México D.F. Viernes 2 de julio de 2004
Nafin, en problemas de pensiones, pese a haber
despedido a 60% del personal
El Congreso no aprobará que se fusionen organismos
de la banca de desarrollo
Coinciden diputados y senadores del PRI y PRD
FABIOLA MARTINEZ
Los legisladores Francisco Suárez Dávila
y Demetrio Sodi de la Tijera, secretarios de las comisiones de Hacienda
en las cámaras de Diputados y Senadores, respectivamente, advirtieron
que el Congreso de la Unión no aprobará ninguna iniciativa
que tenga como fin fusionar, limitar o desaparecer los organismos que integran
la banca de desarrollo.
''Yo invitaría al presidente Vicente Fox a que
revise su iniciativa, porque definitivamente (en los términos referidos)
no pasará'', señaló el senador perredista Sodi de
la Tijera.
En el mismo sentido se manifestó el priísta
Suárez Dávila, quien además se comprometió
a delinear un punto de acuerdo para presentarlo en tribuna en septiembre
próximo, con el que se fortalezca a los organismos que integran
la banca de desarrollo, especialmente Nacional Financiera (Nafin), el Banco
Nacional de Comercio Exterior (Bancomext) y Banobras.
La propuesta referida, comentó en el segundo ''Foro
de reflexión sobe la crisis y alternativas de la banca de desarrollo
en México'', organizado por el sindicato de Nafin, tiene como fin
precisar los objetivos de este sector; conformar programas sectoriales
y capitalizar los recursos y ganancias emanados de esta banca. En principio,
el diputado dejó en claro que no permitirán la fusión
de Nafin con Bancomext, porque ''se sumarían dos debilidades''.
El miércoles pasado los directores de Nafin, Bancomext
y Banobras comparecieron ante legisladores y comentaron que es necesario
definir los criterios ante una eventual fusión. Además, advirtieron
sobre la carga de los compromisos laborales en la viabilidad de las instituciones
referidas, las cuales suman 3 mil empleados en activo y 4 mil 500 jubilados.
Sodi agregó que la banca de desarrollo es fundamental
para apalancar el mercado interno y constituye un sector estratégico
para el Estado ''en un país que ya perdió su banca comercial
y no puede quedarse sin banca de desarrollo''.
En su turno, Beatriz Paredes Rangel, presidenta de la
Fundación Colosio, reconoció que aunque ''en el pasado hubo
excesos admisibles'' en el sector, el Estado no puede abandonar su papel
en el impulso del desarrollo interno.
Ante trabajadores, jubilados y ex directores de los organismos
referidos, la ex legisladora propuso que se realice un ''análisis
autocrítico'' de los organismos del sector para avanzar hacia un
diagnóstico que tenga como fin fortalecerlos y evitar su debacle.
No obstante, Paredes admitió -en un foro al que
no asistió ningún funcionario del gobierno federal ni representantes
de Hacienda- que es necesario reunirse ''con quienes piensan distinto''
en torno a este tema, toda vez que ''estamos en un juego de espejos; aquí
venimos a discutir sólo quienes creemos lo mismo''. Luego detalló
la importancia del financiamiento para el desarrollo del país, entendido
como una política acertada de subsidios y de esquemas asistenciales
o de caridad.
Sólo quedarán 880 de los 2 mil 200 empleados
que tenía
Hay 1.6 jubilados por cada trabajador en activo: Laborín
DAVID ZUÑIGA
Para finales de agosto Nacional Financiera (Nafin) habrá
despedido a 60 por ciento de su personal, y de los 2 mil 200 trabajadores
que tenía al comienzo de esta administración sólo
quedarán 880; sin embargo, sus pasivos laborales se han convertido
en un problema ''estructural'' que amenaza sus finanzas, pues las pensiones
de los jubilados equivalen a 72 por ciento de los activos. ''Tenemos 1.6
jubilados por cada trabajador en activo'', reconoció el director
general, Mario Laborín.
En
conferencia de prensa en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), Laborín
Gómez reconoció que las jubilaciones le cuestan a la institución
500 millones de pesos al año. En tres años, agregó,
el fondo de pensiones sólo ha recibido unos 500 millones de pesos.
Los sueldos, explicó, ya están prácticamente
fondeados. ''Nos faltan alrededor de mil millones de pesos y estamos en
trámites con la Comisión Nacional Bancaria y de Valores para
fondearlo, pero aparte de eso están todos los gastos médicos
y otros relacionados, que son del orden de 4 mil millones de pesos''.
En cuanto a los despedidos, informó que se han
buscado acuerdos con empresas privadas para que los contraten. ''Se tiene
conocimiento de que 40 por ciento de los que salen optan por su propio
negocio o quiere retirarse, y de 60 por ciento que queda, 30 por ciento
se ha colocado en un periodo de tres a seis meses''.
Por otra parte, Laborín hizo un repaso de los resultados
que ha tenido Nafin en este gobierno. En 2000, dijo, sólo se atendía
a 15 mil empresas, 2 por ciento de las registradas en el IMSS; para 2003
sumaban 350 mil, la mitad del padrón. Asimismo, de manejar 2 por
ciento del factoraje pasó a 60 por ciento.
En 2000 prestó 18 mil millones de pesos; en 2003
fueron 83 mil millones y para 2004 espera colocar 120 mil millones. En
el primer cuatrimestre el otorgamiento de créditos creció
65 por ciento comparado con el mismo periodo de 2003; no obstante, reconoció,
estos incrementos se deben a que el sector ''no estaba atendido'' y la
base de comparación es muy baja.
El año pasado, agregó, la institución
ganó 150 millones en los mercados luego de 15 años de pérdidas.
Al comienzo de este gobierno el índice de capitalización
de Nafin era de sólo 6.85 por ciento -por debajo del mínimo
legal de 8 por ciento-; hoy tiene más de 12 por ciento con una cartera
vencida de 2 por ciento con una reserva de 128 por ciento.
A pregunta expresa, Laborín descartó que
el alza de tasas de interés en Estados Unidos encarezca los créditos
de Nafin y señaló que aumentarían alrededor de un
punto. Aun así, dijo la institución sería siendo mejor
opción que los agiotistas, que cobran a las pequeñas y medianas
empresas tasas de hasta 80 por ciento anual.
El funcionario reconoció que falta mucho para hacer
eficiente a la banca de desarrollo en México y señaló
que la tendencia en todo el mundo es reducir el número de instituciones;
sin embargo, reconoció que en México el tema se ha discutido
durante ocho años.
Mario Laborín afirmó que en más de
25 años en el sector financiero no había visto condiciones
tan propicias para invertir y planear a largo plazo como las que hay ahora.
''Estamos viviendo un momento histórico, con un
sistema financiero en su lugar por primera vez desde 1981''.
La penetración financiera, explicó, es apenas
una cuarta parte de la que existe en España, pero ello se debe a
los problemas que arrastraba la banca desde la nacionalización.
Hoy, consideró, el sistema ''es fuerte y estamos
en el arranque de una gran oportunidad''. Además, las Sociedades
de Inversión de Fondos para el Retiro (Siefore) podrán empezar
a invertir en acciones de empresas privadas a partir de finales de este
año y se calcula que podrían entrar a la BMV cerca de 20
mil millones de pesos en acciones de empresas mexicanas. ''La estabilidad
macroeconómica paga y paga mucho''.
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