México D.F. Sábado 10 de julio de 2004
Se basa en estudios de impacto ambiental y cumple
normas estrictas, afirma
GDF: adecuada, la operación del relleno sanitario
Bordo Poniente
Refuta Claudia Sheinbaum señalamientos en contrario
de autoridades del estado de México
Según análisis internacional, está
en condiciones de funcionar 10 años más: César Buenrostro
ANGEL BOLAÑOS Y GABRIELA ROMERO
De clausurar el relleno sanitario de Bordo Poniente, las
autoridades del estado de México estarían invadiendo competencia
federal, señaló la secretaria del Medio Ambiente del DF,
Claudia Sheinbaum Pardo, quien advirtió que su contraparte mexiquense
miente al afirmar que no existe un estudio de impacto ambiental, ni un
manejo adecuado de los lixiviados o jugos tóxicos que se
desprenden de la basura en descomposición, que permita al Gobierno
del Distrito Federal (GDF) seguir utilizando el lugar hasta 2007.
Junto
con el secretario de Obras y Servicios, César Buenrostro Hernández,
Sheinbaum Pardo dio a conocer las especificaciones del convenio con la
Comisión Nacional del Agua, que autoriza incrementar cuatro metros
la altura de dicho relleno, para que siga operando.
La funcionaria coincidió con el jefe de Gobierno,
Andrés Manuel López Obrador, en que el tema se está
politizando, por lo que sugirió a las autoridades mexiquenses reflexionar
"sobre los tiraderos a cielo abierto que tiene la entidad; son más
de 11, que son destinos finales de basura sin ningún tratamiento,
sin geomembrana (capa de material plástico debajo de los desechos,
que impide la filtración de lixiviados al subsuelo), sin ningún
control".
Buenrostro, explicó que por lo menos 15 por ciento
de las 12 mil toneladas de desechos que diariamente se trasladan a dicho
relleno sanitario provienen de municipios conurbados del estado de México,
particularmente los ubicados al norte del Distrito Federal. Aseguró
que la operación de la cuarta etapa del relleno sanitario, que comenzará
en agosto próximo, se apega completamente a lo que señalan
el convenio de 1992, el proyecto ejecutivo y el estudio de impacto ambiental;
cumple "las más estrictas normas de operación y de protección
ambiental para este tipo de instalaciones", para lo cual se realizaron
estudios de resistencia del suelo y se instalaron instrumentos como piezometros
e inclinómetros, para prevenir daños por asentamientos excesivos
o desplazamientos del suelo.
Explicó que el Bordo Poniente cuenta con una geomembrana
muy resistente a las rasgaduras, con capacidad elástica para poderse
extender y soportar deformaciones, impidiendo cualquier penetración
de líquidos, y se cuenta con una planta de tratamiento físico-químico
de lixiviados. Resaltó que luego de un estudio, la Agencia de Cooperación
Internacional de Japón (JICA, por sus siglas en inglés) recomendó
incrementar la altura del relleno hasta 24 metros y abrir una quinta etapa
en terrenos del mismo vaso del antiguo lago de Texcoco, para operar en
los próximos 10 años, pero se convino sólo elevar
su altura hasta 12 metros, y se está llegando a ocho, de modo que
la autorización es de cuatro metros más y no los 16 que sugirió
la JICA.
Por su parte, Alejandro Ordorica, coordinador de Asuntos
Metropolitanos, explicó a diputados locales de los partidos Acción
Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD) que se
han hecho estudios para conocer la factibilidad de que el Bordo de Xochiaca
pueda seguir funcionando hasta 2007.
En reunión de trabajo con integrantes de la Comisión
de Desarrollo Metropolitano de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal,
y luego en entrevista, Ordorica explicó que paralelamente a la posibilidad
de ampliar la vida útil del tiradero, el Gobierno del Distrito Federal
y la Comisión Nacional del Agua estudian otras alternativas, incluso
en el territorio de la ciudad de México.
Empero, el coordinador no quiso adelantar lugares ni las
delegaciones en que se pudieran construir nuevos tiraderos. "La idea que
se ha venido manejando es la de alargar la vida del tiradero del bordo;
hay estudios y posibilidad de que pueda funcionar hasta 2007; ¿por
qué no hacerlo?
Sheinbaum, explicó que alrededor de 22 por ciento
de la basura que se genera se recicla, y consideró un plazo de cuatro
años para formar en los habitantes de la ciudad una cultura de la
separación de desechos, como lo establece la Ley de Residuos Sólidos
que aprobó la Asamblea Legislativa.
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