México D.F. Martes 29 de junio de 2004
Exigencia impostergable en la situación actual, señala representante de la CEM
Avala la Iglesia la reforma foxista en escuelas secundarias
JOSE ANTONIO ROMAN
La Comisión de Educación del Episcopado Mexicano calificó de "positiva" la reforma educativa de nivel secundaria propuesta por el gobierno federal, exigencia que resulta impostergable en las actuales condiciones, en las que el país necesita acelerar el paso en este terreno.
El presbítero Edmundo Morales Romero, representante de la presidencia de dicha comisión episcopal, rechazó las críticas que diversos sectores sociales han lanzado contra el nuevo plan de estudios, que incluye la reforma de educación secundaria, reduciendo materias como historia prehispánica, pues "se estudia en el nivel primaria".
En todo caso, propuso, sólo sería necesario que la enseñanza de esta parte de la historia se "fortalezca" cuando se estudie en primaria, tomando en cuenta que ya no se impartirá en el nivel subsiguiente. "Pero en general consideramos que esta reforma en el nivel de secundaria es no solamente congruente con todo el plan de estudios, sino también integral", apuntó Morales Romero, religioso salesiano que lleva casi 10 años vinculado con la comisión de educación del episcopado mexicano.
Lo que sí criticó fue la reducción en el contenido de la materia de ética, valores y civismo, pues resulta contradictorio que por un lado la sociedad mexicana pretenda la formación de mejores ciudadanos, con principios éticos y morales, y por el otro se supriman de manera importante la impartición y la enseñanza de dichos principios en la escuela, que junto con la familia, son los principales lugares donde se forma el individuo.
Morales Romero, en entrevista, opinó que desde su punto de vista la reforma propuesta por las autoridades educativas "tiene una secuencia lógica" y que debe verse sin prejuicios y dentro de todo una estructura que necesita ser modificada para bien del país. En el tema de historia prehispánica, que es en particular uno de los aspectos más críticos de esta reforma, aclaró que no se pretende "borrar" del temario, pues es algo que ya se vio en el nivel primaria.
Rechazó que la Iglesia católica, en especial su comisión de educación, haya sido una de las instancias consultadas por la Secretaría de Educación Pública en la formulación de la reforma de secundaria, aunque dijo que estos cambios se planeaban cuando menos desde hace más de dos años, por lo que no es correcto que algunos sectores señalen que se trató de una sorpresa.
Sin embargo, dijo que lo "ideal" sería la aplicación de esta reforma educativa en un "plan piloto" donde estuvieran involucrados diversos planteles de este nivel de enseñanza en varios estados del país, tomando en cuenta el mayor número de variables, a fin de implantar las modificaciones necesarias una vez que se detecten las posibles fallas o errores. Esto garantizaría una mayor confiabilidad en la instrumentación del programa, precisó.
Religión en primaria y secundaria
Destacó que el éxito de esta reforma radica de manera importante en la capacitación y preparación del magisterio; de poco o nada valdrá tener en los papeles una buena reforma educativa, si no se empieza necesariamente con la capacitación de los maestros, advirtió.
Por otra parte, y conforme al discurso que ha manejado la jerarquía eclesiástica, dijo que la Iglesia católica seguirá insistiendo en la necesidad de que se imparta la materia de religión cuando menos en la educación básica, que incluye también el nivel de secundaria. "En este punto, la Iglesia nunca quitará el dedo del renglón".
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