México D.F. Miércoles 30 de junio de 2004
Abogados llaman a combatir la impunidad del hampa
Desaprueban ministros y jueces la pena de muerte
Se violarían pactos internacionales, exponen expertos
JESUS ARANDA, ALFREDO MENDEZ, SUSANA GONZALEZ E ISRAEL DAVILA REPORTEROS Y CORRESPONSAL
El presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Mariano Azuela, advirtió que el grave problema de la inseguridad pública no se resolverá con una varita mágica, sino como resultado de una profunda reforma, suficientemente estudiada por los especialistas, el gobierno y los legisladores.
Al hablar sobre el creciente descontento social por la inseguridad, al grado de que se plantea la aplicación de pena de muerte o cadena perpetua para los secuestradores, el presidente del máximo tribunal de justicia insistió en que los grandes problemas no se resuelven con soluciones improvisadas ni basadas en acciones individuales aisladas, sino con trabajo conjunto, en el que se logre superar las diferencias para sumar las semejanzas.
Mientras, el presidente del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, José Guadalupe Carrera Domínguez, expuso que más que adoptar la cadena perpetua, la pena capital o incrementar el número de años de cárcel en ciertos delitos, sería "suficiente" si se aplicaran las normas vigentes, pues permitir que algunos sentenciados puedan ser liberados antes de cumplir su condena "genera hasta cierto punto impunidad".
Para abogados penalistas y jueces de distrito en materia penal, la experiencia de otros países ha demostrado que el aumento de las penas "no inhibe la criminalidad ni reduce la impunidad", y en el caso de que se aceptara la pena capital en México "pondría a la nación en un papel muy vulnerable en el plano internacional", debido a que las autoridades federales han suscrito varios convenios en los que se comprometieron a no instaurar esa acción jurídica.
En entrevistas por separado, ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación consultados refirieron que mientras México no cuente con cuerpos policiacos y agentes del Ministerio Público "bien capacitados y con buena reputación", cualquier modificación legal para aumentar las penas puede resultar en "actos intimidatorios" de parte de las autoridades investigadoras.
"Quedaríamos mal ante el mundo"
Por su parte, Julio Hernández Pliego, profesor de la Universidad Nacional Autónoma de México y especialista en derecho procesal penal, indicó que de nada serviría agravar las penas "mientras la impunidad sea la regla general y las sanciones una excepción", como sucede en la actualidad frente a la delincuencia.
"Si se instaurara la pena de muerte quedaríamos mal internacionalmente, porque las autoridades de nuestro país se han comprometido con otras naciones a no aplicar ese tipo de penalidad", afirmó.
José Luis Nassar Daw, abogado penalista, refirió a su vez que la experiencia de otros países ha enseñado que el aumento de las penas no inhibe los actos ilícitos, además de que "tal y como están las leyes en la actualidad, los castigos pueden llegar a los 50 años y lejos de disminuir la delincuencia ha aumentado, porque lo que hay detrás del tema es un problema de impunidad y de falta de prevención".
Aseguró que "mientras el delincuente sepa que es nulo el riesgo de que lo detengan y lo castiguen después de cometer la conducta ilícita, seguirá delinquiendo".
Para el procurador de Justicia mexiquense, Alfonso Navarrete Prida, es inviable debatir la aplicación de la pena de muerte y cadena perpetua para combatir la delincuencia, como lo recomendó el lunes el procurador general de la República, Rafael Macedo de la Concha, "ya que entrar a estos asuntos empantanaría a todo el país en una discusión que no nos llevaría a nada".
Sobre la cadena perpetua, dijo que es un asunto que podría abordarse, pero aclaró que después de conocer el fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación de octubre de 2001, "cuando determinó que la prisión permanente se asimila a la pena inusitada y por lo tanto anticonstitucional", recomendaría no meterse en eso.
"Es mejor que demos propuestas viables, que como está el país puedan servirle a la gente y darle respuesta a sus demandas. Debemos dejarnos de mucho rollo y muchos foros, que es una forma de evadir el problema", afirmó Navarrete.
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