MEXICO SA

Carlos Fernández-Vega

Fox despide burócratas baratos y contrata costosos funcionarios

Cunde el desempleo, pero la burocracia federal se ''engulló el ingreso petrolero''

NO ES LA PRIMERA VEZ que sucede, mucho menos la última, pero a la afirmación presidencial de que nadie como su gobierno ahorra en nómina, se contrapone una realidad inversamente proporcional: durante su administración el gasto corriente y, de manera especial en servicios personales, se ha incrementado en alrededor de 2.5 por ciento del producto interno bruto (PIB).

AÑO TRAS AÑO EL inquilino de Los Pinos ha insistido en que miles de servidores públicos improductivos y de "escritorio" causaron baja de la nómina gubernamental y que los "ahorros", asegura, se han destinado a los sectores verdaderamente importantes.

NADA RARO RESULTA, PUES, que del informe de la cuenta de la hacienda pública federal correspondiente a 2003 sobresalga que en ese año el gobierno federal se sobregiró 9.6 por ciento en el gasto corriente -nómina, especialmente-, de tal suerte que "la burocracia federal engulló el ingreso petrolero" (La Jornada) y muchas rebanadas más del erario nacional, que deterioraron aún más el renglón de inversión pública productiva.

LA SITUACION NO FUE distinta en 2001 y 2002, ni lo ha sido en el primer trimestre de 2004. De acuerdo con el análisis que en este renglón ha realizado la Cámara de Diputados, de enero a marzo del presente año el gasto corriente pagado creció 7.3 por ciento en términos reales respecto a igual periodo de 2003, y el mayor peso recayó en la cobertura de servicios personales, que se incrementó 6.3 por ciento real. En sentido contrario, el gasto de capital registró una caída real de 20.1 por ciento en el mismo lapso.

COMO LO SEÑALAN LOS analistas de San Lázaro, el gobierno federal "reclasificó" algunos renglones del gasto corriente -como el destinado a los programas que proporcionan subsidios- y ahora se han reordenado como subsidios de capital, lo que resulta en un automático incremento en el gasto de capital.

EN LA ESTRUCTURA DEL gasto corriente (enero-marzo 2004) destaca el comportamiento del capítulo de servicios personales, que consumió 50.5 por ciento del gasto programable, señalan los analistas de San Lázaro, mientras el gasto de capital representó 12.2 por ciento de dicho gasto, una caída, como se anota líneas arriba, de 20.1 por ciento respecto al mismo trimestre del año anterior.

CONSTANTE HA SIDO LA presunción presidencial de que alrededor de 150 mil "burócratas de escritorio" engrosaron el ejército de reserva durante el primer trienio del "cambio" y que 40 mil adicionales lo harían a lo largo de 2004, denominado por el mismo inquilino de Los Pinos como "el año del empleo". Sin embargo, las cifras no cuadran: el sobregiro en el gasto corriente (servicios personales a la cabeza) ha sido permanente y en este cuarto año de gobierno la situación no tendría por qué ser distinta. De hecho, no lo ha sido en el primer trimestre.

DE SER CORRECTA LA aseveración presidencial sobre el despido ("retiro obligatorio") de "burócratas de escritorio", el número de trabajadores gubernamentales se habría reducido en aproximadamente 6.5 por ciento con respecto al registrado el último día de la administración zedillista.

PERO NO, NO HA SIDO ASI. Cuando menos no en el volumen de recursos que a tal fin se han destinado y se destinan. De acuerdo con cifras del Banco de México, cuando Vicente Fox se sentó en Los Pinos, el gasto corriente del gobierno federal se acercaba a 12.5 por ciento del producto interno bruto; al cierre de 2003 dicha proporción creció hasta significar 15 por ciento del PIB y, como se refiere, la tendencia se mantiene ascendente en 2004.

CUANDO EN EL PRIMER trimestre de 2001 el presidente Fox oficialmente presentó su "reforma" fiscal al Congreso de la Unión argumentaba que las modificaciones por él propuestas permitirían incrementar la recaudación tributaria en una proporción equivalente a 2 puntos porcentuales del producto interno bruto. El Poder Legislativo no avaló la propuesta y a pesar de ello la administración del "cambio" logró aumentar tal recaudación de 11 a 13 por ciento del PIB.

CON O SIN "REFORMA", el avance en la captación tributaria -fundamentalmente por concepto del impuesto al valor agregado-, equivalente a ese incremento de 2 puntos porcentuales, se lo ha "engullido" la burocracia. La estadística del Banco de México revela que en 2003 el gasto corriente del gobierno federal se incrementó alrededor de 12 por ciento, en términos reales, mientras el renglón de servicios personales lo hizo en casi 7 por ciento, también en términos reales. En dicho gasto y año se reportó un sobregiro cercano a 54 mil millones de pesos (con respecto a lo aprobado por el Congreso de la Unión), de los que 46 mil millones (poco más de 85 por ciento del total) correspondieron al pago de servicios personales.

DICHO MONTO PODRIA haberse destinado a inversión productiva, en un país cuya economía se encuentra en el letargo y su oferta laboral en crisis. Tal suma, alrededor de 5 mil millones de dólares, pudo haberse canalizado a infraestructura de, por ejemplo, la Comisión Federal de Electricidad, y evitar al mismo tiempo que manos ajenas usufructúen recursos propiedad exclusiva de la nación.

EL CITADO SOBREGIRO no es algo menor, porque esos 54 mil millones de pesos representaron un monto casi cinco veces superior a la captación que el propio gobierno federal estimó para 2003 por concepto del impuesto al activo de las empresas, equivalente a 15 por ciento de la recaudación del impuesto sobre la renta, 24 por ciento del impuesto al valor agregado y 34 por ciento del impuesto especial sobre producción y servicios.

LOGICO SERIA OBSERVAR una disminución en el gasto corriente y en especial en la nómina gubernamental, a menos que por una puerta salgan despedidos miles de "burócratas de escritorio" -con bajos salarios- y por la otra entren selectos funcionarios de primer nivel (séquito obligado) con generosísimo sueldos, prestaciones, bonificaciones y conexos que motivan el sobregiro. ƑSerá?

Las rebanadas del pastel:

SI DE NOMINA BUROCRATICA se trata, los salarios brutos de la amiga y amigo de la Fundación/Fideicomiso Vamos a Transforma(r) (a) México -Laura Valdés y Héctor Manuel Andreu Chapa (Lotería Nacional y Pronósticos, respectivamente)- suman casi 212 mil y cerca de 197 mil pesos mensuales, en cada caso, muy cerca ya del que percibe el mismo inquilino de Los Pinos.

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