México D.F. Lunes 5 de julio de 2004
Sin pruebas de que hubo "elección de
Estado", las protestas de aliancistas no hallan eco
Llama Amalia García a zacatecanos a establecer
un "gran pacto social"
La perredista trabajará con poca presión,
porque muchos ediles y diputados son monrealistas
ARTURO CANO Y ALFREDO VALADEZ ENVIADO Y CORRESPONSAL
Zacatecas, Zac., 4 de julio. Los primeros aplausos
más bien son discretos. La coronación perfecta de una contienda
que retrata, dicen aquí, al pacífico pueblo zacatecano. La
virtual ganadora, Amalia García, dedica su primer discurso, apenas
cerradas las casillas, a proclamar su triunfo y ofrecer a sus adversarios,
"de inmediato", una mesa para establecer un "gran pacto social". Los derrotados
aliancistas, a pocos metros de ahí, patalean.
"¡El triunfo es nuestro!", afirma la candidata.
Poco antes, las dos principales cadenas televisoras del país han
dado los resultados de sus encuestas de salida. Televisa-Mitofsky da 48
puntos a García contra 35 de su principal adversario, el aliancista
y priísta José Bonilla. Televisión Azteca amplía
la ventaja (50-32). Ambos sondeos dejan al PAN en 15 puntos. Justo el escenario
anticipado por los perredistas.
El anuncio de la victoria se da en rueda de prensa, donde
los asistentes muestran una discreta emoción. Más tarde,
en un festejo nocturno, las pasiones tampoco se desatan. Apenas dos centenares
de personas se congregan en una celebración empapada por la lluvia.
De los balcones del palacio de gobierno pende una manta que reza: "Gobernadora".
Abajo, grandes letras resaltan el nombre de Amalia y la candidata vuelve
a celebrar su triunfo.
El
contrapunto es una declaración aliancista -en ausencia de su candidato-,
muy a tono con su estrategia de semanas recientes: la denuncia de una "elección
de Estado", encabezada por el gobernador Ricardo Monreal, y la presentación
de una encuesta propia -hecha por la empresa Telemark- que le da ligera
ventaja. Los aliancistas anuncian que emprenderán acciones de "resistencia
civil hasta contar voto por voto", para así "limpiar la elección".
Sus rostros, sin embargo, parecen implicar que aceptan la derrota. Ya entrada
la noche, el petista José Narro informa que sus primeros reportes
les daban ventaja de 20 puntos en favor de Amalia, pero que con el correr
de las horas la diferencia se ha ido cerrando hasta los siete. Anticipa,
además, una disputa sufragio por sufragio por las diputaciones y
ayuntamientos.
Las denuncias y protestas aliancistas, sin embargo, hallarán
escaso eco, desprovistas de datos duros que las confirmen. Los aliancistas
no logran configurar el escenario de la "elección de Estado", pues
los incidentes y las irregularidades son menores. Hacia las nueve de la
noche, la procuraduría estatal sólo tiene 33 denuncias y
ninguna por hechos graves.
Así lo celebra la plana mayor del PRD. En la conferencia
de prensa están el presidente y el secretario general del PRD, Leonel
Godoy y Carlos Navarrete. Pero la única oradora es Amalia García,
quien lanza su mensaje fuera del estado: "En momentos en que el escenario
político nacional parece estar dominado por los conflictos y las
confrontaciones, Zacatecas optó por la civilidad, la transparencia
y el respeto".
El Programa de Resultados Electorales Preliminares está
todavía en ceros cuando García presume la "limpieza" de su
triunfo y ofrece un gobierno incluyente y con un "claro compromiso social".
Del PC al Cerro del Grillo
No vive ahí, pero Amalia García tiene su
domicilio legal en el muy adecuado Cerro del Grillo, donde se asienta la
popular colonia Lázaro Cárdenas. Su hermana Laura habita
la casa a medio construir, en un terreno que les cedió su padre,
el ex gobernador Francisco Espartaco García, quien falleció
durante la campaña de la perredista.
Priísta hasta el fin de sus días, el padre
de Amalia García fue una figura esencial en su vida política.
Sus relaciones familiares, por ejemplo, le facilitaron el acercamiento
con Ricardo Monreal en 1998, cuando el hoy gobernador rompió con
el PRI y terminó de candidato y luego militante perredista.
Amalia García fue quien buscó a Monreal.
Se reunieron en un Sanborns en la Ciudad de México para explorar
su posible candidatura. "¿Y López Obrador?", dudó
Monreal. "Yo te consigo su apoyo", aseveró García, quien
no había consultado el asunto con el tabasqueño.
A lo largo de los seis años de gobierno de Monreal,
los desencuentros con su principal aliada en el PRD fueron recurrentes,
pero su punto culminante se vivió en los últimos meses del
año pasado, cuando Amalia García se topó con Tomás
Torres Mercado, secretario de Gobierno monrealista y favorito del mandatario
para sucederlo.
Durante algunos meses se vivió un rudo enfrentamiento
entre perredistas. "Es lo peor que he visto", decía Amalia García,
al describir el apoyo que el aparato gubernamental daba a su adversario
interno.
El 27 de noviembre, luego de intensas negociaciones en
las que participaron las principales figuras nacionales del PRD, Ricardo
Monreal cedió y Amalia García pudo ser declarada candidata
de unidad del PRD.
El acuerdo, sin embargo, no volvió tersas las relaciones
entre ambos. Perredistas locales aseguran que, durante los primeros meses,
la campaña de García "no prendió". De pronto, tras
unas llamadas de Monreal a los "líderes naturales" en los municipios,
los actos de campaña comenzaron a brillar.
La selección de candidatos fue el capítulo
siguiente en la tensa relación. Sólo en dos municipios hubo
elección interna. En los demás se hicieron encuestas o de
plano nombraron abanderados de unidad. La candidata no tuvo para dónde
hacerse. "Todos los candidatos son monrealistas", dijo hace unos días
Enrique Laviada, el operador político de Monreal.
De
ese modo, Amalia García, quien tomaría posesión del
cargo el 12 de septiembre, habrá de trabajar con una fracción
parlamentaria y decenas de alcaldes fieles a Monreal.
¿Y el gabinete? Los amalistas aseguran que muchos
de los monrealistas más importantes hallaron acomodo en los puestos
de elección popular, y que ese hecho "quita presión" a la
virtual futura gobernadora.
Pero otros perredistas y dirigentes de la oposición
aseguran que los hombres y mujeres del gobernador pelean ya las posiciones
claves en el nuevo gobierno y que varios quieren repetir.
Sería, en todo caso, una historia de continuidad,
porque desde hace varios años el monrealismo ha copado todas las
posiciones. "En cargos, ya nada más queda la universidad", dice
su rector, Rogelio Cárdenas, a quienes muchos ven en la pelea por
la Secretaría de Educación Pública estatal.
Cárdenas tendrá que medirse con Apolonio
Castillo, actual titular de la dependencia y ex director del campus local
del Tec de Monterrey, que quiere repetir con Amalia García.
-¿Cuántos secretarios va a poder nombrar
García?
-Si no se le ayuda, ninguno -dice el rector.
Parte de la "ayuda" puede venir de los académicos
zacatecanos, que en su mayoría, según el rector, son adversos
al monrealismo. "Para la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ)
han sido casi seis años de golpeteo y de escaso apoyo."
El mensaje que envíe García a la universidad
local, creen muchos aquí, mostrará en los hechos cuáles
son las posibilidades reales de García para integrar un gabinete
propio.
El diputado federal Juan José García, muy
cercano a Amalia, considera que ella tendrá más cancha de
la que se prevé. Los monrealistas, afirma, son un grupo "muy institucional",
con espíritu de cuerpo y disciplina. "Si nombra monrealistas no
será necesariamente una imposición. Tiene que integrar a
los grupos con peso en el estado, y ellos lo son."
Hace un par de días, el diputado García
daba por seguro el triunfo y aseguraba: "Amalia ya está en lo que
sigue". Y "lo que sigue es garantizar la gobernabilidad", lo que pasa por
restablecer un puente con la oposición. "Un puente no, hay que restaurar
las instituciones del estado, que están demolidas. Amalia es una
demócrata, Monreal no", dijo este domingo el ex gobernador Genaro
Borrego Estrada, quien acompañado del senador Manuel Bartlett se
acercó, en busca de las cámaras, a la casilla donde votó
el gobernador zacatecano.
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