México D.F. Miércoles 30 de junio de 2004
Urge la certificación del vegetal para
protegerlo del TLC, indican
Peligro de que otros países se apropien de las
variedades mexicanas de chile: productores
Poca difusión del gobierno federal a su primera
convención mundial, en Guanajuato
MARTIN DIEGO RODRIGUEZ CORRESPONSAL
Leon,
Gto., 29 de junio. Aunque se dice que no hay nada más mexicano
que el chile, este país ocupa el cuarto lugar en la producción
mundial del vegetal, y la India, que es el primer lugar, puede ser desplazado
por la producción china.
Así lo consideró hoy José Manuel
Gochicoa Matienzo, presidente del Consejo Nacional de Productores de Chile
(Conaproch), al clausurar los trabajos de la primera Convención
Mundial de Chile, que se realizó en esta ciudad, sin que las autoridades
federales pusiera mayor empeño en difundirla, pese a que asistieron
10 países invitados, como Israel, Chile, Ecuador, Perú, Venezuela
y Bolivia.
Gochicoa consideró que pese al alto consumo del
vegetal en territorio nacional y al importante número que se dedica
a la exportación, "además de estar ligados casi de manera
cultural con el producto, desgraciadamente México nunca en su historia
ha ocupado el primer lugar en la producción de chile".
Sin embargo, dijo que el trabajo en el campo científico
abre las posibilidades para que, por la variedad que existe de la planta,
este país pudiera ocupar un primer lugar si existiera un apoyo rotundo
de las autoridades mexicanas, pues "sólo en el campo experimental
hay unas 130 variedades de chile, todas ellas auténticas joyas mexicanas
por su color, aroma y sabor".
Por ello, un acto como el realizado durante estos dos
días "se convierte en una estrategia importante para que juntos
valoremos la problemática que enfrentamos y podamos defender nuestro
producto ante la apertura de mercado, pues con el Tratado de Libre Comercio
está entrando una cantidad importante de chile sin un pago de arancel
que proteja a los productores nacionales".
La Conaproch realiza los trámites para lograr la
"denominación de origen" a los nuevos productos que nacen en esta
tierra.
"De la variedad genética que tenemos debemos quedarnos
con la mejor; la queremos conservar. Todavía hay muchos chiles en
diferentes regiones que nos gustan, pero no tenemos la oportunidad de quedarnos
con la denominación."
Así, tanto el chile piquín como el habanero,
ancho, guajillo o incluso la chilaca corren el riesgo de que otro país
que los produzca se quede con la patente, "y sería una tristeza
que variedades tan mexicanas, incluso más mexicanas que el chile,
sean propiedad de otros países".
Estimó que en México se cultivan anualmente
entre 140 mil y 170 mil hectáreas de diversas variedades del producto,
algunas híbridas, pero muchas exclusivas de este país, por
lo que buscarán a nivel internacional que algunas cuenten con la
denominación de origen para evitar que la competencia se "coma"
al mercado.
Dijo que en más de una ocasión se ha identificado
al producto con lo mexicano, pero viene perdiendo terreno frente a países
de Asia y Africa.
"Estamos perdiendo mercado con el chile de árbol
que se está importando para consumo nacional de otras latitudes;
incluso hay países como Chile, Argentina, España y Corea
que cultivan el producto que nos venden, aunque no tiene el mismo sabor
y color; por más barato el mercado nacional lo consume."
Sin embargo, gracias al ingenio mexicano se ha logrado
convertir el vegetal en otros productos alternativos, ya sea para fines
culinarios, estéticos, artísticos o decorativos. En esa convención
se ofrecieron muestras de mermeladas, dulces, helados, paletas, floreros,
velas decorativas y aromáticas, obras de arte, aceites, champús
de tocador y para automóvil, y hasta con fines de seguridad personal,
como usos alternativos del vegetal, todo ello para convencer al mundo de
que no hay nada más mexicano que el chile, ni tampoco hay mexicano
sin ingenio.
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