México D.F. Lunes 5 de julio de 2004
Venció 1-0 al cuadro luso y fue una de
las mayores sorpresas del torneo continental
Grecia provocó el portugalazo; es campeón
de la Eurocopa
Angelos Charisteas fue el autor del gol Portugal,
al igual que España, Francia y República Checa, no superó
la zaga helénica Un aficionado arrojó a Figo una bandera
del Barcelona
DPA Y AFP
Lisboa, 4 de julio. Grecia dio una de las mayores
sorpresas de la historia futbolística al ganar la Eurocopa 2004
y dejar al pueblo luso sin la celebración con la que había
empezado a soñar; derrotó 1-0 a Portugal en el estadio da
Luz, con anotación de Angelos Charisteas al minuto 57.
Fue el portugalazo, pues el conjunto heleno se
convirtió en el tercer equipo que gana la final a una selección
local en un torneo mayor, luego de que Uruguay venció al anfitrión
en el Mundial de Brasil 1950, y la verdeamarelha en 1958, en la
Copa de Suecia.
Además
Grecia fue la bestia negra de los lusos, a quienes ya había derrotado
en el partido inaugural del torneo europeo.
La anotación de Charisteas decidió un partido
que nuevamente se desarrolló según el guión marcado
por el técnico de los griego, el alemán Otto Rehhagel.
El rival dominó pero sin crear ocasiones y los
helenos aprovecharon prácticamente su única oportunidad,
en un impresionante ejemplo de eficacia.
Portugal lloró amargamente su impotencia, pero
nunca supo cómo superar la barrera defensiva de los helenos. Como
ocurrió en el partido de inauguración y como les pasó
a franceses y checos, los pupilos de Luis Felipe Scolari cayeron en la
trampa y se desesperaron con el paso de los minutos.
Grecia terminó el primer tiempo sin pasar muchos
apuros. En el complemento controló bien a los artistas lusos sin
brillo, esperó su oportunidad y ésta llegó con el
tanto de Charisteas.
El técnico local Scolari decidió ingresar
a Rui Costa en sustitución de Costinha, haciendo entrar a un medio
ofensivo por uno defensivo.
Se generó un disparo cruzado de Luis Figo al 64
de acción que detuvo con apuros el portero Antonios Nikopolidis,
y 10 minutos más tarde Cristiano Rolando no pudo anticiparse al
guardameta. Pero la mejor ocasión la tuvo Figo, al 89, con otro
tiro cruzado.
Casi al final, la incursión de un espontáneo
que lanzó una bandera del Barcelona a la cara de Figo puso la nota
de color en un estadio con ambiente de funeral, donde sólo 13 mil
griegos disfrutaban enloquecidos con cantos, lágrimas de felicidad
y un agitar incesante de banderas blanquiazules.
Los fuegos artificiales rojiverdes y los colores nacionales
lusos saludaron el triunfo de la sorprendente Grecia, mientras el público
local superó el trago amargo y aplaudió la premiación
realizada por el presidente de la UEFA (Unión Europea de Futbol
Asociado), Lennart Johansson.
Equipo campeón: Antonios Nikopolidis, Giourkas
Seitaridis, Traianos Dellas, Mihalis Kapsis, Panagitis Fyssas, Theodoros
Zagarakis, Angelos Basinas, Konstantinos Katsouranis, Angelos Charisteas,
Stelios Giannakopoulos, (Stylianos Benetidis, 76), Zisis Vryzas, (Dimitrios
Papadopoulos, 81). DT. Otto Rehhagel.
El éxtasis, cuando Theodoris Zagorakis
levantó la copa
Grecia se desbordó a las calles tras coronarse
su selección
Fuegos artificiales con el tañir de campanas
de todas las iglesias de Atenas
AFP
Atenas, 4 de julio. Un estallido de locura cubrió
a Grecia con la pitada final que selló la victoria frente a Portugal,
en la final de la Eurocopa, la primera en su historia en una competencia
mayor.
En Atenas la explosión de alegría repercutió
en toda la ciudad. En la plaza frente a la alcaldía, donde se había
instalado una pantalla gigante de televisión, unas 2 mil personas
saltaron y gritaron eufóricas hasta desgañitarse.
Una
nueva ovación saludó el momento en el que el capitán
del seleccionado campeón, Theodoris Zagorakis, levantó la
Copa Henri Delaunay.
"Arriba, arriba (la copa), no podemos esperar", coreaban
decenas de jóvenes al ritmo de una canción griega de moda
que los aficionados hicieron suya a partir de la semifinal que ganaron
a República Checa, y que se convirtió en una suerte de himno
de la hinchada.
Apenas terminado el partido en el estadio Da Luz de Lisboa,
decenas de autos se lanzaron a la calle para recorrer el centro de la capital
dando bocinazos y ondeando la bandera griega, para luego dirigirse a la
plaza Omonia, tradicional escenario de las fiestas deportivas.
Mientras tanto, desde la colina Lycabetos que domina Atenas,
fuegos artificiales de todos los colores y formas se unieron a la fiesta,
al igual que las campanas a vuelo de todas las iglesias.
La mayoría de los atenienses coincidió,
en rápidas declaraciones recogidas en la calle, no solamente en
que fue "una gran victoria", sino que además tendrá un efecto
"muy positivo" como publicidad para el país en vista de los próximos
Juegos Olímpicos, a realizarse del 13 al 29 de agosto.
El gol de la victoria anotado por Angelos Charisteas ya
había sido festejado con una gritería, bocinazos y sirenas,
al tiempo que fuegos artificiales y petardos adelantaban la fiesta final.
En el estadio de Heraklion en Creta, donde se había
realizado una reunión internacional de atletismo, los espectadores
siguieron el partido en una pantalla gigante y, en el momento de la victoria,
descendieron a la pista para festejar con una aclamación alucinante.
Algunos comenzaron a saltar sobre la gruesa colchoneta
que amortigua a los saltadores con pértiga, mientras los abrazos
se multiplicaban y fuegos artificiales daban color a la fiesta.
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