Investigación de Gustavo Leal, profesor de la UAM

Tecnócratas zedillistas hicieron un boquete financiero al IMSS

PATRICIA MUÑOZ RIOS

La liberalización del mercado de la salud es lo que está detrás de la pretensión gubernamental de reformar el régimen de jubilaciones y pensiones (RJP) del IMSS, advierte el investigador Gustavo Leal Fernández, profesor de la Universidad Autónoma Metropolitana, y señala que la actual administración de ese instituto sólo quiere encubrir los errores y desvíos que hubo en ese esquema durante el priísmo.

Considera que la modificación del "inexplicablemente no fondeado régimen de jubilaciones y pensiones" no resuelve los desafíos que enfrenta el Seguro Social en los servicios, porque a este instituto le realizaron un auténtico "boquete financiero" los tecnócratas del zedillismo, como Luis Téllez y Gabriel Martínez, quienes lo dejaron con "una verdadera fragilidad institucional".

En una investigación realizada sobre este tema, Leal Fernández expone que el gobierno de Vicente Fox no tiene una propuesta integral y nacional para resolver el problema y sólo quiere "recetar análisis de tecnócratas que llevan a soluciones parciales y episódicas". Además, lo que propone a los trabajadores es un insulto, ya que contiene cargos para ellos sin que el IMSS adquiera un solo compromiso.

La situación financiera actual del instituto deriva del costo que tuvo el gran "error" que significó la llamada Nueva Ley del Seguro Social o reforma aplicada en 1995-1997, la cual impactó las áreas referentes al seguro de enfermedades y maternidad, donde se redujeron las cuotas patronales más de 30 por ciento; las guarderías, ya que también en este rubro de redujeron las aportaciones de los empresarios 0.8 por ciento sin ninguna justificación, y la situación del abasto de medicamentos, según el especialista.

De esta forma, uno de los primeros puntos para resolver el problema financiero de la institución sería dar marcha atrás a esta reforma y llamar a cuentas a quienes la hicieron. Sin embargo, la actual administración del IMSS, lejos de eso, "ha permitido que los tecnócratas de hoy escuden y cubran la espalda a los de ayer" y ha dedicado tres años a la pura continuidad y a la realización de "meros diagnósticos apocalípticos", según señala el académico.

Remarca que durante la administración de Santiago Levy los servicios no sólo no han mejorado, sino que hay pérdida de plazas laborales, profundo descontrol de los circuitos de calidad hospitalaria e intrahospitalaria heredada del zedillismo, desabasto crónico de medicamentos, presencia de rudimentarios programas preventivos, así como mayor demanda de atención con menos recursos para atenderla y entera ausencia de políticas clínicas.

Leal Fernández propone que se realice una auditoría externa al IMSS para establecer con precisión quién y cómo ha mentido y demandar a los "gerentes sociales del foxismo" que ya no le hagan nada al sector salud para que sea el siguiente gobierno el que lleve a cabo el gran debate nacional sobre el tema.