México D.F. Miércoles 30 de junio de 2004
Con un sistema judicial tan frágil imponer
esa medida sería peligroso: Gelista González
Partidos se manifiestan contra la pena de muerte para
reducir la inseguridad
Leticia Burgos afirma que la pobreza y la marginación
han originado la ola de crímenes
Dirigentes y legisladores de PRI, PAN y PRD se manifestaron
ayer en contra de la pena de muerte como una medida para reducir la inseguridad
en el país, problema que calificaron como complejo y en el que influyen
factores económicos, sociales y de descomposición en los
cuerpos policiacos.
Luis
Felipe Bravo Mena, líder nacional del blanquiazul, destacó
la necesidad de promover el crecimiento económico y el empleo, aunque
rechazó que sea necesario cambiar el modelo económico imperante.
"Ese es un debate diferente y luego por ahí se quiere sacar la vuelta
al tema. No es un problema de modelo económico", sostuvo.
En conferencia de prensa señaló que el Comité
Ejecutivo Nacional (CEN) del PAN enviará este día al Congreso
una iniciativa para promover la seguridad en el Distrito Federal. Asimismo,
pidió a los funcionarios panistas que promuevan un programa contra
la delincuencia, incluyendo una mejor capacitación de los cuerpos
policiacos y mejorando su equipamiento e infraestructura.
Bravo Mena y Carlos Gelista González, dirigente
de ese partido en la capital, coincidieron en rechazar la pena de muerte,
entre otros motivos porque el respeto a la vida es uno de los preceptos
que establecen los principios del PAN. "Tenemos un sistema judicial tan
frágil, con tantos errores, que imponer esa medida resultaría
peligroso y no resolvería nada" , puntualizó el segundo.
Por su lado, el CEN perredista señaló que
no es con la pena capital como se resolverá el problema de la inseguridad.
En la aplicación de la ley radica la solución a este fenómeno,
así como en una coordinación que hasta el momento ha estado
ausente por parte del gobierno federal, subrayó.
También indicó que más que aumentar
las penas, el asunto estriba en aplicar la ley y en olvidarse de cualquier
diferendo ideológico que pudieran tener uno o más gobiernos
entre sí.
En Hermosillo, Sonora, la senadora perredista Leticia
Burgos señaló que el planteamiento del procurador general
de la República, Rafael Macedo de la Concha, sobre analizar la posibilidad
de establecer en México la pena de muerte "es aberrante". Para la
legisladora, el gobierno federal debería mejorar las condiciones
de vida de los mexicanos, pues "los índices de pobreza y marginación
son lo que ha producido la ola de crímenes que se han registrado
en el país".
Refirió que "la inseguridad pública no se
enfrenta con autoritarismo, sino discutiendo a fondo la política
económica, porque en este momento ya no da más, porque los
pasados cuatro sexenios han sido de buenos deseos, que no han resuelto
el problema del desempleo en México".
A su vez, el gobernador de Michoacán, Lázaro
Cárdenas Batel, afirmó que las marchas contra la inseguridad
celebradas el domingo pasado en la ciudad de México y en otras localidades
del país, no deben verse como acciones contra un gobierno en específico,
"sino como una llamada de atención en contra de los tres órdenes
de gobierno, para que trabajen de manera coordinada y den respuesta a sus
demandas, sin condicionamientos de carácter político y sin
cálculos electoreros".
La diputada Marcela Lagarde, presidenta de la comisión
para erradicar el feminicidio en Ciudad Juárez, señaló
que las declaraciones del procurador Macedo son propias de regímenes
autoritarios y de corte fascista que el gobierno y la ciudadanía
en general han combatido.
Mientras, el PRD presentará hoy en la Asamblea
Legislativa del Distrito Federal un punto de acuerdo para exhortar al gobierno
federal a conducirse con congruencia al manifestarse sobre la pena de muerte.
Gerardo Villanueva, diputado perredista, puntualizó
que "no puede ser que un día el presidente Vicente Fox asegure que
está en contra de la pena de muerte, y que ahora el titular de la
PGR hable de la posibilidad de considerar el asunto".
En Durango, el dirigente nacional del PRI, Roberto Madrazo,
advirtió que si el estado falla en su responsabilidad de garantizar
la seguridad pública, la nación corre el riesgo de entrar
en un proceso de descomposición social.
Al asistir al cierre de campaña de los candidatos
del tricolor, consideró que la creciente desigualdad social
que tiene el país, por carecer de rumbo y dirección, supone
un caldo de cultivo para la delincuencia, aunque la pobreza no es la causa
única de la inseguridad pública, sino que a ésta ha
contribuido el debilitamiento de la vida de las instituciones por la confrontación
y los pleitos estériles.
En San Lázaro, la fracción del PRI acordó
que sin desatender la demanda ciudadana por abatir la delincuencia, habrá
un análisis cuidadoso de las reformas legales que se han planteado
para endurecer las penas, porque como ha señalado el jefe de Gobierno
del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, es posible
que detrás de la presión popular exista "un interés
para desestabilizar y debilitar al Estado".
Durante una reunión plenaria, se instruyó
a los diputados que forman parte de las comisiones de Justicia, Puntos
Constitucionales y Seguridad a que hagan un recuento de las iniciativas
presentadas en la materia, incluida la del jefe del Ejecutivo, para valorar
la posibilidad de convocar a un periodo extraordinario de sesiones.
En la vieja casona de Xicoténcatl, el presidente
de la Comisión de Derechos Humanos del Senado, el priísta
Miguel Sadot Sánchez, discrepó del planteamiento hecho por
el procurador, pues ni la pena capital ni el incremento de las sanciones
resuelven el grave problema de la delincuencia.
DE LA REDACCION, CON INFORMACION DE LOS CORRESPO SALES
CRISTOBAL GARCIA, ERNESTO MARTINEZ Y SAMUEL MALDONADO, ASI COMO DEL ENVIADO
CIRO PEREZ
Con ella se justificaría el autoritarismo
y podría llegarse a la dictadura, alertan
La pena de muerte no solucionaría la inseguridad,
dicen académicos y ONG
El modelo económico ha generado desigualdad y
mayor delincuencia, sostienen
KARINA AVILES, JOSE GALAN, FABIOLA MARTINEZ Y TRIUNFO
ELIZALDE
Expertos
en el tema de la violencia, representantes de organizaciones de derechos
humanos y miembros de la Iglesia católica afirmaron que la solución
al problema de la delincuencia no se dará con medidas más
represivas, como la pena de muerte. Incluso, algunos de los especialistas
advirtieron del "riesgo" de que la "derecha" y la "ultraderecha" se aprovechen
de este momento en que la población demanda acabar con la inseguridad
para justificar el "autoritarismo" y las "dictaduras".
El investigador René Jiménez Ornelas, de
la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), recordó
que antes de que se instauraran los regímenes dictatoriales en países
como Chile y Argentina se generó toda una demanda en la que la población
pedía orden. Esto fue aprovechado por los poderes de la derecha
"que llevaron a estas dictaduras, mismas que causaron grandes cantidades
de víctimas ejecutadas. De tal forma que uno de los peligros es
el de justificar el autoritarismo".
El especialista destacó que el combate a la incidencia
delictiva "no es cuestión de más policías, recursos
y represión". Recordó que los estados norteamericanos en
donde existe la pena de muerte tienen los "más altos índices"
delincuenciales.
Indicó que el modelo económico (neoliberal)
ha generado una desigualdad social que va de la mano de la delincuencia,
y por ello si se quiere atacar de raíz el problema se tiene que
hacer mediante una acción integral, en la que las medidas se dirijan
a acabar con la impunidad y la corrupción, además de solucionar
la falta de alternativas para tener acceso al empleo, a la educación,
etcétera.
Ante la desesperación, la ciudadanía no
repara en que medidas como la pena de muerte, la cadena perpetua o cercenar
algún órgano para castigar al delincuente "es volvernos también
delincuentes y una sociedad salvaje. Además de que representa un
retroceso en la civilización", destacó el académico.
''El gobierno se equivoca una vez más... y no
es la primera''
Por su parte, Fernando Tenorio Tagle, profesor investigador
de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), plantel Azcapotzalco,
y actualmente profesor invitado en el Instituto Nacional de Ciencias Penales
(INCP), expresó que con la sugerencia de discutir la pena de muerte
el gobierno se equivoca una vez más, y no es la primera vez que
entra en fuertes contradicciones. Sin embargo, los incrementos en el índice
delictivo tienen sus causas en los desequilibrios socioeconómicos
que presenta el país, los cuales se agudizarán mientras continúe
la inequitativa distribución de la riqueza.
Para el investigador, quien participa en el proyecto Ciudades
Seguras, de la UAM, "es inútil" que aumenten las penas para los
delitos: la crisis económica no sólo se refleja en un incremento
de la delincuencia, sino también en una crisis fiscal, "lo que hace
imposible destinar recursos para construir más cárceles".
En tanto, representantes de organizaciones defensoras
de derechos humanos calificaron al procurador general de la República,
Rafael Macedo de la Concha, de funcionario "ignorante" del contenido de
los convenios internacionales firmados por nuestro país, en particular
el artículo cuarto de la Convención Interamericana de Derechos
Humanos, y del sexto del Pacto de Derechos Humanos y Civiles.
"Es evidente que en la reciente declaración de
Macedo de la Concha existe oportunismo político en afán de
emitir ante la opinión pública soluciones prontas, aun cuando
éstas sean erráticas y maquilladas", señaló
Eduardo Reyes, coordinador del área de análisis y monitoreo
del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez.
Más que una pena más dura es necesario que
el Estado mexicano ratifique los compromisos asumidos en torno al combate
a la impunidad y la corrupción en las propias fuerzas de seguridad,
tema que representa el centro del "verdadero debate", apuntó. En
ese mismo sentido se manifestó Fabián Sánchez, del
área jurídica de la Comisión Mexicana de Defensa y
Promoción de los Derechos Humanos. Expresó que de nada serviría
aumentar las penas y, en cambio es necesario atender los factores económicos,
"raíz de esta serie de delitos". Más allá de la "ignorancia"
que demostró el procurador; es tiempo de exhortar al gobierno y
al Ejército Mexicano a ratificar los protocolos para la erradicación
de la pena de muerte, destacó.
Mano dura, pero dentro de la ley, pide Rodríguez
Alcaine
Por su parte, el dirigente de la Confederación
de Trabajadores de México, Leonardo Rodríguez Alcaine, señaló
que el desempleo es "la causa número uno de la violencia... Sólo
con un buen trabajo es posible evitar que la gente no se vaya por el buen
camino". Es urgente, afirmó, que se aplique mano dura, pero en el
marco de la ley vigente.
Entrevistado en el aeropuerto de la ciudad de México,
el arzobispo de Hermosillo, Ulises Macías Salcedo, destacó
que "la Iglesia católica es defensora y promotora de la vida. La
Iglesia siempre la defenderá. Yo al menos no estaría de acuerdo
con la pena de muerte", indicó el prelado.
Una de las penas para aplicar a los secuestradores "pudiera
ser una cadena perpetua", pero no aplicar la pena de muerte. Reconoció
que una de las causas del desarrollo de la delincuencia y la violencia
puede ser el desempleo, base de la pobreza extrema en que se encuentra
la mayoría de las clases desprotegidas. En ese sentido, el arzobispo
criticó a quienes "del pastel de la economía toman grandes
tajadas, de tal proporción que la inmensa mayoría no alcanza
casi nada".
Por otro lado, Macías Salcedo aseguró que
"la Iglesia católica no metió la mano" en la marcha contra
la inseguridad, efectuada el pasado domingo.
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