Servicio médico, área con gran número de anomalías

Irregularidades, sello de Laura Vadés en la Lotería

Lejos de solucionar problemas, la directora maquilla cifras

LUIS HERNANDEZ NAVARRO Y MIGUEL A. VELAZQUEZ

Muchas anomalías internas y una delicada situación financiera son el sello que Laura Valdés ha estampado en el funcionamiento de la Lotería Nacional. Los órganos fiscalizadores de la institución encontraron, en el tercer trimestre de 2002, 283 observaciones en el funcionamiento de la dependencia dedicada a la asistencia pública.

Lejos de disminuir con el tiempo, éstas se han ido incrementando. Según documentos internos de la institución en poder de La Jornada, entre el segundo y tercer trimestres de 2002 el número de observaciones pasó de 212 a 283. Y durante el año en curso éstas se incrementaron a más de 500.

Tal cantidad de anomalías acontecieron a pesar de que su directora, Laura Valdés, ocupó el puesto con el argumento de que poseía una amplia experiencia en la administración de empresas, tanto por su formación académica como por su paso por la iniciativa privada.

De ese universo de 283 casos detectados, 185 fueron señalados por el Organo de Control Interno, 13 por la Dirección de Auditoría Gubernamental de la Secretaría de Contraloría y Desarrollo Administrativo (Secodam, hoy Secretaría de la Funicón Pública), 32 por el despacho de auditores externos y 53 por la Auditoría Superior de la Federación.

Las áreas con el mayor número de irregularidades son: Adquisiciones, Registro y Control y Servicio Médico. Sólo en ellas se concentran 43.7 por ciento de anomalías.

Los conceptos observados son múltiples y de distintos niveles de gravedad. Entre ellos se encuentran: procesos de licitación; beneficios económicos por asignación o favoritismos; inconsistencia entre cifras de los enteros de recursos que la Lotería efectuó a la Tesorería de la Federación con los estados financieros dictaminados; aumento en la devolución de billetes y boletos de lotería; incremento en gastos de operación en 209 por ciento; falta de facturas de soporte de pagos; vales y consumo de gasolina; inconsistencia de cifras; expedientes irregulares; prestación de servicios médicos a personas sin derecho; autorización de comisiones, y falta de controles en Lotería Instantánea.

Funcionamiento deficiente

La situación que vive la Lotería Nacional es delicada: los indicadores básicos para medir su salud como empresa así lo muestran. La dimensión de sus dificultades puede verse más claramente al compararlos con el desempeño de la lotería de Texas, cuyo funcionamiento se considera representativo de los niveles de eficiencia entre las loterías del mundo.

Su margen de rentabilidad sobre las ventas durante 2002 fue de apenas 13.4 por ciento, mientras que el de la texana alcanzó 32 por ciento. La lotería de Texas tuvo ventas por 28 mil millones de pesos, la de México, implantada en un país de 100 millones de habitantes, alcanzó durante 2002 apenas 5.3 mil millones de pesos.

La lotería de Texas erogó en gastos de operación 7 por ciento del total de sus ventas, la de México gastó durante 2002 15.3 por ciento. En Texas laboran 335 personas y en México mil 461.

Los focos rojos se han encendido en la institución. Al 30 de junio de 2002 emitió billetes por 3 mil 776.9 millones de pesos, sin embargo no se vendieron mil 406.4 millones de pesos. Su utilidad bruta fue de apenas 552.7 millones de pesos.

Su cartera es muy elevada y su manejo tiene un alto grado de dificultad. En junio de 2002 alcanzaba la cifra de 822 millones de pesos, en parte por los malos manejos de Lotería Instantánea. Además, al no existir una definición correcta de los saldos por parte del área de Registro y Control, no se encuentran bien identificados los montos. El área jurídica no se ha aplicado en la recuperación de la cartera judicial. En muchos de los casos han pasado los plazos perentorios legales para litigar estos adeudos. Con ello se ha producido un daño patrimonial a la institución que las auditorías no han detectado.

Por si fuera poco, no se ha llevado a cabo una depuración de los estados financieros, lo que impide conocer la realidad de las finanzas de la dependencia.

La institución tiene una enorme vulnerabilidad financiera, pues depende de los premios al fondo para garantizar su solvencia económica. Las ventas de billetes están a la baja y la devolución al alza.

En junio de 2002 el ex secretario de la Secodam, Francisco Barrio Terrazas, tuvo que hacer recomendaciones sobre el manejo de la Lotería Nacional, que incluían la creación del fideicomiso Transforma México.

Documentos en poder de La Jornada revelan las recomendaciones a la junta directiva de la institución; entre ellas, un programa de trabajo para agilizar los procesos de recuperación de adeudos que contengan, por ejemplo, un cronograma de actividades con fechas, compromisos y responsables, que permita evaluar periódicamente su ejecución y realizar los ajustes que se requieran.

Pero, en lugar de buscar una solución de fondo de los problemas, Laura Valdés prefirió maquillar las cifras. Como señaló la senadora Yolanda Eugenia González Hernández el pasado 1º de julio en la Cámara, cuando nadie obtiene el premio mayor, la directora lo entrega a la Secretaría de Hacienda como ingreso y no como pérdida de los boletos no vendidos. De esta manera se altera la contabilidad para presentar como exitosa una gestión empresarial a todas luces ruinosa.

Algo huele a podrido en la Lotería

Una de las áreas donde mayores observaciones se han hecho al funcionamiento de la Lotería es de servicios médicos. Los órganos fiscalizadores detectaron allí, al tercer trimestre de 2002, 21 irregularidades, como la prestación de servicio a personas sin derecho, rembolso de gastos médicos subrogados, contratos con farmacias, fraccionamiento de pedidos, diferencias en precios de medicinas, incumplimiento de licitaciones públicas.

En la lista de contratos con proveedores en 2001 (en manos de La Jornada), destacan los gastos en servicios médicos. El Nuevo Sanatorio Durango se benefició con el contrato C-376 por 27 millones de pesos, recibió un pago de un millón 405 mil 588 pesos en enero por concepto de hospitalización, y otro más en febrero-marzo. El Hospital de Jesús obtuvo el contrato C-527 por 5 millones de pesos; el CV-516 por 3 millones 344 mil 354 pesos; el C-308 por un millón 441 mil 135 pesos; el CV-563 por un millón 381 mil 281 pesos, y otros más por montos menores.

Otros hospitales, como La Purísima Concepción, Nacionales y Torre Médica tuvieron también contratos durante ese año.

Pero, sin duda, quien se quedó con la mejor tajada del pastel de servicios médicos fue Farmacias El Fénix: obtuvo durante ese año tres contratos grandes (C-365) por 24 millones de pesos, (C-157) 10 millones 59 mil 500 pesos y (C-085) 3 millones 133 mil 426 pesos. Eran los días en que el partido político dirigido por el dueño de la cadena de farmacias no rompía aún su alianza con el gobierno de Vicente Fox.

Las anomalías detectadas, de las que La Jornada tiene documentación, abarcan distintas áreas. El 11 de junio de 2001, David Tornell Romo, oficial mayor de la Lotería Nacional, dirigió el memorando 0206 a Arturo Villaverde Lazo, titular del Organo de Control Interno de la institución. Anexa en él la documentación que ampara la compra de equipo de cómputo para la dirección general. Señala que la operación "se llevó a cabo con un proveedor determinado, cuyos precios fueron aparentemente muy elevados". Una investigación mostró la participación de Maximiliano Garza, asesor de la dirección general con dos semanas de ingreso en la dependencia, en la operación.

Del 9 al 14 de octubre de 2001, Luis Rodolfo Granados, subdirector general de Informática de la Lotería, asistió a una reunión de la Asociación Mundial de Loterías, en Alburquerque, Nuevo México. Allí se encontraron proveedores y fabricantes de tecnología y servicios orientados a loterías, juegos de azar y casinos.

Granados narró en un informe a la directora de la institución de sus actividades, en el que "declara, bajo protesta de decir la verdad", los encuentros y reuniones en los que participó con proveedores y representantes de loterías. Su objetivo dice, era "conocer cuáles eran las tendencias comerciales y tecnológicas de las loterías en las diferentes partes del mundo."

Y aunque en ningún momento informa haber hecho presentación oficial alguna, el Grupo Reto Publicitario expidió la factura 0635 (de la que La Jornada tiene copia), por 5 mil 750 pesos a la Lotería, por concepto de "Elaboración y producción de presentaciones oficiales de la dir. general en Alburquerque, Nvo. México, EUA, y San José Costa Rica los días 14 de octubre y 8 de noviembre de 2001".