México D.F. Viernes 2 de julio de 2004
Se repartirían durante los comicios del
domingo para apoyar al candidato Hernández Deras: simpatizante tricolor
Al descubierto, despensas del PRI en Durango
Investigadores previeron que el abstencionismo el 4
de julio será de entre 45 y 50 por ciento
SAUL MALDONADO, RENATO DAVALOS Y CIRO PEREZ CORRESPONSAL,
REPORTERO Y ENVIADO
Durango, Dgo., 1º de julio. A tres días
de la elección en la entidad fueron presentadas a los medios despensas
con la leyenda "Ismael, gobernador", que serían repartidas en la
comunidad El Nayar -ubicada a 30 minutos de esta capital- para hacer proselitismo
en favor de Ismael Hernández Deras, candidato del PRI a la gubernatura.
La
propietaria de la casa donde se acopiaban las despensas se negó
a precisar el origen de las mismas y se limitó a indicar que "se
las llevaron" para repartirlas el próximo domingo, cuando se renueven
la gubernatura, Congreso y ayuntamientos de la entidad.
En tanto, el gobernador Angel Sergio Guerrero Mier dijo
que en las votaciones del día 4 "puede haber algunos problemas",
por lo que exhortó a los partidos y a la ciudadanía presentar
"ante las instancias correspondientes" los problemas o inconformidades
que llegaran a ocurrir.
Investigadores de la Universidad Juárez de Durango
previeron que el abstencionismo será de entre 45 y 50 por ciento
del padrón.
Para contrarrestar la posiblemente alta abstención,
la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex),
ligada al PAN, propuso a sus afiliados realizar el operativo papa caliente,
que consiste en que "inviten" a otros tres trabajadores a votar "por quien
quieran, pero con responsabilidad", y que éstos "inviten" a otros
tantos familiares.
Denuncia aliancista que el PRI excedió el tope
de campaña
El candidato a gobernador de la Coalición por Durango
(PRD, PT y Convergencia), Jorge Campos Murillo, denunció que su
contrincante priísta, Ismael Hernández Deras, rebasó
el tope de campaña de 12.5 millones de pesos, y aseguró que
el proselitismo del tricolor costó al menos 80 millones.
En conferencia de prensa que ofreció en el DF,
Campos Murillo, acompañado de dirigentes perredistas, petistas y
de Convergencia, señaló que el Consejo Estatal Electoral
"ha renunciado a sus facultades de fiscalización en forma por demás
sospechosa", pues el organismo declaró que "se atiene a la buena
fe de los partidos para que informen de sus gastos de campaña".
Divisiones y alianzas al vapor marcaron la
pauta para elegir aspirantes
SAUL MALDONADO Y CIRO PEREZ SILVA CORRESPONSAL
Y ENVIADO
Durango, Dgo., 1º de julio. Hace siete meses
ninguno de los tres candidatos que el próximo domingo contenderán
por la gubernatura tenía posibilidades de alcanzar la postulación
en sus respectivos partidos políticos.
En el PRI todo apuntaba a que Carlos Herrera, considerado
el delfín del gobernador Angel Sergio Guerrero Mier, abanderara
al tricolor, y el resto de los partidos trabajaban en consolidar
una alianza que postulara al también priísta Ismael Hernández
Deras, enfrentado al grupo hoy en el poder.
Desde octubre de 2003, priístas identificados con
Ismael Hernández dejaron su partido para incorporarse al PAN y desde
ahí apoyarlo, luego de que el ex alcalde de la capital de Durango
y hoy secretario de Turismo, Rodolfo Elizondo, declinara la candidatura
panista.
En diciembre, luego que el PRI publicó su convocatoria
para elegir candidato, PAN, PRD, PT y Convergencia anunciaron en la sede
del blanquiazul duranguense la conformación de la coalición.
Pero Hernández Deras jugó a dos cartas,
y contra todos los pronósticos venció en una convención
de delegados a Herrera, al tiempo que la pretendida alianza empezó
a desmoronarse. PRD, PT y Convergencia rompieron con el PAN y éste
empezó trabajos para designar a su abanderado.
Aprovechó ese momento el ex subprocurador de la
Procuraduría General de la República (PGR), Jorge Campos
Murillo, quien ante la ausencia de un aspirante se presentó como
candidato de la sociedad civil a la candidatura panista. Sin embargo, el
presidente de Acción Nacional en Durango, Andrés Galván
Rivas, pidió licencia y presentó su registro como precandidato.
Comenzaron las luchas en el PAN y el PRI
El sector campesino del tricolor desconoció
al candidato y rompió con su partido. Incluso presentó un
recurso de inconformidad ante las autoridades electorales para que se diera
marcha atrás al proceso de selección de abanderado, "porque
no se sujetó a lo que marca la ley".
En el PAN, Andrés Galván resultó
triunfador en la contienda interna por 700 votos, a pesar de que Campos
Murillo se había posicionado mejor entre los electores de la entidad,
hecho que sedujo al PRD, PT y Convergencia, que lo hicieron su candidato.
El pleito entre Ismael Hernández y Angel Sergio
Guerrero no comenzó en este proceso, sino que se remonta a las elecciones
de 1998, cuando uno fue candidato a la alcaldía de Durango y el
otro a gobernador.
En la capital del estado, donde habita casi 35 por ciento
del padrón electoral estatal, Hernández Deras, con el apoyo
de los ex gobernadores Maximiliano Silerio Esparza y José Ramírez
Gomero, rebasó en las preferencias electorales a Guerrero Mier,
por lo que éste tuvo que sumarse a la campaña de Hernández
Deras.
Las diferencias son tales, que Hernández Deras
se "autoaprobó" las obras de dos fraccionamientos de su propiedad,
ubicados en una zona exclusiva de Durango, por donde estaba proyectada
la construcción del periférico, obra que multiplicaría
el precio de los terrenos; sin embargo, el gobernador Guerrero Mier modificó
el proyecto y dicha vialidad se construyó un kilómetro después
de los fraccionamientos de Hernández Heras.
En esa elección, Hernández Deras promovió
la candidatura a la alcaldía de Durango de Jorge Herrera, diputado
local cercano a él, mientras que el gobernador empujó a Gustavo
Lugo, presidente del PRI estatal. Nuevamente perdió el gobernador.
Los panistas, mientras tanto, debieron mejorar la imagen
de Andrés Galván, quien a pesar de triunfar en la contienda
interna frente a Campos Murillo, terminó el proceso muy disminuido
ante sus compañeros, principalmente en la capital del estado. A
tal grado, que los dos primeros meses de campaña se desentendió
de la ciudad de Durango, y sólo hizo campaña en la región
de La Laguna.
En ese partido se repite la situación que vivieron
hace seis años los priístas. Hoy, el candidato del PAN a
la alcaldía, Rodolfo Dorador Pérez Gavilán, mantiene
una presencia entre los capitalinos muy superior a la que tiene el candidato
a la gubernatura, Andrés Galván, con la diferencia de que
éste, según las encuestas, no tiene ninguna posibilidad de
ganar la gubernatura, y Dorador es un serio contendiente por la alcaldía.
En la alianza que conformaron PRD, PT y Convergencia,
a unos días de la elección hay serias dudas de la probidad
de su candidato, Jorge Campos Murillo, pues sencillamente no hizo campaña.
A pesar de su tendencia panista, Campos Murillo fue invitado
por la coalición para ocupar la candidatura a gobernador, y hoy
los partidos que la integran aceptan que eso fue resultado del destacado
papel que el ex subprocurador de la PGR realizó durante la contienda
interna en el PAN. Además hizo evidente que contaba con gran apoyo
económico debido al despliegue que hicieron de su imagen en radio,
televisión y medios escritos, comparable con la que tuvo el candidato
priísta a gobernador. La manera en que se pagó la publicidad
levantó suspicacias y se cuestionó el origen del dinero.
En su momento, Campos Murillo afirmó: "Yo tengo
dinero para pagar mi campaña y seis más", y los partidos
aliancistas, con problemas económicos, pasaron por alto sus declaraciones
y las versiones periodísticas que decían que lo apoyaba el
presunto narcotraficante Osiel Cárdenas.
A Campos Murillo, el PT le entregó, además
de la candidatura, poco más de 3 millones de pesos, mismos que,
lamentan hoy, no se reflejaron en la campaña.
Nadie en la contienda duda que el candidato priísta
a gobernador lleva una ventaja que parece inalcanzable; el PAN, cuyo candidato
a gobernador surge de una escisión, cifra sus esperanzas de posicionarse
en el estado a partir de su candidato a la presidencia municipal de Durango
y de obtener seis u ocho alcaldías, mientras la coalición
lamenta haberse dejado "seducir" por el dinero de un candidato, que no
sólo no pagó su campaña, sino que mantiene en secreto
el destino del capital que esos tres partidos lograron reunir.
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