México D.F. Miércoles 16 de junio de 2004
España e Italia, entre los países
preferidos tras las restricciones fronterizas en EU
Crece el flujo migratorio de caribeños y latinoamericanos
en el sur de Europa
Alerta la OIM sobre el tráfico humano que se
destina a las redes de prostitución
KYRA NUÑEZ CORRESPONSAL
Ginebra, 15 de junio. La Organización
Internacional para las Migraciones (OIM) reconoció la existencia
de una dinámica "diáspora latinoamericana" en el sur de Europa,
acrecentada por el flujo constante de inmigrantes de América Latina
y el Carible que comenzó a partir de las restricciones fronterizas
en Estados Unidos impuestas a raíz de los ataques terroristas de
2001.
Las remesas se sitúan en cifras de importancia:
en 2002 fueron de 2 mil millones de dólares. En promedio, un inmigrante
latino transfiere alrededor de 3 mil 700 euros al año a sus familiares.
En 2002 el estimado de permisos de ingreso y residencia
a los sitios predilectos de los latinos en el Viejo Continente -España,
Italia, Portugal, Reino Unido, Suiza y Suecia- totalizó un millón
324 mil personas. La presencia de mexicanos está entre las más
bajas, 5 mil 498, contra más de 115 mil ecuatorianos, que se ubican
en el primer lugar.
Por afinidad cultural y tradición, España
es el primer país de residencia de la diáspora latina; entre
1995 y 2003 el ingreso pasó de 92 mil 642 a 514 mil 485 inmigrantes.
Si bien la causa más importante que genera el fenómeno
fue la dificultad de ingreso a Estados Unidos, la OIM cita igualmente la
pobreza masiva y las penurias económicas provocadas en no menos
de una veintena de países en recesión tanto en América
Latina como en el Carible.
Otras causas reveladas en el estudio Migración
de América Latina a Europa: patrones y retos políticos,
son la crisis argentina, sus efectos en Uruguay, la fragilidad de la economía
brasileña, la inestabilidad social en Venezuela y la intensificación
de la guerra civil en Colombia.
Aunque el perfil de los inmigrantes latinoamericanos y
caribeños es de jóvenes, con estudios superiores, mano de
obra calificada y altamente participativa y con una fuerte inclinación
al envío de remesas, más de la mitad de los migrantes son
mujeres, por lo que la OIM externó su preocupación por el
posible tráfico humano que se destina a las redes de prostitución,
pues para nadie es desconocido que América Latina constituye, luego
de Europa del Este, un abastecedor importante para el comercio sexual.
Al menos 60 mil dominicanas y 75 mil brasileñas se prostituyen en
España, Holanda, Suiza, Alemania, Italia y Austria.
La conclusión del estudio es demandar nuevas políticas
migratorias para ordenar los flujos actuales y futuros, pero también
invoca la necesidad de medidas de contención, como inversiones directas,
asistencia al desarrollo y mejor protección de los derechos humanos
de los migrantes, así como la identificación de canales de
migración laboral viables y atractivas para esta nueva mano de obra
en Europa.
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