México D.F. Domingo 11 de julio de 2004
Hoy presenta su disco Angel de barrio,
en el Museo de Culturas Populares
Para cantar ópera no basta sólo haber
estudiado, afirma Ana Alba
ARTURO CRUZ BARCENAS
"Estudiar ópera o bel canto no implica que
se pueda cantar ópera, como lo han hecho algunos intérpretes",
expresó Ana Alba, quien algo sabe sobre el tema y que hoy presentará
su disco titulado Angel de barrio, con temas de Arturo Mesa, en
el Museo de Culturas Populares de Coyoacán, en lo que será
un acto con pretensiones de provocación, pues además de la
música habrá un performance a cargo de Rocío Boliver,
mejor conocida como La Congelada de Uva.
Canta desde "muy pequeña y desde temprano en la
vida decidí ser cantante de ópera. La voz, para mí
básicamente, es un instrumento de conciencia, de sanación.
Uso la voz en distintas formas, con muchas coloraciones, matices, sonoridades.
Claro, la poesía es importante".
Los tiempos que corren son difíciles en términos
de trabajo para artistas como Ana Alba. "He hecho cinco grabaciones que
van desde el bolero, la canción social, la música experimental
y lo que llamo trabajo ecléctico. Más que discos he hecho
casetes. Hacerlos, venderlos y promoverlos ha sido difícil. Sin
embargo, hay gente que me ha seguido".
Ser
ecléctico es unir cualquier estilo; en una fusión se unen
sólo dos, como lo que hace Lila Downs. "Un bolero cantado como una
ranchera o un jazz. Es más fácil, creo, hacer fusión
que algo ecléctico. A mí me gusta lo alternativo, pero también
moverme en el terreno de la canción con poesía. Lo comercial
no". Así de seco.
"Mi sexto disco ya salió, hace siete días.
Es dark, con música alternativa. Trabajo el rock progresivo, que
en México no tiene cantantes. No los hay porque para ser progresivo
hay que ser músico y tener una ejecución muy avanzada. Quien
hace progresivo hace copia de los grandes y lo mismo pasa con la música
dark.
"Todo mundo quiere parecer Lacrimosa, por ejemplo, o Camel.
No hay un grupo con sonido único dentro del progresivo mexicano.
La ópera entra en todo esto porque es maleable; hay que mover la
técnica.
"La ópera enseña el manejo del desarrollo
vocal en toda su plenitud. Permite manejar el complejo instrumento de la
voz, el más difícil de todos porque no lo vemos. Una voz
bien manejada equivale a cualquier instrumento bien tocado.
"En México hay mucho impedismo vocal, a
excepción de Rita Guerrero y de Lila Downs, así como de Eugenia
León, quien es una de mis influencias más importantes".
-¿Por qué el afán de algunas cantantes
de interpretar ópera?
-La gente cree que porque estudia ya puede cantar ópera.
En Angel de barrio, que hoy presentará,
a las 17 horas, "hice una fusión de todas las formas que canto.
Arturo Meza es el autor más importante del subterráneo, tanto
por la temática como por la cantidad de estilos que puede ejecutar.
"No se trata de dar de gritos. Janis Joplin arriesgaba
todo. Hay que arriesgar expresivamente. Mi disco es muy intenso, como yo,
con mucha pasión. En mi caso estoy en mi plenitud. A partir de los
40 años uno comienza a estar en la plenitud. Hay ciertos retos que
uno ya no puede hacer. Sé por donde debo ir".
-¿Qué se siente poder cantar como tú
sabes?
-Es como estar al borde de un abismo. Es un reto. Cuando
amas te la estás rifando. De joven tuve que trabajar en bares,
por necesidad, pero ahí no eres más que música de
fondo. Me cayó el veinte. No nací para eso. Aunque el trabajo
ha bajado mucho. El reto es que me escuchen, no que se pongan a platicar.
Reclama al presidente Vicente Fox por su situación
económica. "Trabajo más que nunca y estoy cada vez peor que
nunca en dinero. La mentira y la violencia son dos cosas que predominan
en la actualidad".
Aclaró que La Congelada de Uva hará
un performance basado en la canción de Arturo Meza, Lenguas viperinas.
"Es una disertación sobre el hecho de lo que todos hemos hecho:
hablar mal de los demás. Nadie se salva".
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