MEXICO SA

Carlos Fernández-Vega

El gobierno pide fe en su forma de usar (y abusar) del dinero público

Más obstáculos a la tan mentada transparencia

BAJO LA MAXIMA DE QUE no es lo mismo que lo mesmo, hoy condenan lo que ayer aplaudían: cuando poco más de dos décadas atrás Miguel de la Madrid puso en práctica la feroz política privatizadora de bienes propiedad del Estado, el Partido Acción Nacional y muchos de los que hoy despachan en el gobierno del "cambio" elogiaron tal proceder y a cada paraestatal o fideicomiso que caía en manos privadas o se liquidaba -según fuera el caso- correspondía una ovación de los albiazules y personal allegado.

AHORA LA COSA es distinta: ya aposentados en el gobierno, igual aplauden la (fallida) expropiación de ingenios azucareros, que la conformación de oscuros fideicomisos públicos para fines privados, en un accionar idéntico al de los priístas, quienes por igual ovacionaron a José López Portillo cuando decretó la expropiación de la banca, que a Carlos Salinas de Gortari cuando la privatizó.

AL INICIARSE LA VENTA masiva de entidades paraestatales en 1983, el inventario fue el siguiente: 102 organismos descentralizados, 744 empresas de participación mayoritaria, 231 fideicomisos públicos y 78 empresas de participación minoritaria. Una década después, la relación se redujo a 77, 112, 43 y cero, en el orden respectivo.

CUANDO VICENTE FOX SE sentó en Los Pinos, de acuerdo con información oficial, Ernesto Zedillo no le dejó más empresas paraestatales que Petróleos Mexicanos y la Comisión Federal de Electricidad -aderezadas de otras pocas de menor importancia-, 23 fideicomisos públicos instituidos en las diferentes secretaría de Estado y uno que otro remanente accionario en algunos consorcios (especialmente bancos, ferrocarriles y aeropuertos) ya controlados por capital privado, en esencia extranjero.

LO BUENO ES QUE el "cambio" llegó y con él se erradicaron onerosas, oscuras e indeseadas prácticas vestidas de tul tricolor, porque casi cuatro años después -en plena administración de la "transparencia"-, un grupo de senadores priístas ha documentado la existencia de cuando menos 173 fideicomisos públicos -según esto- instituidos en Nacional Financiera, independientemente del ya famoso Transforma México de la Lotería Nacional, mientras legisladores perredistas detallaron que en 153 de ellos se acumulan alrededor de 54 mil millones de pesos que se manejan discrecionalmente.

AYER, EL PARTIDO ACCION Nacional y muchos de los que hoy despachan en el gobierno del "cambio'' exigían apertura y nitidez en torno al manejo de los recursos públicos; hoy solicitan a la ciudadanía que "tenga fe" en el gobierno del "cambio" y sus decisiones sobre el uso (y abuso) de los dineros de la nación. Una joya de la congruencia.

AL IGUAL QUE EN EL CASO del Fobaproa -en el que el gobierno de la "transparencia" invoca al secreto bancario para ocultar la información sobre el destino de los miles de millones de pesos del erario que han estado, están y estarán involucrados en el "rescate" de capitales privados-, ahora la administración del "cambio" aduce el secreto fiduciario para negar el acceso al manejo financiero de los referidos fideicomisos, especialmente Transforma México.

OBSTACULO TRAS obstáculo, como es costumbre en el gobierno foxista, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) no ha podido avanzar con la velocidad deseable en su labor de verificar el destino de los recursos públicos manejados en esta, la autodenominada administración de la "transparencia" -especialmente en fideicomisos-, a pesar de que la Ley de Ingresos 2004 obliga al inquilino de Los Pinos y a su eficiente equipo de trabajo a proceder en tal sentido.

EN EFECTO, LA CITADA legislación establece, en su capítulo cuarto ("De la información, la transparencia y la evaluación de la eficiencia recaudatoria, la fiscalización y el endeudamiento), artículo 26, que "el Ejecutivo federal, a través de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, incluirá trimestralmente en el Informe sobre la situación económica, las finanzas públicas y la deuda pública, la información relativa a los requerimientos financieros y disponibilidades de la Administración Pública Centralizada, de órganos autónomos, del sector público federal y del sector público federal consolidado, lo cual implica considerar a las entidades paraestatales que abarcan los anexos cuarto y quinto del Decreto del Presupuesto de Egresos de la Federación para el Ejercicio Fiscal 2004, así como de las disponibilidades de los fondos y fideicomisos sin estructura orgánica".

LA ASF, PUES, ESTA bloqueada para revisar la mencionada información, aunque otros que no están legalmente autorizados para consultarla parece que sí tienen el detalle, como el líder panista Luis Felipe Bravo Mena. Si se toman en cuenta sus enfáticas declaraciones, él ha sido el único que ha tenido acceso al expediente íntegro del fideicomiso público Transforma México y al manejo financiero de Laura Valdés Ruiz, directora de la Lotería Nacional.

LO ANTERIOR, PORQUE Bravo Mena asegura que "nunca como ahora" la Lotería Nacional "ha estado bien administrada... Yo pongo las manos al fuego" por Laura Valdés Ruiz, amiga de su "muy querida Martita". Y retó, como lo publicó La Jornada, a quienes sostienen lo contrario "a que soporten una comparación de lo que pasaba antes con lo que está sucediendo ahora, que analicen con ese mismo rigor (...) a ver si aguantan el tiro".

ALGO QUE NO CONOCE la Auditoría Superior de la Federación ni los legisladores debe saber Bravo Mena cuando se anima a sostener públicamente lo anterior, aunque todo indica que se mordió la lengua cuando aseveró que la Lotería Nacional "antes tenía un manejo totalmente oscuro, totalmente discrecional, sin algún tipo de controles".

AUDITOR PUBLICO Y privado, amén de "encapsulador del tiempo", el líder panista fue más allá: la procedencia y manejo de los dineros de la fundación Vamos México "igual, absolutamente están abiertos a la transparencia, están abiertos al análisis, lo acaba de anunciar la propia directiva de esta institución privada, están abiertos a quien quiera analizarlos y fiscalizarlos".

SE NOTA QUE ES un hombre de "fe".

Las rebanadas del pastel:

CON SUS "10 ACCIONES contra la delincuencia", el inquilino de Los Pinos se comprometió "a dar resultados" en 60 días... Si no los ha dado en tres años y medio, mucho menos en ese plazo... Los cándidos de 2000 ya superaron etapas.

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