México D.F. Lunes 12 de julio de 2004
Funcionarios habrían rechazado asistir
por temor a un regaño del jefe del Ejecutivo
Fox sacó al PRI de Los Pinos; Felipe meterá
al PAN, afirman sus partidarios
GEORGINA SALDIERNA Y ENRIQUE MENDEZ
Casi
en la "orfandad política", sólo con el apoyo de sus familiares,
amigos, colaboradores más cercanos y uno que otro panista que busca
montarse en la ola, Felipe Calderón Hinojosa formalizó su
aspiración por la candidatura presidencial del PAN para, ahora sí,
llevar al panismo a Los Pinos. El ex dirigente de ese partido pudo llenar
un amplio auditorio con militantes y simpatizantes, pero no estuvieron
grandes, ni siquiera medianas figuras del panismo y mucho menos secretarios
del gabinete del cual formó parte.
Esa ausencia de los funcionarios fue explicada con dos
hipótesis por los seguidores de Calderón: que acataron la
instrucción presidencial de alejarse de mítines de partido,
o bien que no quisieron arriesgarse a un regaño como el que sufrió
el propio ex secretario de Energía en mayo pasado, por asistir al
acto de apoyo que le preparó el gobernador jalisciense Francisco
Ramírez Acuña, figura central detrás de las pretensiones
del ex funcionario.
También circuló la versión de que
ningún integrante del Comité Ejecutivo Nacional panista se
había sumado al lanzamiento de Calderón porque la directiva
"dio instrucciones precisas" de mantenerse al margen hasta que se definan
las reglas de la contienda interna.
El hecho es que Felipe Calderón formalizó
el inicio de su carrera por la candidatura panista con sólo cuatro
apoyos visibles: el de Rubén Mendoza Ayala, aspirante a la gubernatura
en el estado de México; el del gobernador Ramírez Acuña;
el de los jóvenes panistas encabezados por Carlos Torres, quien
la próxima semana deja la representación juvenil del CEN,
y su corriente, conocida como los felipistas.
El acto se preparó con toda la logística
de un mitin de campaña: globos, confeti, un video con la trayectoria
del ex diputado federal -excepto su renuncia tras el regaño presidencial-,
música de Timbiriche que acompañó su llegada, y orquestadas
consignas. Inclusive se operó un discreto acarreo de campesinos
del estado de México, de comunidades como Villa Nicolás Romero.
Aun así, él mismo y sus colaboradores se
negaron a admitir que se trataba en realidad del arranque de su precampaña.
Sobre todo, por la violación estatutaria que implicaría adelantarse
a la convocatoria y los términos de ésta, que debe emitir
el CEN.
La concentración se realizó en un auditorio
adyacente al hipódromo de las Américas y, ante las preguntas
sobre el origen de los recursos para pagar la renta del lugar, Felipe Calderón
aseguró que todo fue cubierto con aportaciones voluntarias, económicas
y en especie, de algunos amigos. Pero, para no dejar duda, anunció
que en esta semana hará pública la lista puntual de los donantes.
Germán Martínez y Luisa María Calderón
afirmaron que hubo una coperacha para reunir fondos. Incluso se
habló de una cena, realizada la semana pasada, en la cual el costo
del cubierto fue de 10 mil pesos.
Es tal la precariedad de la precampaña que en los
próximos 18 meses, de aquí a que eventualmente sea electo
candidato y se inicie la campaña presidencial, Felipe Calderón
aseguró que vivirá de sus ahorros y de la dieta que como
diputada federal recibe su esposa Margarita Zavala, quien lo acompañó
junto con sus tres pequeños hijos.
Con su familia, el ex secretario de Energía recibió
el respaldo de militantes de base, sobre todo jóvenes, y concluido
su discurso, durante más de media hora se dedicó a saludar,
abrazar simpatizantes y a tomarse fotografías con ellos... con la
base, pero no con las grandes figuras del panismo.
Así, en esa "orfandad política", Felipe
Calderón se dispone -y así lo pregonan sus seguidores- a
llevar, él sí, al PAN a la residencia presidencial. Germán
Martínez definió que si a Vicente Fox los panistas le agradecen
"haber sacado al PRI de Los Pinos, a Calderón habrá que agradecerle
que meta al PAN a Los Pinos".
|