Difunde el organismo estudio sobre efectos del fenómeno en poblaciones americanas

América Latina padece crecientes niveles de violencia: OPS

América Latina y el Caribe es una de las regiones del mundo más afectadas por la violencia, pues se estima que cada año más de 120 mil personas son asesinadas y 55 mil cometen suicidio, mientras que entre 20 y 60 por ciento de los hogares de la región tienen problemas de violencia intrafamiliar, tanto física como sicológica, revela un análisis de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) sobre las repercusiones de la violencia en la salud de las poblaciones americanas.

La violencia, señala el informe, se ha convertido en una prioridad para la salud pública de la región debido a su impacto negativo en la calidad de vida de las personas y a la erosión del tejido social que afecta a la mayoría de las sociedades del continente.

El elevado índice de violencia, agrega, produce gran mortalidad y morbilidad evitable "que afecta especialmente a niños, mujeres y jóvenes. Situación que se recrudece con los desplazamientos forzados que afectan el desarrollo social y económico de las comunidades, además de que la violencia requiere de grandes recursos financieros para la atención médica de los afectados, lo que distorsiona con frecuencia la atención de otros pacientes".

Los homicidios, asegura el estudio, constituyen uno de los efectos más preocupantes de la violencia, pues en más de 12 países del hemisferio las tasas de muertes violentas por cada 100 mil habitantes superan los dos dígitos e incluso alcanzan porcentajes elevados o críticos, como en Brasil, Colombia, El Salvador, Guatemala, Honduras, Jamaica y Venezuela.

Por lo que respecta a las víctimas de la violencia infantil, el informe de la OPS señala que entre 3 y 27 por ciento de los niños de la región han recibido un castigo físico con algún objeto por alguno de sus padres y hasta 34 por ciento ha sido golpeado con las manos, ya que el castigo corporal de los niños, golpes o gritos, "es algo social e incluso jurídicamente aceptado en muchos países".

El organismo internacional destaca que la violencia ocupacional también afecta a los menores, pues se estima que en América Latina y el Caribe más de 17 millones de niños trabajan 45 horas a la semana expuestos a peligros físicos, sicológicos y sociales, entre los que se incluyen el trabajo por servidumbre, tráfico de drogas y crimen organizado.

El abuso sexual y la violencia doméstica -indica el estudio- afecta a 36 por ciento de las niñas y 29 por ciento de los niños; es responsable de entre 5 y 16 por ciento de los años de vida saludable perdidos en mujeres en edad reproductiva. "La violencia sexual tiene importantes consecuencias para la salud, pues entre sus efectos negativos se encuentran el estrés postraumático, suicidio, enfermedades mentales, embarazos no deseados, enfermedades de transmisión sexual, autolesiones, y en el caso de abuso sexual infantil se puede generar la adopción de comportamientos de alto riesgo, como la promiscuidad y el consumo de drogas".

La OPS advierte que los actos de violencia que se generan en la región afectan en gran medida a los jóvenes de los países en desarrollo, donde las bandas o pandillas juveniles son los principales responsables de las muertes violentas, pues tan sólo en El Salvador y Honduras se estima que 30 mil jóvenes pertenece a alguna pandilla juvenil, mientras el fenómeno continua incrementándose en el resto de los países de América Latina.

LAURA POY SOLANO