México D.F. Martes 29 de junio de 2004
El empleo formal no mantendrá la recuperación
que tuvo este año, afirma el CEESP
En cuatro meses, 3.3% menos personal ocupado en manufactureras:
INEGI
Claro rezago en la generación de puestos de trabajo;
desempleo de 3.4%, prevé HSBC
JUAN ANTONIO ZUÑIGA Y ANTONIO CASTELLANOS
Informes del Instituto Nacional de Estadística,
Geografía e Informática (INEGI) indican que el personal ocupado
en los primeros cuatro meses de este año en la industria manufacturera
del país fue 3.3 por ciento menor al universo laboral que tuvo en
el mismo periodo de 2003, y señalan que en siete de las nueve divisiones
que la integran, persisten altos niveles de desocupación.
Sólo en abril, el número de trabajadores
empleados en las plantas manufactureras no maquiladoras fue 2.6 por ciento
inferior al de un año antes, dentro de una tendencia que no parece
corresponder a la reactivación económica de esta industria,
reflejada en los indicadores de producción y exportación
de mercancías.
Sobre
este fenómeno, un análisis del grupo financiero HSBC precisa
que ''en lo que va del año la tendencia del desempleo se ha mantenido
sin cambios, lo que nos envía un claro mensaje: que la recuperación
económica que vimos en los meses recientes aún no se refleja
en el empleo''. Y estima: ''Nuestra expectativa es que el desempleo general
promediará este año 3.4 por ciento, superior al 3.2 por ciento
del año pasado''.
Las divisiones de mayor contracción ocupacional
son: la industria de la madera y sus productos, con una reducción
de 7.8 por ciento en su personal empleado; la de textiles, prendas de vestir
e industria del cuero con una disminución de 7.1 por ciento; la
de productos metálicos, maquinaria y equipo, con un descenso de
4.8 por ciento; la de sustancias químicas, derivados del petróleo,
productos de caucho y plástico, con una caída de 3.4 por
ciento, y la de papel, imprentas y editoriales, con 1.9 por ciento menos
trabajadores en abril que un año antes.
La industria de minerales no metálicos ha prescindido
de 0.7 por ciento de su personal y la fabricante de instrumentos de precisión,
básculas, joyas y orfebrería redujo 2.5 por ciento su personal.
Sólo una división aumentó el número de trabajadores
empleados, la de industrias metálicas básicas, con una elevación
de 0.3 por ciento; mientras, la de alimentos, bebidas y tabaco, se mantuvo
sin variación.
Con todo y reactivación de la actividad exportadora
de la industria manufacturera no maquiladora, el número de trabajadores
empleados en ésta en los primeros cuatro meses de este año
se redujo 3.3 por ciento respecto al personal ocupado en el mismo periodo
de 2003.
Caerá el empleo en los próximos meses
El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado
(CEESP) advirtió que el empleo formal no mantendrá la recuperación
que ha registrado en el curso de este año. Las empresas que enfrentaron
la baja en la economía, sin recorte de personal, no podrán
expandir su planta laboral porque además los costos se han incrementado
de manera importante.
A pesar de que el indicador global de actividad económica
reportó su octava variación positiva y ubicó a los
sectores servicios y agropecuario como los más dinámicos,
es poco probable que el empleo formal mantenga el dinamismo de meses anteriores.
Los analistas del sector privado señalaron que
las empresas que ya empezaron a exportar requieren expandir su planta laboral,
pero este fenómeno no será generalizado y se hace necesario
emprender acciones para compensar los costos laborales que se mantienen
excesivos.
Como ejemplo recordaron que recientemente la Suprema Corte
de Justicia de la Nación determinó que las participaciones
de los trabajadores en las utilidades de las empresas no son deducibles;
esto implica que los empresarios seguirán absorbiendo este costo,
que se suma al pago de salarios, y todas aquellas deducciones y contribuciones
obligadas por ley para el supuesto beneficio de los trabajadores.
Según los economistas del CEESP, el costo para
los trabajadores de este tipo de medidas es muy elevado. En primer lugar
existe un diferencial entre lo que el trabajador efectivamente se lleva
a la bolsa como salario y lo que la empresa paga.
La diferencia de más de 50 centavos por cada peso
se la lleva el gobierno o alguna institución gubernamental, que
a cambio le brinda servicios de dudosa calidad y cobertura, porque debe
absorber una elevada carga burocrática con pocos recursos para prestar
un servicio eficiente.
Para las empresas, agregaron, este costo implica reducir
su capacidad de contratación de personal, y ''gracias al sistema
de seguridad social, los trabajadores enfrentan una situación de
menor empleo y menor sueldo neto''.
De acuerdo con estas consideraciones, el resultado es
un estímulo para la informalidad, porque resulta más atractivo
estar al margen del fisco, que tener que cargar con todas las obligaciones
que significa la creación de un empleo formal.
|