El poeta mexicano imparte una serie de conferencias en torno al Nobel chileno

Neruda modificó de manera decisiva y radical la poesía, indica David Huerta

MERRY MAC MASTERS

Después del nicaragüense Rubén Darío, no hay otro poeta moderno en nuestro idioma que, como Pablo Neruda, haya modificado tan decisiva y radicalmente la poesía escrita en español, afirmó ayer David Huerta en el inicio de los actos del Instituto Nacional de Bellas Artes con motivo del centenario del autor de Canto general, que se celebra hoy.

En esa ventura las odas que compuso Neruda tienen un sitio radiante. Son como un ''pequeño sistema poético, casi cerrado en sí mismo, al mismo tiempo que abierto a nuevos enriquecimientos, amplificaciones y variantes, casi como si se tratara de variaciones musicales'', manifestó el poeta Huerta en la primera de tres conferencias magistrales de tema El poema y su sombra. Las dos restantes serán los días 13 y 27 a las 19 horas en la Casa del Poeta Ramón López Velarde (Alvaro Obregón 73, colonia Roma).

Cons el título El materialismo poético de Pablo Neruda, Huerta se refirió a una serie de odas -publicadas en cuatro libros en los 50- a las que el chileno llamó ''elementales''. Con esa palabra, apuntó el conferenciante, Neruda indicaba la sencillez del molde que había escogido para componer, así como la recurrente presencia temática en ellas de los elementos tradicionales: agua, tierra, aire, viento, en sus diversas manifestaciones, elementales también por su sencillez.

Al mismo tiempo, continuó Huerta, las odas le sirvieron a Neruda para ampliar el registro de su obra y hasta para contrastar con un cierto sesgo autocrítico lo hecho por el mismo durante la década que lo consagró como un poeta renovador: los años 30 en que publicó el ciclo de las "residencias", libros auténticamente revolucionarios en el ámbito de las letras hispánicas.

La elementalidad de las obras del poeta chileno tiene que ver además con su "materialismo". Huerta explicó: "En ese contexto poético no hay que entender esa palabra en su acepción filosófica. Neruda fue toda su vida militante comunista y es sabido que uno de los fundamentos de la filosofía marxista es el materialismo en las dos vertientes que esa doctrina ofrece: el materialismo dialéctico y el materialismo histórico. Si aceptásemos que Neruda puede ser llamado poeta materialista, tendríamos que alejarnos, pues del materialismo ortodoxo y considerarlo en cambio un poeta que se ocupaba del mundo en toda su complejidad, con un fervor inhabitual y en ocasiones de las presencias más cotidianas, menos atendidas por la mayoría de los poetas.

''Esas presencias forman el principal núcleo temático de las Odas elementales. El materialismo poético de Neruda en las odas es una tarea artística en la que el mundo se nos presenta con inmediatez. El poeta recoge trozos del devenir de las presencias, de los fenómenos y elabora con ellos objetos verbales de una delicadeza y una fuerza de verdad sorprendente''.

Las odas de Neruda fueron concebidas con una conciencia histórica de la tradición literaria y ejecutados con delicadeza, intensidad, con un entusiasmo inocultable y con una curiosidad admirable por todo aquello que los poetas modernos, a pesar de sus múltiples y variadas audacias, no habían terminado de aceptar como tema de sus trabajos, observaciones y abordajes. Para ejemplificar, Huerta leyó la oda a la cebolla.