México D.F. Viernes 18 de junio de 2004
Vehículo repleto de balas de artillería
estalla frente a un centro de reclutamiento militar
Al menos 41 muertos y 145 heridos en dos ataques suicidas
en Irak
En Bagdad ocurrió el más mortífero;
jóvenes que pedían empleo volaron en pedazos
El Ministerio del Petróleo denuncia fallas de
Halliburton en las tareas de reparación
PATRICK COCKBURN THE INDEPENDENT
Bagdad, 17 de junio. Un atacante suicida lanzó
este jueves un vehículo de tracción en las cuatro ruedas,
de color blanco, retacado de balas de artillería, sobre una multitud
de hombres afuera de un centro de reclutamiento militar en esta capital,
y mató por lo menos a 35 personas, en tanto 138 resultaron heridas.
Fue el ataque más mortífero cometido desde
febrero, cuando otro centro de reclutamiento fue el objetivo, seguido rápidamente
por otra explosión de coche bomba en Yethrib, al norte de Bagdad,
en el cual perecieron seis miembros de la organización paramilitar
llamada Cuerpo Iraquí de Defensa Civil y siete resultaron heridos.
El
incremento en el número de ataques, tanto con bomba como asesinatos,
lleva la intención de desestabilizar el país en vísperas
de la supuesta entrega de poder de la Autoridad Provisional de Coalición,
encabezada por Estados Unidos, al gobierno interino iraquí, el 30
de junio.
El ataque suicida de este miércoles en Bagdad tuvo
lugar en un centro de reclutamiento del ejército en el aeropuerto
municipal de la ciudad, en Muthana, donde Saddam Hussein planeaba construir
una gigantesca mezquita. Ahora se utiliza como base tanto del ejército
estadunidense como del Cuerpo Iraquí de Defensa Civil.
Los reclutas esperaban a que los llamaran cuando el atacante
lanzó su vehículo hacia la muchedumbre. Esquirlas de proyectiles
de artillería, probablemente de 155 y 120 milímetros, cortaron
en pedazos a los jóvenes que pedían empleo.
Tan alto es el desempleo que cualquier trabajo disponible
es arrebatado de inmediato. "Oí que mi salario sería de 600
mil dinares al mes (unos 430 dólares). Necesitaba trabajo", declaró
Ibrahim Ismail en su cama de hospital. "Y de pronto hubo una gran explosión."
Una razón por la cual las bajas son tan cuantiosas
en los ataques a las entradas de las bases de los gobiernos estadunidense
e iraquí es que por lo regular no se da protección a los
grandes números de iraquíes que aguardan para pasar. Tienen
que esperar largo tiempo para que les revisen sus documentos, durante el
cual son vulnerables a los atacantes.
Poco después del ataque el primer ministro Iytad
Allawi llegó al lugar, en el que cuerpos y escombros habían
sido arrojados hasta el otro lado de la avenida de cuatro carriles. "Fue
un acto cobarde", afirmó. "Es una nueva demostración de que
estos ataques están dirigidos contra la estabilidad de Irak y contra
el pueblo iraquí."
Desde el sábado pasado, principio de semana en
Irak, se han producido ataques todos los días. Tres altos funcionarios
del gobierno han sido asesinados. Un soldado húngaro fue muerto
este miércoles por una bomba plantada al lado del camino, la cual
estalló al paso del convoy en el que iba. Hay 300 soldados húngaros
en el país árabe.
Las exportaciones de petróleo, única fuente
de dinero para el gobierno aparte de la ayuda extranjera, han sido baldadas
por sabotajes cuidadosamente planeados de oleoductos en el norte y el sur
del país. Los del sur, volados en los tramos que cruzan los desiertos
de arena de la península de Fao, tardarán una semana en ser
reparados. Pero la destreza con que se cometen estos ataques sugiere que
los saboteadores pueden ser capaces de cortar las exportaciones petroleras
iraquíes muy por debajo del nivel previsto.
Por lo regular los atacantes suicidas, que han cometido
tantos atentados en Irak desde agosto del año pasado, permanecen
anónimos. Sin embargo, está surgiendo información
sorprendentemente detallada sobre la identidad del atacante que voló
un convoy el lunes pasado y mató a cinco extranjeros y ocho iraquíes
en la plaza Tahrir, en el centro de Bagdad.
El ataque fue perpetrado por un saudita llamado Abdullah
al-Shimri, quien llevaba dos meses en Irak, según lo declarado por
su hermano Khaled a una agencia de noticias en Riad. "Me parece que pertenecía
a Jama'at al-Tahid y a Jihad", reveló Shimri. "Recibimos noticias
de su martirio en la operación del lunes en Irak."
Jama'at y Jihad se han atribuido responsabilidad por el
ataque del lunes, en un sitio web islamita.
Con frecuencia los atacantes suicidas proceden de países
árabes vecinos, pero no pueden operar en Irak, donde todo extranjero
se nota de inmediato, a menos que haya iraquíes que les proporcionen
casas de seguridad, alimentos, información de inteligencia, vehículos,
explosivos y los medios para detonarlos. Un ex oficial de la policía
kuwaití llamado Faisal al-Mutairi se mató en una operación
en Irak, el sábado pasado, según el diario Asharq al-Awsat.
Una fuente de seguridad indicó al diario que Mutairi dejó
su empleo para unirse a la lucha en Irak.
La capital, intransitable
Las calles de Bagdad siguen atestadas, aunque utilizarlas
es una especie de ruleta rusa, pues no hay forma de cruzar la ciudad en
automóvil sin pasar en algún momento por un edificio estadunidense
o iraquí fuertemente defendido que podría ser objetivo de
un ataque suicida.
Los ataques con bomba tienen un efecto devastador sobre
la reconstrucción. Gran parte de esta tarea había sido entregada
por el Pentágono a contratistas privados, pero muchos no pueden
operar porque son objeto de atentados con gran frecuencia. Y los que trabajan
dan muchos motivos de dudas sobre su competencia. Un informe del Ministerio
del Petróleo señala que las reparaciones en la industria
petrolera, la mayoría de las cuales son llevadas a cabo por Halliburton,
han sido mal planeadas y avanzan con retraso. De los 226 proyectos que
debían concluirse en abril, sólo en 119 se han comenzado
los trabajos y en ninguno se han terminado.
© The Independent
Traducción: Jorge Anaya
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