Rubén Aguilar colaboró con Cárdenas en 1994

Vocación jesuita y revolucionaria en el nuevo vocero de Presidencia

BLANCHE PETRICH

De la vocación jesuita en la línea de la opción preferencial por los pobres en los años 70, pasando por su participación en la revolución salvadoreña, la trayectoria política del nuevo vocero presidencial, Rubén Aguilar, ha aterrizado en un puesto clave del foxismo, al relevar en la coordinación de Comunicación Social a Alfonso Durazo, ex influyente secretario particular del mandatario.

Nacido el 6 de junio de 1947 en Huatabampo, Sonora, hijo de Rubén Aguilar Monteverde, ex director de Banamex y uno de los damnificados por la nacionalización bancaria de José López Portillo, Aguilar Valenzuela permaneció 13 años en la orden jesuita y después estudió sociología, antropología y ciencias políticas.

Su militancia en la vía popular de la Compañía de Jesús lo llevó a vincularse con el las Fuerzas Populares de Liberación (FPL), los felipes, una de las cinco organizaciones guerrilleras del Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional, la más numerosa en tropas rebeldes, en su mayoría campesinos católicos y la más apegada a la ortodoxia marxista. En las FPL organizó la radio insurgente ''Farabundo Martí'' y la agencia de noticias Salpres, dos instrumentos claves para la vinculación de la guerrilla con los sectores populares durante la guerra.

Después de la firma de los acuerdos de paz salvadoreños (1992) Aguilar se incorporó a la campaña del candidato presidencial del PRD, Cuauhtémoc Cárdenas, en 1994, como jefe de prensa extranjera, de la mano de dos amigos suyos: Jorge G. Castañeda, quien era coordinador de campaña, y Adolfo Aguilar Zinser, vocero del candidato. Después de los comicios, que se definieron por el voto del miedo a favor del último presidente priísta Ernesto Zedillo, Aguilar abandonó las filas cardenistas junto con Castañeda y Adolfo Aguilar, quienes ante la derrota electoral rompieron lanzas con su antiguo jefe.

Aguilar Valenzuela abrió entonces una oficina de consultoría internacional, AFAN. Profesor de ciencias políticas en la Universidad Iberoamericana, participó en la construcción del movimiento de la sociedad civil de los años 90, en Equipo Pueblo... El, junto con muchos otros cuadros de ese movimiento -como Mariclaire Acosta, Rogelio Gómez Hermosillo, Cecilia Loría y Rocío Culebro- siguieron a Castañeda en la promoción del voto útil en 2000, a favor del candidato de la derecha política, Vicente Fox.

La primera responsabilidad de Rubén Aguilar en el nuevo gobierno estuvo relacionada con el conflicto en Chiapas. Fue enlace para el primer gesto de Fox al tomar posesión, mientras en las carreteras chiapanecas se retiraban algunos retenes y puestos militares. Sin embargo, cuando fue instalado Luis H. Alvarez como comisionado de paz -en una oficina donde no se ha hecho nada en lo que va del sexenio-, Aguilar rompió con el panista. Fue ''rescatado'' y regresó a Los Pinos cuando Rodolfo Elizondo fue nombrado vocero presidencial.

A la salida del cargo del ahora secretario de Turismo, Aguilar Valenzuela fue integrado dentro de la influyente estructura que creó el siguiente vocero: Alfonso Durazo. Ahí estuvo al frente de un pequeño equipo especializado, en su mayoría burócratas con doctorados y buenos salarios, encargado de escribir los discursos del presidente Fox. De esa posición técnica, Rubén Aguilar pasa ahora al área estratégica y más visible de Los Pinos: la coordinación de Comunicación Social, convirtiéndose en pieza clave del foxismo en plena crisis.