México D.F. Sábado 10 de julio de 2004
El fallo, recibido con júbilo por la
ANP; no lo acatará, reitera Israel
Poner fin a ilegalidad del muro en Palestina, exige
La Haya a la ONU
Derribar la parte de la valla en Jerusalén este,
solicita la Corte Internacional de Justicia a Tel Aviv
Demanda cesar el resto de la construcción, pagar
indemnizaciones y regresar la tierra confiscada
DPA, AFP Y REUTERS
La Haya, 9 de julio. La Corte Internacional de
Justicia (CIJ), principal ór-gano judicial de la Organización
de Naciones Unidas (ONU), llamó hoy a la Asamblea General y al Consejo
de Seguridad a que pongan fin a "la situación ilegal" que ha provocado
la construcción de un muro en los territorios ocupados por Israel
en Cisjordania, durante la llamada Guerra de los Seis Días, en 1967.
La
declaración de la CIJ fue re-cibida con júbilo por la Autoridad
Nacional Palestina, mientras que Tel Aviv confirmó oficialmente
su rechazo a acatar el dictamen, anticipado desde temprano mediante declaraciones
de funcionarios he-chas a la prensa y en afirmaciones a medios electrónicos.
En una "opinión consultiva", no vinculante, la
corte pidió a Israel que derribe la parte del muro edificado en
Jerusalén este, cese el resto de su levantamiento, pague indemnizaciones
a los palestinos que han padecido los efectos negativos del muro y regrese
la tierra confiscada para su elevación.
Con el voto favorable de 14 de los 15 miembros del tribunal,
la CIJ desechó el argumento de Israel de que el muro es necesario
para la seguridad del Estado, y dijo que la obra infringió la libertad
de movimiento de los palestinos, su derecho al trabajo y a tener "un nivel
de vida adecuado", como está previsto en convenciones internacionales.
El muro, que el gobierno israelí comenzó
construir en 2003 con bloques de hormigón de ocho me-tros de altura,
tiene hasta ahora una longitud de 170 kilómetros, pero el proyecto
es que se extienda 730 kilómetros a través zonas despobladas
en el desierto, así como pueblos y ciudades donde habitan pa-lestinos
e israelíes. Israel expropió terrenos para realizar las obras.
El gasto previsto es de 3 mil 400 millones de dólares
y su finalización será a finales de 2005.
"La corte considera que la construcción del muro
y su régimen asociado crean un hecho consumado sobre la base de
que podría convertirse en algo permanente, en cu-yo caso, independientemente
de la caracterización formal que ha dado Israel, equivaldría
a una anexión de hecho", expresó el tribunal.
"Esa construcción, junto con me-didas tomadas anteriormente,
im-pidieron gravemente el ejercicio del pueblo palestino a la autodeterminación",
manifestó la CIJ, que también señaló que los
asentamientos israelíes en territorios ocupados violan leyes internacionales.
"La ONU, y en particular la Asamblea General y el Consejo
de Seguridad, deberían considerar cuál acción adicional
es necesaria para poner fin a la situación ilegal que provoca la
construcción del muro", dijo la corte, que emitió su opinión
consultiva número 26 des-de que empezó a funcionar en 1946.
"Las infracciones (a los derechos de los palestinos),
como re-sultado del trazado del muro, no pueden ser justificadas por exigencias
militares, por necesidades de seguridad nacional o por el orden público",
declaró la CIJ.
El único juez del tribunal que votó en contra
del documento final fue el representante estadunidense.
El proyecto del gobierno israelí pretende cercar
80 por ciento de 220 mil colonos judíos que se asentaron en Cisjordania
después de la ocupación en la guerra de 1967.
Según informe de la Coordinación de Asuntos
Humanitarios de la ONU, sólo 11 por ciento del trazado de la valla
coincide con la llamada "línea verde" que separa a Cisjordania del
territorio israelí.
Por consiguiente, más de 274 mil palestinos de
122 pueblos y ciudades van a "vivir en zonas ce-rradas -entre el muro y
la línea ver-de- o en enclaves rodeados por el muro", según
la entidad.
"Nos felicitamos por la decisión que condena el
muro racista. Esta decisión constituye una victoria para nuestro
pueblo, para todos los pueblos libres y todos los movimientos de liberación
del mundo", dijo en Ramallah el presidente pa-lestino, Yasser Arafat.
Agregó que el muro no es construido "por motivos
de seguridad, sino para confiscar 58 por ciento de las tierras palestinas
(en Cisjordania) e impedir la creación de un Estado palestino".
Justificaciones gubernamentales
Sharon emitió en Tel Aviv una de-claración
en que reiteró que el mu-ro busca proteger a comunidades israelíes
de ataques palestinos: "Si no hubiera habido terrorismo, no habría
barrera", destacó, además de que la CIJ carece "de competencias
para debatir sobre el conflicto entre Israel y los palestinos".
"Después que fue erigida la ba-rrera, la cantidad
de víctimas ha disminuido", dijo el gobierno de Sharon, que tras
una restructuración de su gabinete podría sumar a los laboristas
de Shimon Peres, que reclaman una rápida retirada del ejército
israelí de la franja de Gaza.
Las reacciones en Estados Unidos y la Unión Europea
(UE) estuvieron divididas.
Estados Unidos coincidió con Israel en que la CIJ
no es adecuada para discutir el tema. "No creemos que sea ese el foro apropiado
para resolver lo que es un tema político", dijo el portavoz de la
Casa Blanca, Scott McClellan.
A su vez, el vocero del Departamento de Estado, Richard
Boucher, dijo que la declaración de la CIJ "podría complicar
más el proceso y distraer el trabajo político".
En Bruselas, un portavoz de la Comisión Europea,
Jean-Christophe Filori, dijo que la "UE continúa pidiendo a Israel
que retire la ba-rrera de los territorios ocupados, incluyendo (el tramo)
dentro y alrededor de Jerusalén este".
El gobierno español, que ha fungido como facilitador
del diálogo entre israelíes y palestinos, dijo en un comunicado
que "considera esencial la actuación dentro de la legalidad internacional
y manifiesta su respeto y reconocimiento a la CIJ y sus dictámenes
y opiniones".
Agregó que reconoce "sin re-servas el derecho de
Israel a proteger a sus ciudadanos frente a atentados terroristas", pero
aclaró que el muro "causa sufrimientos innecesarios" a la población
palestina.
En Nueva York, donde habita una poderosa e influyente
comunidad judía promotora de los intereses de Israel, no sólo
líderes religiosos se pronunciaron contra la resolución,
sino que además los senadores Hillary Clinton y Charles Schumer
rechazaron la validez de la sentencia con el argumento de que la valla
es para salvar vidas.
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