"La intención de desaforar a López Obrador no es más que un pinochetazo", afirma

En Los Pinos no perdonan el éxito del gobierno capitalino, asegura Batres

Durante foro en Casa Lamm, Jaime Avilés propone una "rebelión cívica y pacífica"

CAROLINA GOMEZ MENA

La intención de desaforar a Andrés Manuel López Obrador no es más que un "pinochetazo", pues lo que la administración federal pretende es un "golpe técnico de Estado", aseguró Martí Batres Guadarrama, subsecretario de Gobierno del Distrito Federal, quien resaltó que los que están "verdaderamente obsesionados" con el gobierno de la ciudad son la "gente de Los Pinos".

Al participar en el foro La ofensiva gubernamental contra Andrés Manuel López Obrador, organizado por Casa Lamm y La Jornada, cita a la que acudieron más de 500 personas, Batres precisó que el origen de la "obsesión" foxista radica en que "no perdonan que frente al fracaso del gobierno federal exista un gobierno capitalino exitoso".

Para sostener sus señalamientos detalló lo no hecho por el gobierno federal y lo realizado por la administración capitalina: entre las promesas incumplidas de Vicente Fox citó que al casi haberse cumplido dos tercios del sexenio "el Fobaproa no se aclaró, los corruptos del pasado no rindieron cuentas, la economía no creció a 7 por ciento, los derechos de los indígenas no se reconocieron, los crímenes de Ciudad Juárez no se terminaron, el changarro para todos no llegó y hasta el vocho desapareció".

En contraste, en la ciudad de México "se creó la pensión universal para 350 mil ancianos, 16 mil madres solteras cuentan con una beca, 66 mil personas con discapacidad son apoyadas, 80 mil capitalinos obtienen cada año créditos de microindustria, 92 mil familias han recibido una acción de vivienda de interés social..."

En este contexto, Jaime Avilés, columnista de este diario, presentó el que denominó Plan de Casa Lamm, por medio del cual llamó a la "rebelión cívica y pacífica" para enfrentar la "embestida" del gobierno foxista. Este proyecto, dijo, debe estar sustentado en tres condiciones: "el movimiento social que apoye a López Obrador tiene que estar por encima del PRD; contar con un programa de acción que luego se convierta en un programa de gobierno, e internacionalizar la lucha en defensa del mandatario capitalino (llevar el tema al Parlamento Europeo, la ONU, la OEA)".

Durante su intervención, Federico Arreola, director de Milenio Diario, lamentó el cambio que se experimenta en algunos medios, pues a su parecer éstos han retrocedido a la "época de Díaz Ordaz" y sobre ello detalló que ciertos periodistas que critican a López Obrador porque lo consideran corrupto, mantienen un nivel de vida que con su sueldo no pueden costear.

También refirió que aunque su tendencia es neoliberal y de derecha, reconoce que el titular del Gobierno del Distrito Federal es la mejor opción, y agregó que muchos empresarios le han confesado que están muy enojados con el Presidente de la República por la persecución que su gobierno ha desplegado en contra de López Obrador.

En tanto, Luis Javier Garrido, columnista de La Jornada, sostuvo que la lucha en favor de López Obrador no es por la defensa de un hombre, y ni siquiera de un proyecto político, sino "por saber si queremos vivir en un país de leyes o en una dictadura".

Garrido también hizo hincapié en que Carlos Salinas de Gortari "está de regreso", porque "quien gobierna es él y no Fox".

Martí Batres adelantó que dado el clima de linchamiento hacia el gobierno capitalino, un grupo de abogados estudia la posibilidad de que los ciudadanos que votaron por el jefe de Gobierno puedan ampararse en contra del intento de desaforarlo, ya que sienten afectados con ello sus derechos políticos, puesto que se vulnera la decisión que expresaron en las urnas.

Sobre la inseguridad y la marcha del pasado domingo, Batres destacó que la "gente rebasó a los organizadores", pero asintió que la "derecha dejó su huellita ideológica en el camino", pues en esta manifestación "el tema social quedó relegado (...) todo quedó reducido a un problema de policías y ladrones, más castigos y penas más severas; algunos hablan de pena de muerte, más cárcel, más policías". Ello sin mirar que el trasfondo de la inseguridad es la desigualdad social, y ante esto preguntó: "Ƒcuándo realizamos una marcha contra la pobreza?"