Debe responder a una consulta amplia: director del IPN

Diputados se manifiestan en contra de la modificación

ROBERTO GARDUÑO Y ENRIQUE MENDEZ

La Comisión de Asuntos Indígenas de la Cámara de Diputados acordó ayer su rechazo a la reforma para la educación secundaria que propone la Secretaría de Educación Pública, porque "trastocaría la identidad de las comunidades y eliminaría, por decreto, su existencia".

Asimismo, durante una reunión con la Comisión de Ciencia y Tecnología, el director del Instituto Politécnico Nacional (IPN), José Enrique Villa, expresó que cualquier reforma educativa debe surgir de una consulta previa y una negociación consensuada, y no una decisión unilateral.

Sobre el nivel de los alumnos que ingresan a las vocacionales del IPN, señaló, "con orgullo, que son los mejores estudiantes de secundaria. Los que obtienen mejores calificaciones y van a hacer el examen de ingreso a nivel medio eligen como primera opción al Politécnico, y eso significa un reconocimiento de la calidad de la institución".

También, previamente a una reunión con los pueblos yaquis de Sonora, la Comisión de Asuntos Indígenas advirtió que no admitirá la pretensión del gobierno federal de desaparecer de la enseñanza de historia a las naciones existentes antes de la llegada de los españoles. "Los indígenas somos fundadores de la patria y ningún gobierno ni doctrina ideológica puede desaparecernos de la historia", sostuvieron los integrantes de esa instancia legislativa.

Por otra parte, el titular del IPN anticipó que solicitará un incremento de mil millones de pesos al presupuesto de esa institución de educación superior y, por lo pronto, solicitó a la Cámara de Diputados eliminar las trabas burocráticas que impiden el aprovechamiento de recursos autogenerados para la operación de las escuelas.

Informó que de cada peso gastado en el IPN, 80 centavos tienen origen en recursos autogenerados, y los 20 restantes, en el presupuesto que cada año asigna la Cámara. Explicó que la necesidad de mayor presupuesto se refleja en que hay inmuebles con antigüedad de 30 o 40 años, que tienen un mantenimiento pobre, además de que ya es imprescindible construir nuevos espacios.