la incidencia delictiva en Polanco. Son datos de la Procuraduría
de Justicia del Distrito Federal, que coinciden con los de la Cámara
de Comercio de la Ciudad de México. Sin embargo, admitió,
"estamos concientes de que necesitamos avanzar con más profundidad
para alcanzar los niveles de seguridad que reclama la ciudadanía
capitalina".
Recalcó que para reducir la delincuencia es necesario
el crecimiento económico, la cultura de la legalidad y reformas
legales, ya que por mandato constitucional la policía preventiva
está impedida para investigar delitos y no cuenta con bases de datos
que le permitan el acceso a la historia criminal de los detenidos. Se requiere,
insistió, más facultades y una reorganización de los
cuerpos policiacos, revisar su régimen laboral para establecer un
sistema disciplinario.
Puso un ejemplo: en las cárceles del Distrito Federal
hay mil 800 detenidos por secuestros, pero sólo a 7 por ciento de
los mismos se les ha podido incautar sus bienes, porque los procedimientos
son inaplicables. "La policía preventiva no puede siquiera hablar
con un detenido por plagio", comentó.
Plan capitalino
El senador perredista Jesús Ortega resaltó
a su vez que es "deplorable y perverso" aprovechar el problema de los secuestros
y del crimen organizado en general, "con fines político-electorales",
y advirtió que la propuesta legislativa en materia de justicia que
recién envió el presidente Vicente Fox al Congreso es incompleta,
ya que se requiere una reforma estructural en la materia.
Otro perredista, el diputado Gilberto Ensástiga,
reforzó el planteamiento y propuso que se convoque a una cruzada
nacional en la que participe el gobierno federal, el Poder Judicial, la
Conferencia Nacional de Gobernadores y el Congreso, para enfrentar el problema,
sin campañas mediáticas que pongan en jaque a un gobierno.
Las priístas Martha Tamayo y María Esther
Scherman, sin embargo, consideraron que no es válido echar la bolita
al Congreso, y acusó a los funcionarios de pretender restar importancia
al delito del secuestro. Ante ello, Ebrard le respondió que el gobierno
capitalino no minimiza el problema, pero sí discute las cifras de
una empresa como Crol, que tiene un conflicto de interés, al participar
en servicios de negociación de los plagios.
Al final de la comparecencia, Ebrard -que en realidad
asistió como invitado- en entrevista anunció que las autoridades
capitalinas darán a conocer en breve un plan antisecuestro en la
ciudad de México, del que no quiso dar mayores datos.
Cuestionado sobre la posibilidad de que se quiera seguir
politizando el problema de la criminalidad, Ebrard respondió que
"siempre habrá quien quiera sacar raja a las cosas".
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